Pedro Sánchez deshoja la margarita: ¿qué hará el exlíder del PSOE ante la investidura de Rajoy?

El defenestrado-dimitido secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, dice a sus íntimos que está barajando qué hacer con su vida ante el día D y la hora H, es decir, el voto de investidura en la segunda votación del próximo sábado, día 29 de octubre. Fuentes fidedignas señalan que cada vez más se inclina por la opción de entregar el acta de diputado y no acudir a la votación.

Las tres opciones que viene barajando desde el 1 de octubre, el día en el que perdió la votación a manos de Susana Díaz y la mayoría de barones territoriales del PSOE y dimitió, y más especialmente desde la victoria de la abstención, el pasado domingo 23, son las siguientes. 1) Mantener su línea de que “no es no” en la segunda votación. 2) Quedarse en casa y no acudir a votar para no hacerlo contra la resolución del Comité Federal de abstenerse en bloque para investir presidente a Rajoy. 3) Entregar el acta de diputado y dar por concluida su carrera política.

Las fuentes consultadas señalan que la conducta de la comisión gestora presidida por Javier Fernández de defender la abstención del grupo parlamentario socialista, tal como planteaba la resolución aprobada, y cerrar las puertas a un debate interno sobre la posibilidad de la abstención de solamente once parlamentarios, los necesarios para sacar adelante la investidura de Rajoy, ha provocado decepción y desmoralización en Sánchez.

¿Por qué? Porque Sánchez barajaba, precisamente, a finales de junio y julio pasados, la abstención por la mínima si el candidato del Partido Popular obtenía el apoyo de Ciudadanos y de Coalición Canaria, es decir, 170 escaños.

Esa fue la posición del presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, quien declaró cuatro días después de las elecciones del 26-J que solo concebía una “abstención a último hora y la mínima imprescindible”. Sin embargo, el avance de Susana Díaz el 1 de octubre y la victoria de la abstención en la reunión del comité federal del pasado domingo 23 han conducido a una situación en la que las fuerzas triunfantes –Susana Díaz y los representantes de los ex secretarios generales del PSOE José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba, es decir, José Blanco y Elena Valenciano- quieren sellar y consolidar su control.

¿Puede una decisión de Pedro Sánchez de entregar su escaño apaciguar a las fieras? “Hay que conocerles. Quieren que nadie se atreva a discrepar. La entrega del escaño por parte de Sánchez no saciará su sed de venganza”, ha dicho a este periódico un dirigente socialista.

De las opciones barajadas por Sánchez, señalan fuentes socialistas, la de quedarse en casa es totalmente inviable, porque sería acabar borrándose de toda responsabilidad. Es decir, Sánchez se habría escondido para no dar la cara.

Respecto a las otras dos, la de mantenerse en el “no es no” el sábado supondría reiniciar la batalla por el liderazgo de PSOE, mientras que la entrega del escaño le permitiría concluir su carrera sin estar presente en el momento de la investidura de Rajoy.

Al llegar a las puertas del Congreso ayer miércoles, ante la enorme expectación de los medios de comunicación, Sánchez, preguntado por lo que hará el sábado, señaló: “El sábado será otro día”.

¿El día en el que ya no estaré?