Jaume Plensa: "Barcelona está pasando una época de abandono propio"

El artista inaugura una nueva exposición en la galería Senda

Antoni Ribas Tur
4 min
Jaume Plensa a la galeria Senda amb la seva escultura 'Invisible Ana'

BarcelonaJaume Plensa se resiste a dejar que el covid se apropie de su creatividad. "La pandemia no me ha cambiado nada como artista. No estoy muy seguro si tengo que hacer obras pensando en la pandemia, las tengo que hacer pensando en mi obra", afirma el propio artista, con motivo de la apertura de su nueva exposición en la galería Senda (Trafalgar, 32), titulada La llarga nit. "Intento que mi obra tenga un contenido humanista muy profundo, y abraza la pandemia. La pandemia es una experiencia más", subraya, y reivindica la capacidad humana para "olvidar" y "adaptar los recuerdos a la vida" para poder salir adelante. "La acumulación de dolor podría ser tan alta que no nos permitiría ni respirar", dice.

Como contrapunto de sus grandes obras públicas, en el espacio de la galería Plensa quiere hacer "una reflexión de la intimidad". "A pesar de que estamos muy juntos –asegura el artista–, estamos en una época en la que nos hemos interiorizado mucho a nosotros mismos, y esta es una exposición que nos hemos dedicado a cada cual de nosotros, casi individual, que es difícil de compartir. Espero que cada visitante la haga para él mismo". Quizás por eso las piezas que la componen tienen como característica común la fragilidad y la delicadeza. Es el caso de los dibujos y la escultura Minna's words, que cuelga de unos cables a unos centímetros del suelo. "La idea de suspensión está relacionada intrínsecamente con la voluntad de ligereza de mi obra, y con la contradicción entre el peso y la ligereza". También es el caso de Invisible Ana, una de las cabezas de malla casi transparente. "Con piezas como esta puedes entender cómo somos por dentro, la orografía, los volúmenes que creamos por el interior de nuestro cuerpo", afirma Plensa. "Mi exposición es un canto al silencio", insiste.

'Insivible Ana', de Jaume Plensa, a l'exposició de l'artista a la galeria Senda

"La pandemia ha creado la sensación de volver a mirar hacia adentro. Creo que es bueno, a pesar del dolor y el sufrimiento que ha provocado a mucha gente", dice el artista. A pesar del impacto de la pandemia, Plensa ha podido mantener a las catorce personas de su equipo y reclama que los políticos vuelvan a la cultura. "También vivimos una pandemia de políticos". El título de la exposición viene de una expresión que siempre ha fascinado a Plensa. "Por larga que sea, la noche siempre tiene un mañana", y quiere que sea "un mensaje hiperpositivo dentro del momento de dificultad" y un faro en un momento muy convulso. "Toda la gente que quiere transformar las cosas y mejorarlas cree que hay un mañana". Así mismo, para Plensa la noche es "el nexo entre nuestra humanidad y nuestro deseo de eternidad, y el mañana siempre parece la epifanía, lo que nos liberará de todo este sufrimiento".

Para el director de Senda, Carlos Duran, con esta exposición Plensa hace "un regalo" al público, y cree que la reflexión que hace con sus obras es "medicina pura" en el momento actual. Otra obra de la exposición, Laura Àsia, revela de manera especial el proceso de trabajo de Plensa: el modelo es una escultura de madera, y el artista las guarda durante meses antes de fundirlas en bronce y las deja evolucionar para recoger las grietas que le salen orgánicamente. "Me gusta mucho este traspaso, porque la madera está viva y se va moviendo, es como si hicieras una fotografía de la madera en un momento preciso, es un poco lo mismo que hago con el retrato de estas mujeres jóvenes". Los precios de las esculturas están entre los 370.000 y los 430.000 euros, y el de los dibujos es de 30.000 euros.

'Minna's Words', de Jaume Plensa, a l'exposició que la galeria Senda dedica a l'artista

La exposición anterior de Plensa en la galería Senda abrió las puertas en 2016, un año antes de la anhelada exposición que le dedicó el Macba dos décadas después de la última exposición del artista en la ciudad. A pesar de que fue una de las exposiciones más visitadas de la historia del museo, sigue levantando controversia. "Lo mejor que podemos sacar de la exposición del Macba es el deseo unánime de ver una verdadera exposición de Plensa, una exposición sin complejos. Creo que Jaume se merece clarísimamente otra lectura", dice Duran. "Mi obra en este país se conoce mal, muy mal. Parece que mi obra sea lo que ven en Arco cada año. Ya me he acostumbrado, hay críticos a los cuales los encanta destruirme y otros a los cuales los encanta alabarme. Me he acostumbrado a los dos", lamenta Plensa.

De Valencia a Nueva Jersey

El covid no ha parado el ritmo de trabajo de Plensa, pero sí le ha impedido viajar por todo el mundo para instalar sus esculturas, un trabajo que le gusta mucho. "Cada momento de un obra desde que nace conceptualmente hasta que se fabrica, y cómo se transporta y cómo se envuelve, tiene una gran belleza y se tiene que cuidar y mimar". En abril tiene prevista la inauguración de una gran cabeza de 22 metros en actitud de pedir silencio en uno de los muelles del río Hudson, en Nueva Jersey. "Es un homenaje al agua", dice Plensa. Este mes instalan en Madrid, en la plaza de los Sagrados Corazones, una pieza que ha hecho en homenaje a los sanitarios, y dentro de un par de años culminará la obra que ha hecho para el edificio en construcción de la fundación valenciana Hortensia Herreros. En cambio, en Barcelona quedó en el cajón el proyecto de una cabeza gigantesca en la Barceloneta. "Barcelona está pasando una época de abandono propio, como si hubiera perdido el interés por ella misma. Soy de Barcelona, pero no la siento mía", concluye.

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