Mossos o la pieza que desarma el puzzle de la Fiscalía

Apelar a Trapero y López como testigos de cargo contra el Govern supone autodestruir la rebelión

Ernesto Ekaizer
2 min

MadridA partir del 18 de diciembre de 2017, la Fiscalía conoce que los comisarios de los Mossos d'Esquadra solicitaron al Govern el 26 y 28 de septiembre de aquel año desconvocar el referéndum e, incluso, que ordenaron elaborar un plan para detener a Carles Puigdemont y su equipo.

Sin embargo, los fiscales de la Audiencia Nacional, los del Tribunal Supremo, y los jueces Carmen Lamela y Pablo Llarena, respectivamente, despreciaron el interés de estas informaciones y calificaron a la cúpula de los Mossos como el instrumento del gobierno de Carles Puigdemont.

Nunca como en tres momentos relevantes le estalló esta construcción en las manos a los fiscales y a los dos jueces. El primero fue la decisión del ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, de destituir al mayor Josep Lluís Trapero como jefe de los Mossos en la madrugada del 27 al 28 de octubre de 2017.

Eso parecía coherente con el punto de vista de fiscales y jueces. Pero a continuación toda la teoría voló por los aires cuando Zoido nombró nuevo jefe de los Mossos al número dos del insurrecto Trapero. Resulta que el jefe de los Mossos que traía debajo del brazo la aplicación del artículo 155 de la Constitución era el comisario Ferran López.

El segundo momento fue la declaración de los comisarios como testigos en el juicio oral del procés, una declaración que no promovieron, sospechosamente, los fiscales.

En esos testimonios afloraron lo que ya había planteado Olga Tubau, letrada de Trapero, en su escrito de 18 de diciembre de 2017 sobre las citadas reuniones en el Palau de la Generalitat, unos encuentros que el mayor explicó en detalle a la juez Carmen Lamela y al fiscal Pedro Rubira, al prestar declaración el 23 de febrero de 2018..

Pero lo que no interesó a los fiscales y a los jueces instructores llamó, en cambio, la atención del presidente del tribunal del juicio del procés, Manuel Marchena, quien invocó solo una vez en cuatro meses de juicio oral el artículo 708 de la ley de Enjuiciamiento Criminal que habilita al presidente a formular preguntas para esclarecer una situación.

Y eso ocurrió al finalizar el interrogarorio a Trapero el 14 de marzo de 2019 para precisar el alcance de las reuniones del Palau el 26 y 28 de septiembre de 2017.

El tercer momento ha tenido lugar con el informe de conclusiones definitivas de la Fiscalía, en el que se otorga valor al hecho de que los comisarios solicitaron la desconvocatoria del referéndum del 1-O a Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y Joaquim Forn.

Pero, al tiempo, los fiscales no se apean de sus teorías anteriores y sostienen que los comisarios condujeron a los Mossos a colaborar con el Govern en la tarea de garantizar, a través de un dispositivo simulado, la celebración del referéndum.

Los Mossos son, pues, el eslabón más debil de la cadena espúrea que han ido anudando los fiscales y que ha terminando por quebrarse llegado el momento de las conclusiones.

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