La telenovela epistolar entre Iglesias y Errejón sobre la lucha por el poder

Pablo Iglesias, secretario general, oficializa en la mañana de ayer lunes 12 la lucha por el poder que mantiene con Iñigo Errejón, secretario político. “Quiero un Podemos en el que tú, uno de los tipos con más talento y brillantez que he conocido, puedas trabajar a mi lado y no frente a mí”, escribe en una “carta abierta a Iñigo”.

Pero antes de esta presunta declaración de amor, Iglesias enseña los dientes: “Sabes como yo que la visión editorial que comparten casi todos es que el "moderado errejonismo" representa el mal menor frente al "radical pablismo". Sabes como yo que esa visión no solo hace un flaco favor al prestigio de tu proyecto (ser el 'preferido' de ciertos poderes no genera credibilidad entre nuestra gente), sino que envilece los debates”.

La misiva de Iglesias pretende “marcar el terreno” ante la reunión del Consejo Ciudadano, la dirección de Podemos, el próximo fin de semana.

Errejón reacciona a la defensiva tras leer la carta. “Me está haciendo [Iglesias] una invitación y yo estoy encantado de aceptarla. Creo que estamos de acuerdo en no convertir esto en una telenovela privada, ni siquiera un telenovela de genero epistolar”.

Pero anoche contribuía él mismo a la telenovela de genero epistolar que había denunciado. Un Errejón florentino contestaba a través de una carta en su cuenta de Facebook. “Sabes que tu carta me ha hecho pensar y emocionado. Habrá sido pública pero soy su orgulloso destinatario….Sabes que voy a seguir haciendo camino junto a ti, porque se lo debemos a nuestra gente….Pero nosotros estamos de paso, habrá un tiempo en el que demos un paso atrás y vengan otros y otras”.

Iglesias anunció el pasado 5 de diciembre, sin someter la propuesta previamente a la dirección, que el congreso, - la Asamblea Ciudadana- se celebrará en en la segunda semana de febrero en la plaza de toros de Vistalegre, en idénticas fechas que el cónclave del Partido Popular. Al tiempo reveló que los próximos días 18,19 y 20 de diciembre los militantes deberán pronunciarse sobre la metodología del congreso (modificación del sistema de votación y el formato del debate). Iglesias propone debatir conjuntamente las propuestas programáticas y elegir la dirección.

Cogido de sorpresa, Errejón y los suyos respondieron el pasado viernes mediante un manifiesto apoyado por trescientos cargos (ayer ya eran cinco mil los firmantes) en el que se propone debatir primero los proyectos y después elegir los cargos. Quieren más democracia y que el debate no acabe en “sometimiento”.

En su misiva, Iglesias señala: “Creo, compañero, que es más sensato vincular cualquier lista a las ideas y al proyecto que defienden sus miembros… Por eso me preocupa votar por separado los proyectos y las personas, pues creo que las personas no pueden desvincularse de sus ideas”.

¿Cuál es el problema de fondo? Iglesias quiere un partido político en toda regla. Por ello, sin comunicarlo, hizo inscribir, según trascendió a mediados de noviembre, el nombre de Unidos Podemos –usado para acudir a las elecciones del 26 de junio- en el registro de partidos del Ministerio del Interior el pasado 29 de septiembre.

Un partido en el que Iglesias aspira a ser el secretario general, con el apoyo de la antigua Izquierda Unida y de Anticapitalistas. Iglesias, pues, quiere a su lado…derecho a Errejón, y a su lado izquierdo a dirigentes como Miguel Urban y la diputada Teresa Rodríguez, secretaria general de Podemos en Andalucía.

La idea de este partido, oh casualidad, aparece formulada en un artículo del diputado Manuel Monereo publicado el pasado domingo, día 11, en el que define a Podemos como una ”forma-partido en proceso de construcción” hacia lo que debería ser un “partido normal” en condiciones “normales”.

La batalla está servida.