Jordi Sánchez: "Me han llegado a decir: 'Siendo catalán, ¿cómo puedes hacer de Antonio Recio?"

El actor cómico habla de su personaje en 'La que se avecina': "También podría hacer de Hitler. Me encanta hacer un personaje que no sea plano, me da igual si es bueno o malo. Es ficción"

Laura Serra
4 min
Jordi Sánchez ha estrenat una nova comèdia al Teatre Condal, Avui no sopem, mentre està de rodatge a Andalusia.

Jordi Sánchez estudió enfermería y trabajó en el Hospital Valle de Hebrón de Barcelona hasta que le ofrecieron plaza fija y decidió dejar el trabajo para dedicarse a su verdadera vocación. Ahora está tan solicitado que no pudo ni estar en el estreno de Avui no sopem en el Teatre Condal. Responde por teléfono desde Andalucía, donde rueda la película Señor, dame paciencia, una versión de la francesa Dios mío ¿pero qué te hemos hecho?

Cuesta mucho verte en los escenarios, debe de hacer una década que no haces de actor en el teatro.

Porque trabajo en Madrid de lunes a jueves, y vuelvo los fines de semana a Barcelona, donde no he dejado de vivir nunca. Si me quedara en Madrid a hacer teatro, me quedaría sin familia, y si hiciera teatro en Barcelona, no podría hacer la serie en Madrid.

Pero sí puedes escribir teatro.

Lo tengo muy organizado. La serie la hago seis meses al año y los otros estoy en Barcelona. Entonces quedo con Pep Anton [Gómez], con el que escribo teatro desde hace años, y viene a casa a las 9 de la mañana hasta la hora de comer, y también algunas tardes. Es la manera de no parar, porque a veces hacemos teatro intentando que se estrene y hay veces que hacemos teatro con fecha de estreno, por encargo.

Dedicas media vida al teatro, pero eres popular por la televisión. ¿Te molesta?

No, porque tiene sentido. En La que se avecina te pueden ver 3 o 4 millones de personas, y en una obra de teatro quizás 500.

Tú fuiste uno de los primeros autores catalanes que estrenaste en salas comerciales, haciendo obras que podían ser rentables.

Cuando empecé con Kràmpack era un alumno del Institut del Teatre con ganas de escribir para generarme trabajo como actor. Siempre me había gustado escribir, pero para mí, como cosa liberadora, nunca pensé que me dedicaría a ello. Allí vi que lo que escribía gustaba. No había la voluntad de hacer teatro comercial. Hacíamos teatro. Pero nos colocaron la etiqueta, "teatro comercial de calidad", porque la gente iba a verlo. Aunque es un término que se ha usado mal. ¡Shakespeare era comercial! A veces hay mucho esnobismo. A mí me han dicho: "Yo este tipo de teatro no..." Pero yo no le digo a nadie: "Hace 25 años que haces teatro subvencionado".

¿De dónde te surge la inspiración?

De lo que me ha ido pasando en la vida. En Kràmpack era un tío de 25 años y vertía ahí lo que me pasaba en ese momento. Después hablas de las relaciones de pareja y de la dificultad de comprometerse en Excuses! Y en esta última, Avui no sopem, hablamos de los abuelos esclavizados cuidando a los nietos. Es fundamental hablar de cosas que conoces, de relaciones humanas que tienes cerca, porque para hablar de prisiones y campos de concentración... no sabría por dónde empezar. Lo que más me interesa es crear personajes conectados a la realidad. Siempre me ha gustado el humor, pero para explicar cosas que me importan.

La próxima temporada de La que se avecina

No. Pensé que duraría seis meses, porque en aquella época si la serie no funcionaba al segundo capítulo la tiraban. Y mira. Creo que la clave es que son muy buenos creadores de personajes y dialoguistas. Y esto cuesta mucho encontrarlo. Mi personaje es fascista, homófobo, xenófobo y tiene que caer bien. A mí me hace reír porque es muy destroyer, pero todos los colectivos de la historia se me podían echar encima, y no ha pasado. Han entendido que era una crítica al facha, porque lo castigan mucho y está muy solo. A mí me gusta la serie.

¿Estás cómodo con el personaje? Él tiene muchas ganas de protagonismo, diría que al contrario que tú, que estás desaparecido de la escena catalana.

Es que nos cuesta más estrenar en Barcelona que en Madrid. El eunuco ha circulado dos años, Mitad y mitad dos años más. Todo esto lo hemos querido hacer en Cataluña. Pero no hemos podido. Es más complicado. En el momento que quieres estrenar como autor, hay muchos otros autores. A veces me han llegado a decir cosas raras como: "¿Cómo puedes hacerlo siendo catalán?" ¿Qué tiene que ver? También podría hacer de Hitler. Me encanta hacer un personaje que no sea plano, me da igual si es bueno o malo. Es ficción. La gente a veces confunde cosas. Un tipo como Antonio Recio no lo aguantas en la vida, porque es un intransigente e intolerante. Es el tipo de persona que más detesto.

La estela de Plats bruts

Y eso que nos costó colarlo a TV3. Hablábamos de nosotros, de lo que nos pasaba, y esto hizo que la gente se identificara con la serie. Lo que ha venido después me supera. Creo que a la gente le da buen rollo cuando ve que ponen Plats bruts, es como una música que te evoca cosas.

¿Que se repongan las series os molesta?

Depende. La que se avecina la pasan cada día 5 o 6 veces. Y sólo hemos hecho 150 capítulos. Cada capítulo se ha pasado unas dos mil veces, y no exagero. Plats bruts sólo se hace en verano, pero todos los veranos. Yo preferiría que hubiera algo nuevo, francamente.

stats