Los privilegios del estudiante Urdangarin en Esade

Una convalidación excepcional hizo posible que hiciera en dos cursos un programa de cinco

Albert Martín
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Iñaki Urdangarin. EFE

BarcelonaEl reproche sonó como una bofetada: "Los alumnos no lo han visto en toda la carrera. Le habéis regalado el título". Quien hablaba era el padre de un estudiante que ese día se licenciaba en Esade. La respuesta también fue impactante, y aún se recuerda. "No os quejéis, podréis decir que vuestros hijos han estudiado con el marido de la infanta", respondió el directivo de la escuela a quien iba dirigido el reproche. Era el verano de 2001 y hacía poco que se había celebrado el acto de graduación de los alumnos que habían cursado la licenciatura y máster tanto de administración y dirección de empresas como de derecho.

El acto tuvo más pompa de lo habitual. Hay documentos audiovisuales que lo prueban. Fue un día radiante, en los Jardines de Pedralbes, y con presencia, en la primera fila, de la reina Sofía y de la infanta Cristina. El discurso, ese día, estuvo a cargo de Isidre Fainé, entonces director general de La Caixa. "Dirigir no será otra cosa que liberar talento humano y ponerlo al servicio de una causa noble...", explicó el financiero catalán.

Cuesta escuchar aquel discurso y pensar en Iñaki Urdangarin sin asustarse. Faltaba una década para que estallara el caso Nóos y se conocieran los negocios que urdió con profesores que justamente había conocido en Esade. Y faltaban 16 años para que Urdangarin fuera condenado a más de seis años de prisión y acabara repudiado por la casa real española y por una opinión pública que hasta entonces lo había mimado. Nada de eso se sabía aquel soleado día de julio, mientras Urdangarin recibía el aplauso del público al recoger su diploma y se certificaba el final de su periplo estudiantil en Esade, un camino que había arrancado solo dos años antes.

Era septiembre de 1999 cuando el duque consorte de Palma empezó a aparecer por el campus de la escuela barcelonesa. Costaba que Urdangarin pasara desapercibido. El aún jugador de balonmano del Barça (lo fue durante una temporada más, hasta el verano del año 2000) medía 1,97 metros y se movía por la escuela con dos guardaespaldas. Se había casado con la infanta Cristina en 1997 y era toda una celebrity. Un último aspecto hacía fácil reconocerlo: tenía 31 años en un campus donde muchos de sus compañeros habían iniciado los estudios inmediatamente después de los exámenes de acceso a la universidad. Por norma general, los alumnos de la licenciatura tenían entre 18 y 24 años.

Una decena de esos estudiantes han querido explicar al ARA lo que recuerdan del paso de Urdangarin por la escuela privada. Han accedido a hacerlo desde el anonimato, y de sus testimonios se desprenden algunas conclusiones curiosas. La principal, que muchos de ellos desconocían que habían estudiado exactamente lo mismo que Urdangarin, aunque obtuvieron los mismos títulos. "No te puedo ayudar, no estudiábamos lo mismo" ha sido uno de los comentarios más repetidos por sus supuestos compañeros de clase. "Pensaba que quizás era estudiante de postgrado, o que se estaba poniendo las pilas", dice un estudiante de la época. "No me di cuenta de que éramos compañeros de promoción, lo veíamos tan poco que podría haber estado estudiando derecho", añade otro.

Pero no era así. Como se puede comprobar todavía en la intranet de Esade, Urdangarin es licenciado y máster en administración de empresas de la promoción de 2001. Que lograra estos dos reconocidos títulos habiendo empezado a estudiar en septiembre de 1999 tiene mérito. Podría considerarse, de hecho, un verdadero milagro académico. "Hizo la carrera en dos años; empezó más tarde que nosotros y terminó antes: el balonmano debía de convalidar", ríe un ex alumno.

¿Cómo pudo Urdangarin hacer en dos años lo que a los mejores alumnos les cuesta cinco? Esade no ha respondido ni a esta ni al resto de preguntas que le ha planteado el ARA en las últimas semanas. Un portavoz indicó que "Esade no facilita datos de antiguos estudiantes de acuerdo con la ley de protección de datos". Fuentes conocedoras del caso, sin embargo, arrojan luz: el comité de convalidaciones de la Universitat Ramon Llull, de la que forma parte Esade, le convalidó todas las asignaturas de sus estudios previos, la diplomatura de empresariales de la Universitat de Barcelona, que se hacía en tres años.

Esta convalidación trasciende la condición de milagro para entrar directamente en otra categoría, que bien podría ser la de trato de favor. El ARA no ha podido encontrar ningún precedente de ningún estudiante que lograra convalidar tres cursos enteros gracias a una diplomatura en la UB. Un portavoz de Esade asegura que la escuela sí estudia casos de convalidaciones desde que su titulación es oficial, en 1992, pero precisa que lo hace "aplicando criterios académicos del máximo rigor". Este rigor extremo explica la unanimidad de los estudiantes de la época: sencillamente, Esade no convalidaba asignaturas de la UB.

