Comer sin gluten: ¿intolerancia o moda?

Cada vez más personas optan por eliminar este alimento de su dieta, aunque no son diagnosticadas como celíacas o intolerantes

Natàlia Costa
5 min
Menjar sense gluten: intolerància o moda?

BarcelonaNo comer gluten ya no es sinónimo de ser celíaco o intolerante. Cada vez son más las personas que deciden de manera firme abandonar la ingesta de este alimento por causas diversas, como puede ser mejorar la salud, adelgazar o simplemente seguir la tendencia. Algunos argumentan que si no lo comen hacen mejor la digestión, y otros están convencidos de que son celíacos o intolerantes a pesar de no haber sido diagnosticados. Todos ellos conforman una masa de personas que, sin saber si tienen la enfermedad o no, tienen que convivir con su máximo inconveniente: prescindir del trigo, entre otros cereales, durante toda la vida. Otro caso es el de aquellas personas que sin tener ningún síntoma creen que prescindir del gluten en la dieta es una manera de adelgazar, y que comerlo es dañino. De hecho, las redes sociales están llenas de la etiqueta #glutenfree, asociada a selfies esculturales que no tienen nada que ver con los inconvenientes de esta intolerancia alimentaria. Esta diversidad de situaciones hace que exista la creencia generalizada de que la celiaquía es una moda y a menudo no se toma en serio. Pero, ¿qué hay detrás de este brusco cambio de hábitos?

Lorena, de 31 años, explica que abandonó el gluten porque, después de comer pasta, pan y derivados, notaba que se le hinchaba la barriga "como una embarazada" y a menudo tenía diarreas. "Amigos míos que tenían los mismos síntomas que yo me recomendaban que dejara el gluten durante un tiempo", explica. Las pruebas médicas determinaron que no era celíaca pero que podría tener intolerancia. Por eso el médico le aconsejó eliminar el gluten durante seis meses para comprobar la reacción del cuerpo. Y de momento es lo que le ha dado mejores resultados: "Al final tenemos que hacer caso al cuerpo e ir probando", explica Lorena. Un caso similar es el de Núria, de 45 años, que tenía digestiones pesadas, acidez y también se le hinchaba la barriga cuando ingería gluten. A pesar de que las pruebas médicas salieron bien, el médico le aconsejó comer sin gluten y sin lactosa para ver la evolución. "Después de cinco meses con la dieta, los síntomas han desaparecido", asegura Núria.

Tomar la decisión por ti mismo

También Natàlia, de 27 años, dejó de comer gluten porque los alimentos que llevaban harina le provocaban diarreas. A diferencia de Núria, sin embargo, fue ella quien tomó la decisión de dejar de comerlo, ya que asegura que los médicos no se lo recomendaron, sino más bien lo contrario. "Incluso hubo un médico que me dijo que el pan no provocaba diarrea -explica Natàlia-. Son los hechos los que me dicen que estoy mejor sin gluten. Lo tengo comprobado". Por su parte, Rosa, de 28 años, dejó el gluten por recomendación médica, asesorada por un digestólogo y un naturópata-nutricionista. "Ambos me han explicado varias veces que se encuentran con muchos pacientes que hablan del gluten como si fuera veneno porque se lo ha dicho algún amigo", dice Rosa, que lamenta que últimamente se crea que este alimento es el culpable de muchos problemas digestivos, aunque no se padezca una enfermedad o intolerancia.

"Desconozco por qué se ha extendido este mantra, pero lo cierto es que cada vez hay más gente que no come gluten y esto ha hecho bajar los precios de los productos, lo que nos beneficia a muchos", celebra Rosa. Por el contrario, critica que haya restaurantes, bares y tiendas que, como mucha gente come sin gluten por moda, no tienen suficiente cuidado a la hora de procesar los alimentos e indican que sus productos son sin gluten cuando en realidad están contaminados. "Esto puede perjudicar mucho a los celíacos y puede ser negativo también para los intolerantes", argumenta Rosa.

¿Una moda saludable?

