Oiga, ¿cuantos centros cerraron dando hostias?

A los fiscales del juicio contra Trapero solo les interesa el nivel de represión

Ernesto Ekaizer
3 min
Una parella de mossos davant l’Escola Gili Gayà de Lleida, un dels centres de vot de l’1-O.

MadridLos jefes territoriales de los Mossos d’Esquadra van pasando y después de contestar a las preguntas de la letrada Olga Tubau, defensora del mayor Josep Lluís Trapero, al tocar el turno a los fiscales, la pregunta es fija:

-Oiga, ¿cuantos colegios cerraron ustedes usando fuerzas de orden público?

En román paladino: usted habla de movilización de agentes, pero oiga, de verdad, ¿cuántos colegios cerraron ustedes dando hostias?

O sea: vamos no me cuente milongas, que ustedes no reprimieron.

El fiscal Miguel Ángel Carballo, número dos de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, tiene sobre su mesa un informe en el que viene un ranking de hostias en toda Cataluña el 1 de octubre de 2017.

Y cuando los jefes territoriales hablan de cierres de centros de votación con agentes de Arro (Área Regional de Recursos Operativos), el fiscal consulta su lista y espeta al testigo que en su informe no viene ningún cierre con fuerza policial y pide que le enumeren las localidades donde se han producido.

Pero ayer cuando llegó el penúltimo testigo, Sergi Pla Simon, jefe de la Región Policial Central, la historia se complicó.

Quizá porque Pla es un tipo duro, un policía al que no le tiemblan las piernas a la hora de dar hostias cuando las considera necesarias. Entre 2009 y finales de 2012 fue el comisario jefe de Brigada Móvil, la que incluye a los antidisturbios. Pla ha sido miembro del Cuerpo Nacional de Policía.

Es posible que ni Carballo ni el fiscal Pedro Rubira lo sepan, pero Sergi Pla sería considerado en otras circunstancias “uno de los suyos” en el capítulo de repartir hostias.

Porque es un policía que tiene ideas muy claras. “La Policía ejerce la violencia legal” ha sostenido en cierta ocasión Pla. “Porque si lo que hacemos es acercarnos y darles una flor a los manifestantes, pues no se irán. Y el objetivo, en ese momento, es sacarlos de allí, aunque estén pacíficamente sentados. En el momento en que nosotros les decimos que tienen que abandonar el lugar, ya no están pacíficamente sentados. Están haciendo resistencia a la Policía. Resistirse no es pacífico. Lo pacífico es que te levantes y te vayas cuando te lo dicen”.

Y ayer, cuando Pla habló de colegios cerrados con uso de orden público, el fiscal Carballo se fue casi mecánicamente al recuento de hostias porque la información que transmitía el comisario no estaba reflejada en su informe.

-Tengo aquí la relación, puedo enumerar los colegios-dijo Pla.

Pero eso a Carballo no le interesaba. No venía en su informe y punto.

-No hace falta -contestó el fiscal.

Pero esta vez, la presidenta del tribunal, Concepción Espejel, no perdería la oportunidad de intervenir.

-No estaría mal señor fiscal…

Y esta vez, a diferencia de lo que es su conducta habitual, Carballo no refunfuñó. ¿Cómo podría justificar su objeción?

Pla, pues, con respaldo de la presidenta, leyó una lista de 14 centros, algunos cerrados con intervención de agentes de Arro y otros por agentes de Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía.

El comisario narró, al igual que otros comisarios, que el comisario de coordinación territorial, Ferrán López, le informó que el plan de actuación con Guardia Civil y Policía Nacional tenía previsto la participación de representantes de dichas fuerzas en los Centros de Coordinación Regionales (CECOR) y en el central durante la jornada del 1-O. Pero que López le informó que se había resuelto dejar sin efecto dicho plan.

Que se informó sobre ello después de una reunión del coronel Diego Pérez de los Cobos, el mayor Trapero y la magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña Mercedes Armas el 1-O. Explicó que ya se dio cuenta del cambio cuando los agentes de la Guardia Civil y Policía Nacional intervinieron en su región sin que mediase una petición previa de los binomios a los CECOR, tal como se había acordado en el plan inicial.

La letrada Tubau le preguntó si a su región había llegado alguna orden de Trapero o de la Prefectura en el sentido de facilitar la votación.

-No, en absoluto. Nadie actuó en ese sentido.

Y añadió una reflexión.

-Es evidente que el cincuenta por ciento de los catalanes están a favor y el otro cincuenta por ciento en contra del independentismo. Y los Mossos reflejan a una sociedad que está dividida. Nadie dio orden para no cumplir la orden judicial, pero hay gente que pudo actuar de manera individual…

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