¿Es posible mantener viva la pasión a pesar del paso del tiempo?

Un nuevo estudio llega a la conclusión de que la pasión se puede mantener, pero alerta de una gran diferencia entre la satisfacción sexual de hombres y mujeres

Isidre Estévez
4 min
És possible mantenir viva la passió tot i el pas del temps?

Barcelona¿Es posible mantener viva la pasión en una relación? ¿Se puede continuar deseando el otro a pesar del paso del tiempo? ¿O es inevitable perder el interés? Con muchas variantes, estas preguntas se las hacen a menudo los que viven en pareja. En una época en que separarse y divorciarse es tan habitual como irse a vivir juntos, el interés por el tema no ha parado de crecer, hasta el punto que psicólogos y sexólogos han dedicado numerosos trabajos a intentar saber si la pasión se acaba de forma irremediable y, en los casos en los que esto no es así, a saber cuál es la fórmula, como se consigue mantener el deseo más allá de los estadios iniciales de una relación.

Los últimos en hacerlo han sido un grupo de investigadores de diferentes universidades de California y del Instituto Kinsey, uno de los máximos referentes mundiales en materia de sexología. Científicos de las tres instituciones han analizado la vida sexual de 52.588 personas y han llegado a la conclusión de que, aunque el enamoramiento tiene fecha de caducidad, no es cierto que la pasión esté condenada a extinguirse.

Los trabajos de referencia en el ámbito de la psicología -como el de Sternberg, autor de la teoría triangular del amor- sostienen que la pasión desaparece con la misma rapidez e intensidad con la que llega. Es un proceso natural, un mecanismo de la evolución humana que sirve para que un hombre y una mujer se sientan atraídos, se reproduzcan y superen los estadios iniciales, y más peligrosos, de la cría del hijo. Luego la pasión ya no sirve, al menos desde un punto de vista evolutivo.

Després dels heterosexuals, els homes homosexuals són els que més sovint arriben a l'orgasme

A pesar del paso del tiempo, hoy las cosas no son muy diferentes, según los trabajos clásicos, que consideran inevitable que el enamoramiento y la pasión decaigan con el paso del tiempo. Cuando esto ocurre las parejas se enfrentan a una situación crítica, y sólo sobreviven a la crisis las que previamente han sido capaces de crear un clima de intimidad y una voluntad de compromiso. Pero el nuevo estudio desmiente este planteamiento convencional y concluye que, si se alimenta de forma correcta, la pasión puede durar años y décadas.

Los autores del nuevo trabajo, que acaba de aparecer en 'The Journal of Sex Research', reconocen que, efectivamente, muchas parejas tienen problemas a la hora de mantener la satisfacción sexual y, todavía más, la pasión. Muchas lo intentan, pero no todas lo consiguen. ¿Cuál es la fórmula que siguen los que lo logran? Tras analizar los datos, los autores del estudio apuntan a tres factores que, juntos o por separado, pueden contribuir a realimentar una vida sexual que decae:

  • Comunicación constructiva. Las personas a las que no les da miedo expresar en voz alta sus deseos y fantasías están más satisfechas con su vida sexual.
  • Besos, caricias, abrazos... El afecto es un potente afrodisíaco, según el estudio, que remarca que tanto hombres como mujeres se declaran más satisfechos cuando el contacto sexual tiene lugar en un contexto amoroso. El afecto estimula la pasión y es importante antes y después del acto sexual; los momentos anteriores y posteriores son muy importantes.
  • Romper la rutina. Una cita preparada con cuidado, una escapada romántica... son clásicos que funcionan, así como vestir ropa sexy y dar o recibir un masaje.
Entre les dones, les que es declaren més satisfetes són les homosexuals

El orgasmo como síntoma

No es el único indicador, pero el orgasmo es el principal termómetro para medir el grado de satisfacción sexual de los amantes. Pero al orgasmo no llega a todo el mundo. De hecho, las diferencias son significativas y muestran un panorama muy desigual entre hombres y mujeres. Según el estudio, los hombres llegan al orgasmo mucho más a menudo que las mujeres, pero el clímax no sólo depende del género, sino también de la orientación sexual. Así, los hombres heterosexuales son los que más llegan al orgasmo durante un contacto sexual: un 95% de las veces. Por detrás de ellos están los hombres homosexuales (llegan al orgasmo el 89% de las veces), y los bisexuales (un 88%). Las mujeres que más a menudo tienen un orgasmo durante una relación sexual son las homosexuales (un 86% de las veces), pero cuando entra un hombre a la ecuación el porcentaje se reduce de forma muy notable. Sólo el 66% de las relaciones sexuales de las mujeres bisexuales terminan en orgasmo. Cierran la lista las mujeres heterosexuales, con un 65%.

Los autores del estudio no se han limitado a constatar que las mujeres heterosexuales aseguran tener una vida sexual menos satisfactoria que las mujeres homosexuales (y mucho menos que sus compañeros, los hombres heterosexuales), sino que han querido conocer las causas de esta diferencia. Según los autores, "las mujeres lesbianas tienen una idea más clara de cómo funciona la anatomía femenina y la estimulación del clítoris". Para los investigadores, mientras que las mujeres homosexuales cambian de rol con sus parejas, los hombres heterosexuales no lo hacen, lo que explicaría una diferencia que, aseguran los autores, no debería existir: "La diferencia de orgasmos se podría reducir enderezando factores socioculturales y evolutivos y estimulando una mayor variedad de actividades entre hombres y mujeres".

¿Hay un camino a seguir? Sí, dicen los autores, que comparan las prácticas sexuales de las mujeres heterosexuales que tienen más orgasmos con las que tienen menos para elaborar un listado que sirve de guía práctica para mejorar la vida sexual. No necesariamente tiene que ser una guía válida para todos, pero los autores constatan que las mujeres que tienen más orgasmos:

  • Reciben y dan más sexo oral.
  • Mantienen contactos sexuales más largos.
  • Están más satisfechas con sus relaciones.
  • Piden lo que les gusta en la cama.
  • Dicen a su compañero las cosas que éste hace y que les resultan agradables.
  • Envían mensajes o correos, o hacen llamadas de contenido sexual.
  • Visten lencería y ropa sexy.
  • Prueban nuevas posturas.
  • Practican la estimulación anal.
  • Ponen en práctica sus fantasías.
  • Hacen comentarios de tipo sexual.
  • Manifiestan afecto y amor durante el acto sexual.
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