Inmigrantes malos

De entre todas las barbaridades que se han llegado a decir estos días, hay una que destaca (y no es fácil, porque el podio está muy competido). Es la que dice que la culpa de los atentados de Barcelona la tiene Pujol porque prefirió a inmigrantes musulmanes del norte de África antes que a inmigrantes cristianos de América Latina, porque estos hablaban castellano. No es algo que se diga solo en voz baja. Se ha dicho en voz alta y se ha escrito. Es una barbaridad epistemológica, porque no describe la realidad y porque desconoce los mecanismos de las migraciones. Aunque quisiera, Cataluña no tiene manera de elegir a inmigrantes. Son los emigrantes quienes eligen dónde quieren ir, dónde creen que tendrán más oportunidades. Y a Cataluña ha llegado mucha gente del norte de África y mucha gente de América Latina. Mucha gente fantástica, de un lugar y de otro, y alguna gente problemática, como ocurre siempre. Pero la afirmación es sobre todo una barbaridad porque lleva implícita una calificación de los inmigrantes entre buenos y malos, entre deseables e indeseables, según la religión o la procedencia, que tiene un perceptible tufo racista. Como la afirmación es falsa, no informa para nada sobre qué pasa en Cataluña. Y como es racista, informa mucho sobre la ideología de quien la hace.