FOTOGRAFIA

Los secretos escondidos detrás de las fotografías

FotoColectania expone cien imágenes de autores de la casa como García Rodero, Madoz, Masats y Pomés

Laura Serra
4 min
'Pequeño Hollywood, Almería' (1991)

Barcelona"A primera hora de una mañana de verano de 1959, Leopoldo me llamó por teléfono con voz urgente: Paso a recogerte dentro de 10 minutos y nos vamos a Castelldefels. Hoy el sol está tapado por las nubes y el día tiene esta luz que hacía tiempo que esperaba. ¡Trae el bañador blanco!", le dijo a su mujer, Karin Leiz. Lo que buscaba Leopoldo Pomés era una luz blanca que lo difuminaba todo, como una tela que no dejaba sombras. "La playa estaba desierta, virgen, casi fantasmagórica. El mar quieto carecía de todo protagonismo", recuerda Leiz. Ella fue andando despacio por la arena, sin ninguna indicación, hasta que en un momento dado Pomés ordenó: "¡Inclina la cabeza!" La foto pasará a la historia como una de las más bonitas de su colección. Las historias que se esconden detrás las fotografías es lo que revela la nueva exposición de FotoColectania, Basat en històries reals, que se inaugura este fin de semana. Es la primera vez que se expone la colección propia en la sede de la calle Picasso, de forma que la directora artística, Irene de Mendoza, quiso que la muestra tuviera un sentido especial y pusiera el foco en "el punto de vista del espectador". Quizás porque fue pensada en pleno confinamiento –"instintivamente vas a lo más próximo que tienes y quieres que sea un reflejo de lo que estamos viviendo", dice–, la idea fue volver a pedir a los fotógrafos las "vidas privadas" de las fotografías. "Las fotografías se van mediatizando y con el paso de los años se van resignificando. Ahora hemos querido volver a recuperar de primera mano las historias, las intenciones y los relatos que hay detrás de las fotografías haciendo protagonistas a los fotógrafos", explica la comisaria.

Sense títol (1985)

Basat en històries reals es una selección de un centenar de fotografías de un fondo que alberga tres mil, todas de fotógrafos de la Península, desde 1950 hasta la actualidad. Entre la selección se pueden ver los grandes iconos de cada autor, pero también otras fotografías menos conocidas. Hay, por ejemplo, un retrato de Chema Madoz a su padre, de 1985, con un pañuelo con tres picos sobresaliendo de la solapa. O una gitana almeriense, en 1960, amamantando a un hijo con el pecho afuera, lanzando un mal de ojo al objetivo de Carlos Pérez Siquier. Él dice que es la única fotografía agresiva de su trayectoria. También se puede descubrir el making-of de la fotografía que consiguió Ricard Terré en 1956 colándose en los laterales del Gran Teatre del Liceu: "La idea que le rondaba era conquistar el contracampo y fotografiar al público desde el escenario. Una foto que no sería fácil de conseguir, porque tendría que abandonar su butaca en el primer piso con la Rolleiflex escondida en la chaqueta del vestido y recorrer el laberinto de pasillos mientras se ejecutaba la función, hasta llegar a la parte de atrás del escenario. Solo podría hacer una fotografía. Y efectivamente, ¡esta fue la foto!", explica su hija, Laura Terré.

'Los afronautas' (2011)

El recorrido tiene cuatro ámbitos temáticos que permiten englobar todos los estilos: desde el Àlbum personal hasta las Històries construïdes (bodegones, fotomontajes y otros mundos oníricos, que incluirían nombres como Joan Fontcuberta y Cristian de Middell), pasando por el corazón de la muestra, que es la Altra història de les fotografies, donde se puede ver el seguimiento que Humberto Rivas hizo de Violeta la Burra o los personajes del Raval de Joan Colom). También hay un apartado de Paisatges reals, paisatges imaginaris, donde se podría dudar de lo que es real. Por ejemplo, la playa con forma de cara de Ferran Freixa o la fotografía de Cristina García Rodero donde se ve a un caballo rodando por un escenario de spaghetti western, que es un decorado de rodajes en Almería.

A través de un QR, todas las historias se pueden leer en la nueva web de FotoColectania, una plataforma que recoge toda la colección en abierto. El director del centro, Pepe Font de Mora, reconoce que se trata de una colección elaborada los últimos 20 años, con poca presencia de mujeres (un 14%). Responde a la crítica diciendo que "es la realidad", que hasta hace poco no habían trascendido nombres de mujeres del siglo pasado y que hacen apuestas muy fuertes por autores, con muchas imágenes de cada uno de ellos: "Teníamos que estar muy convencidos. Y la mayoría de los que nos interesaban eran hombres", dice, y acepta toda responsabilidad. A la vez, afirman que "la historia está para reescribirla" y esperan que el sesgo se corrija incorporando a fotógrafas jóvenes. Font de Mora también ha explicado que FotoColectania afianzará la apuesta por la fotografía social. La próxima muestra será de la fotoperiodista Mary Ellen Mark.

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