El ARA quiso hacer la comprobación sobre este punto llamando a la secretaría de la escuela. ¿Un diplomado de empresariales de la UB podría convalidar créditos para matricularse en la licenciatura de Esade? La respuesta fue clara: "No convalidamos asignaturas de ninguna universidad, no le convalidaríamos nada, debería empezar desde primero". La insistencia del periodista sobre la posibilidad de que sí se den por buenas asignaturas ya aprobadas a diplomados de la UB tuvo un mínimo efecto. "Muy pocas veces hemos convalidado una o dos asignaturas". ¿Y esto ha sido siempre así? "Siempre desde que estoy aquí, hace dos años. Y mi compañera lleva cinco y tampoco ha visto nunca una convalidación". Fuentes académicas amplian este punto: "No hay buena correlación curricular entre materias de universidades públicas y privadas". Y añaden que "hay casos contados de alguna convalidación, especialmente si eran de universidades extranjeras". El caso es que el bloqueo de convalidaciones era recíproco: ni Esade convalidaba asignaturas o cursos aprobados en la UB, ni la UB lo hacía habitualmente con asignaturas de Esade.

La excepcional convalidación de tres cursos de la que se benefició Urdangarin fue decidida aquel año 1999 y no por Esade, sino por la universidad de la que la escuela formaba parte: la Universitat Ramon Llull, que tenía como rector a Miquel Gassiot. La comisión de convalidaciones de la institución la presidía Josep Gallifa. En declaraciones al ARA, afirma que las convalidaciones se hacían "con el máximo rigor académico". Pero no responde a por qué este proceso riguroso favoreció de una manera tan abrumadora a Iñaki Urdangarin. Gallifa añade que la comisión estudiaba las peticiones de convalidación de cada centro (Esade, en este caso) y que la decisión se tomaba con criterios académicos de manera colegiada. Añade un último punto: "Nunca el presidente ni ningún miembro de la comisión recibió ningún tipo de presión".

¿Por qué, pues, se hizo con Urdangarin lo que no se hacía con nadie? El ARA ha formulado la pregunta una decena de veces a diferentes interlocutores. La respuesta de Esade y de la Universitat Ramon Llull ha sido el silencio.

Lo cierto es que el marido de la infanta empezó los estudios en Esade desde el segundo ciclo, que consta de dos años, los menos complicados de un curso que es muy prestigioso tanto en España como en el extranjero. Los alumnos recuerdan que "en el primer ciclo caía la mitad de la gente". "Las asignaturas más difíciles estaban entre primero y tercero; no es una ingeniería, pero es difícil", dice otro estudiante. Esta dificultad explica que los estudiantes de Esade sean tan valorados en el mercado laboral.

Hay otro detalle interesante sobre la aceptación de Urdangarin en Esade que también tiene interés. Según ha podido saber el ARA, el marido de la infanta sondeó también el Iese, el eterno rival de Esade. En esta otra escuela se recibió el encargo de pensar qué programa especial podía cursar Urdangarin. Nunca se llegó a concretar ninguna propuesta y finalmente no estudió ahí.

Y un último dato. El tiempo que tardó Urdangarin en obtener la licenciatura y el MBA es de una velocidad récord -dos años para un programa de cinco-, pero su recorrido no era más rápido que el MBA normal que se estudia al margen de la licenciatura. Ahora bien, hay un detalle que hay que considerar: este último programa era y sigue siendo netamente más caro. Los precios actuales lo certifican: hoy el MBA tiene un precio de 64.900 euros, mientras que la licenciatura y máster tiene un precio de 16.200 euros por curso. Así, hacer dos años cuesta exactamente la mitad que el máster.

¿Cómo fueron esos dos años de Urdangarin en Esade? Sus compañeros de promoción tienen un recuerdo común: el duque de Palma a solas con un profesor en unas aulas pequeñas con paredes de cristal llamadas peceras. "Subías la escalera y veías allí a los seguratas, esperando en unos bancos que había fuera del aula", recuerda un antiguo alumno. Estas sesiones privadas fueron una constante a lo largo de aquellos años. Ni una sola voz de las que ha consultado el ARA lo recuerda en una clase con el resto de alumnos.

Esto hizo que en algunos casos se despertara un sentimiento de agravio. "Había pasado que nos tocaba una clase magistral con el profesor titular y no venía, venían sus suplentes porque el titular estaba siempre con Urdangarin", lamenta un alumno que sí era consciente de que compartían clase con el entonces duque consorte de Palma. "Se hizo habitual que las clases teóricas no las impartiese el profesor titular", añade otro. Otros alumnos no comparten esa impresión y recuerdan que los profesores titulares y los suplentes se repartían las sesiones teóricas y prácticas, lo que podía llevar a confusión. Hay estudiantes que afirman que no notaron nunca ninguna alteración de la vida académica normal.