También hay quien opta por no comer este alimento simplemente porque cree que es más saludable. Los fans de la tendencia pregonan esta filosofía en las redes sociales con la etiqueta #glutenfree. Y la tendencia ha alcanzado niveles extremos: Zara, por ejemplo, estampó camisetas con la interpelación "Are you glutenfree?", que indignó a muchos enfermos de celiaquía e, incluso, motivó una campaña de Change.org que consiguió casi 53.000 firmas. "No tiene ningún sentido dejar el gluten sin ser intolerante", expone el doctor Manuel Jiménez, autor de La dieta slow. El profesional avisa de que no aporta ninguna ventaja, y lamenta que haya esta corriente de moda "injustificada". También asegura que no tiene ninguna utilidad dejar el gluten si no se es celíaco o intolerante, y sobre todo recuerda que "es falso que sirva para adelgazar". "De hecho, los celíacos engordan cuando empiezan a comer sin gluten, ya que mejoran la inflamación intestinal y aprovechan mejor los alimentos", opina el doctor, que considera que las personas que dejan el gluten sin tener intolerancia "siguen una moda esnob ", que el doctor atribuye a la publicidad. "El trigo fue el principal nutriente de la especie humana desde la prehistoria: en Mesopotamia, Egipto, Grecia y Roma", argumenta Jiménez, y añade: "Los casos diagnosticados aquí de intolerancia suponen sólo el 1% aproximadamente".

Por su parte, Montse Alives, técnica en dietética y nutrición y autora de La dieta de los dados, considera también que si no hay un diagnóstico que lo aconseje "no es recomendable la exclusión del gluten, ya que esto puede impedir precisamente que se pueda hacer un diagnóstico claro". Para Alives, el aumento de personas que deciden abandonar este alimento se debe a que "hay muchas sintomatologías de las que se desconocen las causas, tales como la fibromialgia, dolores articulares, migrañas, depresiones, etc., y que se relacionan con la comida", explica. Y añade: "Cuando un intolerante diagnosticado deja de ingerir gluten, mejora totalmente su energía, la digestión, la absorción y el estado anímico. No es una moda, no es preventivo, y no cura nada si no se es intolerante". De hecho, la doctora argumenta que "no hay ningún estudio que determine que dejar el gluten mejora la salud de los que no son celíacos o intolerantes".

Crecen los casos de celiaquía

Alives también apunta que ha habido un aumento de casos de pacientes con celiaquía: "Ha pasado de ser una enfermedad minoritaria a ser una enfermedad frecuente", comenta la doctora, y explica que el diagnóstico de esta enfermedad ha mejorado mucho en los últimos 30 años. "Ahora se detecta más fácilmente que antes y por eso también hay más casos. También se han incrementado mucho los casos de alergias alimentarias, de diabetes tipo 1 y de enfermedades relacionadas con la tiroides, sobre las que hay un montón de teorías vinculadas a los cereales", concluye Alives.

Aumenta la oferta sin gluten

Una consecuencia del aumento de personas que han eliminado el gluten de su dieta es que la oferta de productos sin este alimento se ha multiplicado. El responsable de productos sin gluten de Caprabo, José Moreno, explica que "es un consumo que, debido a las modas, cada vez obtiene más demanda", y señala que es muy destacable el esfuerzo realizado por los fabricantes. "Actualmente es prácticamente imposible distinguir una galleta, una magdalena, un cereal o una pizza con gluten o sin". Moreno también explica que en el incremento de ventas de estos productos podría influir el hecho de que para las familias con alguna persona celíaca es más fácil y seguro comer sólo productos sin gluten. Caprabo incrementó notablemente la oferta de productos sin gluten hace unos cinco años, cuando detectaron su demanda. Actualmente se pueden encontrar casi 600 productos sin gluten y casi un 80% son de marca blanca. "La demanda no ha parado de crecer en los últimos años y permanentemente estamos ampliando la presencia de productos sin gluten en nuestras tiendas", añade Moreno convencido.

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