Eduardo Mendoza: "Mis libros son fáciles, no suponen un esfuerzo para los lectores"

El autor de 'La ciudad de los prodigios' acaba de ser galardonado con el premio Cervantes

Jordi Nopca
2 min
Eduardo Mendoza després de guanyar el premi, a l'Instituto Cervantes de Londres

Eduardo Mendoza ha pasado un día de emociones fuertes, pero conserva la serenidad y tranquilidad habituales. Descuelga el teléfono con un tímido "Hola?", Como si no acabara de creer -aunque termine de ganar el Cervantes- que otro periodista le quiere hacer unas cuantas preguntas.

'La verdad sobre el caso Savolta', 'La ciudad de los prodigios' y 'Sin noticias de Gurb' han marcado su trayectoria. De las otras doce novelas que ha publicado, ¿hay alguna que crea que ha pasado desapercibida injustamente?

He escrito todos los libros con ilusión, pensando que hacía algo interesante, pero no todos han tenido una buena recepción del público. Al cabo de los años me he dado cuenta de que los lectores tenían razón de no acercarse a todas las novelas con la misma intensidad. También soy consciente de que mi carrera literaria ha sido muy buena: conseguir tres éxitos en una sola vida profesional es mucho. !Hay muchos autores que, con suerte, han tenido uno!

¿Un autor quiere igual a todos sus libros?

Yo no usaría la palabra querer. Poco o mucho me reconozco en todos los libros. Las cosas son así, no se pueden ganar todos los partidos. Los altibajos son normales.

Dijo que 'El Quijote' de Cervantes le ha sido un referente en relación al uso del sentido del humor. ¿Qué otros libros o autores le vienen a la cabeza?

Voltaire, por ejemplo. Lo he leído mucho y lo sigo leyendo. Utiliza el humor y la parodia para hablar de cosas de la época y para defender la tolerancia. Otra influencia importante es Josep Pla. Su obra tiene un gran sentido del humor, aunque a veces no sea humorística. Para mí ha sido igual de importante escribir literatura de humor que literatura con humor, que no es lo mismo.

El humor no es terapéutico.

Exacto. Pensarlo es una tontería. Está muy bien si tienes un problema y miras una película divertida para distraerte, pero no tenemos que darle más importancia. El humor no es un sistema curativo ni una manera de hacer crítica.

Dice que la principal virtud y defecto de sus libros es que son "cómodos de leer". ¿Por qué?

Mis libros son fáciles, no suponen un esfuerzo para los lectores. A veces se puede pensar que esta facilidad equivale a la literatura comercial, pero hay grandes escritores fáciles de leer, como Hemingway, Baroja o el mismo Pla. Hago un esfuerzo por hacer que mis novelas sean comprensibles, agradables y divertidas. Si algún día necesito ser hermético, me pondré.

Esta sería la la virtud. ¿Y el defecto?

Mis libros se recomiendan en las escuelas. El sistema educativo propone lecturas demasiado fáciles a los alumnos.

Quizás son novelas fáciles, pero son una fiesta lingüística.

El hecho de haber sido traductor simultáneo durante años me hizo ser más consciente de lo que es una lengua. Vivimos en una familia de lenguas -la de la calle, la técnica, la del amor, la de los delincuentes- que nos acompañan en todo momento, y eso me fascina y lo quiero reflejar en los libros.

¿Después del Cervantes qué hará?

El premio me da más libertad. Ahora puedo desaparecer unos años antes de publicar nada más.

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