Urdangarin mantuvo siempre un perfil discreto. Según cuentan sus compañeros de promoción, al margen de la seguridad, no alternaba con alumnos. Fuera de las peceras, se lo veía a veces en la biblioteca, en el bar o saliendo del edificio donde se impartían los idiomas. "Nunca coincidíamos con él ni en clase ni en ningún evento de ningún tipo", explica otro alumno.

En efecto, ninguno de los alumnos consultados llegó a compartir clase con Urdangarin. Ni siquiera los días de examen. "Nunca, nunca lo vi en un examen", dice una voz. Sobre este punto hay unanimidad total. Amparado en la ley de protección de datos, Esade no explica el porqué de las clases personalizadas a Urdangarin ni su ausencia de los exámenes que el resto de sus compañeros hacían, pero fuentes conocedoras del caso exponen que si hacía vida al margen de los compañeros de promoción era porque tenía un "plan adaptado a su condición de deportista de élite". Este era un tratamiento del que también se benefició en la UB, mientras hacía empresariales. Un portavoz de esta última universidad explica así esta condición: "A cada deportista de élite que lo solicita se le asigna un tutor y se intenta que tenga un calendario flexible, que no le coincidan exámenes o entrega de trabajos con la práctica deportiva. Normalmente se consigue siempre".

En Esade, ciertamente, se esforzaron en este punto. Hasta el punto de que le mantuvieron el trato diferenciado cuando ya no era deportista, en su último año en la casa. De hecho, fuentes conocedoras del caso explican que Urdangarin hizo clases que no eran parte de la licenciatura y máster sino que formaban parte de otros programas: tuvo, pues, un traje a medida del que ningún otro alumno de la prestigiosa escuela se ha beneficiado.

Así, en completa soledad, fue como Urdangarin completó sus estudios en Esade. Un alumno cuestiona un detalle respecto a este tema: "Sus trabajos me gustaría verlos, especialmente los de fin de curso". Las suspicacias provienen del hecho que estos trabajos se hacían en grupo, en algunos casos eran de gran complejidad e implicaban un enorme volumen de horas a todos los miembros del equipo.

De una manera u otra, Urdangarin cumplió sus dos cursos en Esade y se licenció en verano de 2001. La ceremonia de graduación causó algunas molestias a los alumnos y, de rebote, a directivos de la escuela, que tuvieron que responder a preguntas incómodas. En efecto, el hecho de que un miembro de la casa real se licenciara aquel año propició que se limitaran a tres las invitaciones al acto para los familiares de los alumnos, un aspecto en el que tradicionalmente había flexibilidad. También implicó un nivel de seguridad más elevado y restricciones a la hora de hacer fotos. Un alumno cuestionó el hecho. "¿Por qué se gradúa, si no viene a clase?", preguntó.

La respuesta que recibió de un profesor aludía a la diferencia de edad, y señalaba que los alumnos no eran "lo suficientemente maduros" para estar con él. El tema llevó a cuestionar la convalidación de tres años de la que se había beneficiado y los alumnos insistieron: "Le reprochamos al director del segundo ciclo aquel trato de favor y nos dijeron que en casos muy excepcionales, de deportistas de élite, se había hecho antes; nos hablaron de un jugador del Barça de los años 70". Este diario ha podido localizar al exfutbolista, que ha pedido el anonimato y ha sido contundente: "Nunca me convalidaron nada. Quizá alguna parte, algún trimestre de alguna asignatura. Ni soñar con un curso entero, y menos aún tres; me extraña muchísimo que esto se haya hecho".

Ni la convalidación de tres cursos enteros, ni las clases particulares recibidas durante dos años ni la aparente ausencia de exámenes han sido comentadas por los directivos de Esade de la época. El director general hasta el año 2000, Lluís Maria Pugès, no quiso atender al ARA. Su sucesor, Carlos Losada, se limitó a decir que el profesorado de la época destacaba "el interés y esfuerzo" de Urdangarin. El decano desde el año 2000, Xavier Mendoza, asegura que su relación con el marido de la infanta se limitó a entregarle el diploma. El director del segundo ciclo, Alfons Sauquet, tampoco ha contestado a las preguntas de este diario. Una decisión idéntica ha tomado el profesor de Esade y miembro de la comisión de convalidaciones de la Universitat Ramon Llull Josep Angrill. Josep Gallifa, que la presidía, no ha contestado a la gran cuestión sobre por qué a Urdangarin se le convalidaron tres cursos enteros.

La opacidad que rodea el paso por la escuela del estudiante más controvertido de la historia de Esade incluye un último aspecto que todavía es objeto de conversación entre los compañeros de promoción de Urdangarin. Algunos se preguntan si pagó. La escuela no ha aclarado, tampoco, esta duda.

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