En defensa de la unidad de España se activarán todos los resortes del Estado. Valdrá todo, como ya se ha anunciado desde el gobierno del PP y desde el poder judicial, alineado como un solo hombre con el ejecutivo. No puede sorprender a nadie. Un estado como el español no cede poder voluntariamente y el PP lleva años en proceso de deconstrucción de la España de las autonomías. El sistema descentralizado, el aroma federalizante, ha sido combatido como una anomalía y el espíritu constitucional que buscaba la inclusión de la diversidad murió hace ya años por asfixia. Con un Rajoy prisionero de sí mismo, de su campaña de firmas contra el referéndum, sin capacidad de diálogo, el Parlamento de Cataluña vota este miércoles la ley del referéndum. La consulta quedará convocada y las hostilidades serán abiertas y con protagonistas y peones diversos. Sociedad Civil Catalana ha servido al Tribunal de Cuentas para hacer una nueva e irregular operación contra los funcionarios vinculados directamente o no al 9-N. El objetivo es atemorizar a los servidores públicos y que nadie firme ni una orden, ni un expediente. Las amenazas se extienden a toda la sociedad. A las empresas que podía contratar la administración, a los ciudadanos que quieren votar. El miedo tendrá un efecto, pero la dignidad es un motor muy poderoso. La sentencia del Tribunal Constitucional contra el Estatut abrió la caja de Pandora. Este miércoles el Parlament y el Govern dan un paso decisivo, una salida adelante. Entregarán el desenlace a los ciudadanos.
