La contrarreloj del 17 de enero

El juez Llarena, el auto sobre prisión y el permiso para asistir a la constitución del Parlament

Ernesto Ekaizer
3 min
La concentració a la plaça Sant Jaume després de la decisió del Tribunal Suprem de mantenir empresonats Sànchez, Cuixart, Forn i Junqueras

MadridLas defensas de Jordi Sánchez y Joaquim Forn, diputados electos número 2 y 7 al Parlament por la lista de Junts per Catalunya, presentarán este viernes, día 12 de enero, la solicitud de libertad, tras las declaraciones de ayer jueves. Según han señalado sus letrados a ARA, los escritos se limitan a pedir la libertad y no solicitan permiso para que puedan acudir al Parlament.

Una vez recibido el escrito en la secretaría del Tribunal Supremo, el magistrado Pablo Llarena dará traslado del mismo, previsiblemente mañana, a la Fiscalía y a la acusación popular, dándoles un plazo de tres días naturales para que informen sobre su posición: prisión o libertad. Es decir: el deberán elevar sus escritos el próximo lunes, día 15 de enero.

A Llarena le quedarán, pues, dos días, el mismo lunes 15 y el martes 16, para despejar la situación, habida cuenta de que el 17 de enero debe constituirse el Parlament. Porque el auto debe resolver si mantiene en prisión a ambos o les deja en libertad. Si les mantiene en la cárcel de Estremera, las defensas tendrán que presentar con urgencia una solicitud de permiso para que Llarena permita a Sánchez y a Forn acudir a la sesión de constitución del Parlament.

La defensa de Oriol Junqueras, cuya prisión fue confirmada el pasado 5 de enero por la Sala de Recursos del Supremo, ya ha elevado esa solicitud a Llarena, pendiente de resolver. Hasta ahora parecía que la cuestión a resolver era si Sánchez y Forn (confirmada la prisión de Junqueras) estarían presentes en la sesión del 17 trasladados en furgón policial desde Estremera a una prisión catalana primero y desde allí al Parlament, escoltados por guardias civiles, o como diputados en libertad provisional bajo fianza.

El auto del viernes 5 de la Sala de Recursos dice respecto a Junqueras que “la proporcionalidad de la medida [de prisión] en relación con el ejercicio del derecho alegado [participación política] podrá ser tenida en cuenta por el Instructor en el momento de adoptar las decisiones que resulten pertinentes, en momentos puntuales y en función de las circunstancias que se presenten en cada uno de ellos”.

Por tanto, Llarena debe resolver dos cosas: si les mantiene (o no) en prisión, como a Junqueras, y si en tal caso les otorga autorización para asistir al Parlament el día 17. Lo que hayan decidido tribunales inferiores respecto a casos en Euskadi no vinculan al Supremo.

Llarena, por otra parte, tomará la decisión a solas consigo mismo. Porque no ha dado traslado de la solicitud de la defensa de Junqueras sobre la autorización para participar en el Parlament a la Fiscalía. Y ya no hay tiempo para que la Fiscalía se pronuncie.

Las declaraciones de ayer, en las que Forn ha asegurado que la Constitución Española es la única vía para canalizar, a través de reformas, las aspiraciones independendistas, por un lado, y por el otro, el abandono de la unilateralidad de Sánchez, ¿serán la llave para abrir la puerta de la cárcel?

La Fiscalía del Supremo, según fuentes consultadas por ARA, solicitará el mantenimiento de la prisión para ambos y para Jordi Cuixart, presidente de Omnium. Esas fuentes sostienen que ha podido haber un cambio en el discurso provocado por el callejón sin salida del procés unilateral, pero la misma modificación de criterio incluye un reconocimiento – más explícito quizá en el caso de Forn- de presuntas ilegalidades cometidas.

No parece, según otras fuentes, que Llarena se guíe solamente por lo que vaya a plantear la Fiscalía. Su patrón de conducta va siendo otro. El 9 de noviembre lo demostró con Carme Forcadell, que se salvó in extremis de la prisión incondicional instada por el fiscal, al entender el magistrado que se acogía a la legalidad constitucional.

Pero es que Llarena cree tener entre rejas a la célula de la conspiración del 1-O o “comité estratégico”, Enfocats dixit, mientras que Forcadell, siendo importante, no lo era del mismo nivel.

Hay otro hecho que influye. Y es que mientras Forn y Sánchez –para hablar de los diputados electos- reniegan de la unilateralidad y la proclamación de la República como se intentó llevar a cabo hasta el 27 de octubre, el expresidente Carles Puigdemont, cabeza de lista de Junts pel Catalunya, no; además, mientras ellos hablan de una nueva fase, Puigdemont insiste en restaurar el anterior gobierno legítimo.

Así como al marchar a Bruselas, Puigdemont proyectó sobre sus colegas la sombra del riesgo de fuga, ahora sus propuestas – investidura telemática imposible mediante- contradicen las afirmaciones y repudios en sede judicial a la vía unilateral. Hasta que no haya nuevo Govern, pues, no parece que Llarena, más allá de la Fiscalía, vaya a modificar su posición sobre la prisión.

stats