Belén Suárez, 'azote' de Pujol, se hace cargo el 25 de la Fiscalía Anticorrupción

El nombramiento definitivo depende de la renovación en la jefatura de la Fiscalía General del Estado

Ernesto Ekaizer
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Jordi Pujol Soley i Marta Ferrusola amb el seu equip d'advocats a l'entrada de l'Audiència Nacional de Madrid / EFE  Jordi Pujol Soley i Marta Ferrusola amb el seu equip d'advocats a l'entrada de l'Audiència Nacional de Madrid

MadridEl próximo 25 de octubre, Antonio Salinas, deja el puesto de fiscal jefe de la Fiscalía Anticorrupción en manos de la teniente fiscal, Belén Suárez. Ese día Salinas, después de trece años al frente de la citada fiscalía se jubila. Los amigos dicen que no ha querido solicitar los dos años de prórroga, hasta los 72; los menos amigos, sugieren que se descuidó y cuando cobró consciencia, ya era reglamentariamente tarde.

La Fiscalía Anticorrupción, creada en 1995, tuvo dos fiscales jefes. Carlos Jiménez Villarejo, que inauguró esta actividad. fue fulminado por el fiscal General del Estado de José María Aznar, en 2003; le sucedió Salinas, que procedía de la Fiscalía del Tribunal Supremo, desde donde había instruido causas como la de Filesa, la trama de facturas falsas con las que se financió el PSOE.

Mira por dónde, cuando el magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, Cándido Cónde-Pumpido, fue nombrado por el gobierno de Zapatero fiscal general del Estado, decidió renovar dos veces el mandato de Salinas. Ambos se conocían del Supremo.

Y la buena sintonía entre ambos duró siete años, un periodo en el que la Fiscalía Anticorrupción asumió también la lucha contra la Criminalidad Organizada. Ya no la iba a conocer nadie. Porque en esa época se abrieron fiscalías delegadas en Baleares, Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife, Málaga, Valencia, Sevilla, Castellón, Alicante, Almería, Cádiz, Murcia y Barcelona, que se amplió de un fiscal —Emilio Sánchez Ulled— a tres.

Jiménez Villarejo la puso en el mapa y su extensión y protagonismo correspondió a un tándem: Salinas y la teniente fiscal, la número dos, Belén Suárez. La gran actividad de esta fiscalía la lleva día sí, día no a la portada de los medios de comunicación, habida cuenta de que la corrupción ha conocido en el periodo 2003-2016, burbuja especulativa del suelo y de la vivienda mediante, un crecimiento sin precedentes­.

De ahí que se haya convertido en una institución apetecible para los fiscales con cierta antigüedad. Belén Suárez se hace cargo de la fiscalía el 25 de octubre. Y su cargo de fiscal jefe en funciones durará un periodo que todavía no se puede establecer. El nombramiento surge de un concurso previo y para convocarlo habrá que esperar hasta la designación del nuevo fiscal General del Estado una vez que Rajoy sea investido presidente y forme el gobierno.

Belén Suárez es, más allá del cargo que ocupará en funciones, aspirante a ser nombrada por un periodo de cinco años. Pero no es la única aspirante: también optarán Alejandro Luzón, miembro en excedencia de la Fiscalía Anticorrupción desde la época de Jiménez Villarejo, que actualmente es teniente fiscal en la secretaría técnica de la Fiscalía General del Estado, nombrado a propuesta de la fiscal general Consuelo Madrigal; y los fiscales del Tribunal Supremo, Manuel Dolz y Manuel Moix.

En el ministerio Fiscal hay 80 plazas en las que hay que designar o renovar mandatos en la actualidad, entre ellas algunas de gran importancia, como el cargo de fiscal jefe de la Audiencia Nacional (Javier Zaragoza) y el del fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (Juan Calparsoro). Estos dos últimos no pueden ser nombrados/renovados hasta tanto se aclare la situación en la Fiscalía General del Estado.

El puesto de Salinas supone para el fiscal que se haga cargo automáticamente la categoría máxima de la carrera fiscal, el fiscal de sala. Aunque se hace por concurso y luego el Consejo Fiscal se pronuncia, su dictamen no es vinculante. Es la fiscal General del Estado quien propone al fiscal jefe Anticorrupción y el ministro de Justicia lo lleva al consejo de ministros.

Belén Suárez ha llevado desde su puesto número dos de la Fiscalía Anticorrupción la investigación en España y en Andorra del patrimonio de la familia del expresident Pujol. Es el llamado “azote” del ex president-

La fiscal general del Estado, Madrigal, puede optar a un mandato completo (cuatro años en este puesto) ya que cuando se forme previsiblemente Gobierno, habrá estado menos de dos años en su cargo, condición que le permite postularse para un mandato completo.

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