Empar Moliner

El último tabú

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Kiko Casilla celebra el triomf blanc contra el València (3-2)

El futbolista del Real Madrid Kiko Casilla, nacido en Alcover (Cataluña), contestaba a las preguntas de la rueda de prensa posterior al partido. Como sucede a menudo, el periodista de un medio en catalán le hizo una pregunta en catalán. Explico la mecánica de esta manera de actuar pensando en los lectores españoles de este diario, que, a menudo, sin querer, aplican una visión monolingüe y centrista -a las cuestiones periféricas.

Así pues, dejadme decir que en Cataluña se habla catalán. Se ha hablado catalán en tiempos de Felipe V, por lo que ahora, en tiempos de Felipe VI, no vamos a dejar de hacerlo. Los programas se hacen en catalán. Y es muy raro que en un programa en catalán un deportista catalanohablante haga declaraciones en castellano. Sería comparable, para entendernos, a que Antonio Muñoz Molina tras una conferencia sobre Cervantes en Nueva York contestara a las preguntas de un periodista de la Cadena SER en inglés (una lengua que debe de amar y dominar). Y si alguien encuentra esto ilógico y en cambio lógico que Casilla no hable en catalán para un medio catalán, entonces el problema no es de concepto, sino de supremacía. Y no lo puedo arreglar yo, sino la terapia.

Tenemos que Casilla, pues, le pidió al jefe de prensa de su equipo, el Real Madrid: "¿En catalán?" Y el jefe de prensa dijo: "No, no, en español". Casilla sonrió (una sonrisa tímida, tal vez avergonzado y párvulo) y acató la orden. Dice que no le han prohibido hablar en catalán. Que le damos demasiada importancia. Y estoy segura de que tiene razón, de que no le han prohibido "explícitamente" hablar en catalán. Lo curioso es que tenga que preguntar "¿En catalán?". Y que cuando le digan lo que tiene que hacer, lo haga. Porque sí, porque nadie puede ser un héroe todo el tiempo. Preguntar "¿En catalán?" en España es provocar. El catalán, en España, se ha convertido en un tabú. Exactamente en un tabú. Una cosa fea que es mejor no nombrar.

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