EL APUNTE

El desconcierto

Esther Vera
1 min

Tras la declaración del Parlamento del viernes, la aplicación implacable del artículo 155 –que interviene completamente el autogobierno catalán– y el anuncio de elecciones para el 21 de diciembre, el Govern quedó en silencio y los ciudadanos digiriendo las emociones. La declaración del presidente y el artículo del vicepresidente anunciaban un giro estratégico a favor de presentarse a las elecciones autonómicas para recuperar la atalaya de las instituciones, pero nadie sabía cuál sería el siguiente paso. El desconcierto ha aumentado con la marcha de la mitad del Govern. Carles Puigdemont y cinco consejeros explican el martes la sorprendente decisión de irse a Bélgica, donde esperan mantener el foco internacional y retrasar la actuación de la fiscalía española, que los acusa de rebelión, sedición y malversación.

Los contactos entre los partidos exploran la posibilidad de una lista única que defienda la posición del bloque soberanista ante la movilización unionista. "La lucha cainita" de la semana pasada, en palabras de uno de los actores principales, ha dejado heridas, pero se escucha con respeto la voluntad de unidad de Jordi Cuixart y Jordi Sánchez, encarcelados. El giro de guión coincidió con el primer día de control de la administración y las primeras sugerencias de que la documentación esté en castellano para que "lo entienda todo el mundo". El cansancio y el desconcierto de muchos ciudadanos tendrá que hacer frente a un nuevo hito, y es el 21 de diciembre, cuando se podrá votar para recuperar la Generalitat.

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