La futbolista que plantó cara a los nazis

BarcelonaLotte Specht explicaba que de muy pequeña acompañaba a su padre a ver partidos del FSV Frankfurt. Todo el mundo pensaba que con el paso de los años a la niña le pasaría la pasión por el fútbol, pero no fue así. Los Specht vivían en un barrio, Gallus, que se había convertido en un feudo de izquierdas en aquellos años en los que Alemania se encaminaba hacia el abismo. La mayoría de la población, sin embargo, hacía como que no se daba cuenta de lo que pasaba a su alrededor. Los Specht sí, y formaron parte de movimientos contrarios a Hitler. Lotte, acostumbrada a luchar, se animó a utilizar el deporte como herramienta social. Envió una carta a un periódico para proponer que se creara un club de fútbol para chicas y recibió más de 40 respuestas.

Durante dos años, hasta 1932, Lotte Specht lideró el primer club de mujeres de Alemania, el DDFC Frankfurt, que llegó a jugar algunos partidos contra hombres, ya que no existían rivales femeninos. La mayoría de veces los partidos eran entre las compañeras de equipo. Pero poca gente les apoyaba; la Federación afirmaba que el fútbol entre mujeres era “un escándalo”. En 1936, finalmente, la Federación prohibió el fútbol femenino, con penas de prisión incluidas por si alguien se atrevía a llevar la contraria. Lotte no jugó, pero escribió una carta manifestándose en contra de la prohibición y pasó meses detenida por comportamiento indecente.

En los años 50, Specht abrió un cabaré que también era considerado escandaloso para muchos. Un cabaré donde organizó las cenas de los clubs femeninos que a partir de los años 50 iniciaron campañas para recibir apoyo de la Federación. No lo consiguieron hasta los años 70, cuando Alemania empezó a ser la gran potencia del fútbol femenino.