"Cuando vas a pedir un crédito todavía te preguntan si tienes el VIH"

BarcelonaLa vida de Fredy Silva dio un giro radical siete años atrás. Entonces todavía vivía en Chile, su país de origen, y pasaba por lo que aparentemente parecía una gripe común. Una prueba de detección en el laboratorio clínico donde trabajaba lo trastornó: era VIH positivo. “Aunque me lo esperaba, porque tenía todas las conductas de riesgo, fue un golpe”, explica reflexivo. Como él, cada año se diagnostican cerca de 500 casos de VIH en Cataluña. Fredy es uno de los protagonistas de la serie documental @JoHoCanvioTot del programa Batec de Solidaritat Sant Joan de Déu. Confía en que poniendo cara a la infección ayudará a romper los estigmas y prejuicios que todavía lo rodean.

¿Cuáles son los principales mitos sobre el VIH hoy en día?

Un primo me preguntó, hace ya unos años, si podía comer del mismo plato que yo. Me quedé muy sorprendido. Le respondí que no debía tener miedo, que no había posibilidad de transmisión por contacto, por lágrimas, y por lo tanto tampoco por saliva. Hoy en día, la gente todavía cree que compartir comida o bebida puede ser un problema. La pregunta de mi primo me lo demostró: hay un temor absurdo a la infección porque todavía se desconoce mucho.

Socialmente, ¿todavía existe una idea sesgada de la infección?

Veo que todavía perdura la idea del sidoso de los ochenta. Entonces los tratamientos no estaban en absoluto avanzados y simplemente por el aspecto de una persona podías decir si tenía sida o no. Ahora la investigación ha avanzado muchísimo, hasta el punto de solo tener que tomar una pastilla cada 24 horas, como es mi caso. Aunque he tenido que cambiar muchos hábitos y mantener un control mucho más estricto, he conseguido llevar una vida normal. Aun así, todavía me encuentro con personas a quienes explico que soy VIH positivo, se me quedan mirando y me dicen que no se me nota. Siento que esta idea todavía continúa hoy día.

Seguir un tratamiento médico continuado es esencial.

Optar por no tratarse es el principal problema. Hay gente que experimenta efectos secundarios por culpa de las pastillas y piensa que no le vale la pena, porque todavía se encuentra peor. El problema es que, si no te tratas, la infección evoluciona rápidamente y tu esperanza de vida se reduce a 15 años como máximo. En cambio, si te sometes a tratamiento médico, se reduce el riesgo y el sistema inmunológico es mucho más fuerte ante otras enfermedades. Lo que tenemos que hacer es no ser hipócritas: si tienes conductas de riesgo, hazte la prueba; y si la prueba da positivo, te tienes que tratar. Es necesario tomar medidas.

¿Has experimentado nunca rechazo o discriminación por ser VIH positivo?

Nunca me he sentido discriminado de manera directa, aunque he tenido mucho miedo de explicarlo por culpa del estigma que lo rodea. Diría que he sentido más el rechazo de manera indirecta. Cuando vas a pedir un crédito al banco todavía te preguntan si tienes síndrome de inmunodeficiencia adquirida. Me parece sorprendente que se mantenga esta casilla en los formularios, sin preguntar si cumples con los criterios médicos. Si recibes tratamiento, el riesgo de morir por la infección puede llegar a ser mínimo.

La ONU quiere erradicar el sida en el año 2030. ¿Qué queda por hacer?

Es necesario aumentar el número de campañas y, sobre todo, hacerlas más efectivas. Cada día me llegan decenas de correos electrónicos de compañías telefónicas y entonces pienso que en el ámbito de la publicidad y la información sobre el VIH nos quedamos muy cortos. Tenemos que conseguir que deje de ser un tema del que no se habla e informar de ello de una manera más directa. Creo que la clave también pasa por inculcar la prevención desde muy pequeños, más allá de un taller que se imparta a los niños y niñas una vez entran en la pubertad.