La disolución del Parlament altera los planes de Maza contra Puigdemont

El fiscal general se inclina por presentar la querella ante la Audiencia Nacional

Ernesto Ekaizer
4 min
Maza adverteix Puigdemont que proclamar la DUI equival a presó

MadridLa disolución del Parlamento y sus efectos sobre el aforamiento de los miembros del Govern han obligado a cambiar los planes que el fiscal general del Estado, José Manuel Maza, tenía previstos para actuar penalmente contra Carles Puigdemont, el resto del gabinete y los miembros de la mesa del Parlament. Si ayer estaba previsto que la querella se presentara el lunes ante el Tribunal Supremo, ahora se prevén dos escenarios: una querella ante la Audiencia Nacional o una ampliación de la que ya existe ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Maza se inclina por la primera opción.

Sólo Carme Forcadell y los miembros de la mesa del Parlamento siguen siendo aforados porque forman parte de la Diputación permanente, y por tanto, con ellos los planes se mantendrían igual. La querella se presentaría el lunes ante la sala segunda del Supremo. La Sala de Admisión del Supremo tiene previsto decidir sobre la admisión a trámite el mismo lunes, y en este caso nombraría juez instructor. El martes decidiría sobre las medidas cautelares contra la presidenta del Parlament, para la que se podría pedir prisión inmediata.

En el caso del Govern, Carles Puigdemont, Oriol Junqueras, Josep Rull, Jordi Turull y Dolors Bassa han dejado de ser aforados, por eso si la querella se presenta ante la Audiencia Nacional se acumulará en la causa contra Jordi Sànchez, Jordi Cuixart y Josep Lluís Trapero que lleva la juez Carmen Lamela. Antes el TSJC debería inhibirse en favor de la Audiencia. Lo que sí está decidido es que las querellas serían por cinco delitos: sedición, rebelión, prevaricación, desobediencia y malversación. Según ha podido saber el ARA, la fiscalía también pedirá prisión como medida cautelar contra Carles Puigdemont y Oriol Junqueras.

La querella, de hecho, ya estaba redactada y sólo faltaba incluir el acto de ayer. La argumentación de la fiscalía es que la declaración de independencia culmina un plan premeditado, del inicio hasta el final, que finalmente se ha materializado y consumado.

La decisión judicial se activará después de un día de fuerte carga política en Madrid. Hay dos frases del discurso de Mariano Rajoy especialmente dirigidas a echar leña al fuego en las horas previas en las que el Parlament catalán se disponía a votar la declaración formal de la independencia y la república de Cataluña.

El equipo de Soraya Sáenz de Santamaría, quien tuvo oportunidad de examinar la iniciativa de Puigdemont de convocar elecciones autonómicas el pasado jueves por la mañana, había decidido señalar en el discurso de Rajoy al president de la Generalitat.

Fue cuando el presidente del Gobierno apuntó que "nada sustancial ha ocurrido desde entonces, desde el consejo de ministros del sábado, para decidir cambios", en referencia al anuncio de Puigdemont de que pensaba convocar elecciones autonómicas y al tiempo culpó al Gobierno por abstenerse de darle seguridad de que se cancelaría la tramitación del artículo 155.

Y, no sin ahorrarse una pizca de crueldad añadió: "Ayer no puede ser tomado en serio. Ni siquiera glosando sin caer en la impiedad".

Esta frase dirigida a Puigdemont debe de haberle llevado a concluir de que hizo lo debido al echarse atrás y no convocar elecciones autonómicas.

Porque Rajoy aparece, precisamente, como aquel que no tuvo interés alguno en facilitar la retirada de Puigdemont.

La segunda afirmación de Rajoy apunta que "sosegar el desafío supondría reconocer categorías desiguales de ciudadanos", es decir, que el presidente de Gobierno viene a exponer su oposición a una política de "apaciguamiento" de Puigdemont y la Generalitat.

Ergo: por ello no "facilitó", como le pidieron el lehendakari Iñigo Urkullu y el PSC-PSOE, la marcha atrás de Puigdemont por la puerta de las elecciones autonómicas anticipadas en base al ordenamiento constitucional de España.

Rajoy se ha convertido, pues, en "halcón" y ello abre el camino al fiscal general del Estado, José Manuel Maza, para "desenfundar" su querella criminal por sedición y rebelión contra Puigdemont, Junqueras, todo el Govern y la Mesa del Parlament.

En la linea de la conversión de Rajoy en "halcón", por así decir, hay que anotar la conducta de Pio García Escudero, presidente del Senado, ante Ferrán Mascarell, delegado de la Generalitat en Madrid, a quien se le impidió dar explicaciones en nombre de Puigdemont en el Senado.

García Escudero le dio un abrazo a Mascarell y le anunció que vendrían a buscarle para empezar la sesión. Se dio la vuelta y volvió al hemiciclo y en ese momento se cruzó con Josep Lluis Cleries, senador de PdeCat.

-Te he ganado -le dijo el presidente del Senado.

Cleries venía a decirle precisamente a Mascarell que la Mesa del Senado acababa de denegarle el uso de la palabra en la cámara por no ser consejero de la Generalitat, argumento improcedente habida cuenta de que se trataba de la comisión mixta de Comunidades Autónomas-Constitucional.

En sus alegaciones, Mascarell daba cuenta de que el 155 que aplicará Rajoy está calcado del voto particular, derrotado, presentado por Manuel Fraga en nombre del grupo parlamentario de Alianza Popular, como propuesta de articulo 155 en el pleno de julio de 1978.

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