El futuro de las elecciones del Barça divide a los aspirantes

El Govern podría posponerlas por el covid-19, entre sospechas por irregularidades en la carrera electoral

T. Padilla / M. Molina / A. Nadal
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Joan Laporta va recollir signatures a la discoteca Luz de Gas de Barcelona.

BarcelonaEl fantasma del aplazamiento de las elecciones a la presidencia del Barça del 24 de enero cada vez es más real. A pocos días de la reunión de este viernes entre representantes de la junta gestora del club y el plan territorial de protección civil de Catalunya (Procicat), miembros de la junta directiva provisional del Barça admiten que consideran “muy difícil” que la fecha se mantenga. Fuentes consultadas por el ARA explican que el destino de las elecciones estaría muy vinculado al de las elecciones al Parlament de Catalunya: “Si estas se posponen, las del Barça también. Los datos que tenemos de contagios no invitan al optimismo. Ahora mismo, parece muy difícil que la fecha sea el 24 de enero: seguramente se modificará”, confiesan desde el gobierno de la Generalitat.

El Barça, por lo tanto, afrontaría un escenario nunca visto, puesto que por un motivo de fuerza mayor la junta gestora seguiría en el poder más tiempo del previsto. “Si se aplazan, las elecciones quizás no se podrán celebrar hasta marzo”, explican fuentes de esta junta provisional. Una situación que cambiaría del todo la estrategia de los candidatos a las elecciones. Antes de la reunión del viernes, los cuatro precandidatos con opciones de pasar el corte se posicionan. Joan Laporta, el precandidato que presentó más firmas, insistió ayer en que la fecha del 24 de enero no se toque y mandó una carta a Carles Tusquets para “reunirse de urgencia” y asegurar, “reforzando las medidas de seguridad”, la viabilidad de las elecciones en la fecha establecida. Víctor Font, por su parte, ha pedido a la gestora que aporte soluciones para intentar salvar las elecciones, y ha admitido que no es muy optimista porque “se ha perdido demasiado tiempo para tener preparada una alternativa”. Por otro lado, Toni Freixa mantiene su postura de respetar lo que decida la junta electoral, mientras que Emili Rousaud, que durante la recogida de firmas ya había pedido aplazar el proceso, pedía ayer que “se suspendan las elecciones”.

Laporta se niega a aplazar los comicios

Laporta defendió mantener esta fecha argumentando que “un país que puede ir a trabajar es un país que tiene que poder ir a votar”. “El Barça ya no puede esperar más. Estamos perdiendo oportunidades de oro, tanto en el mercado de invierno como para aplicar un plan de choque para empezar a revertir la situación económica: no se han aprobado las cuentas del curso 2019-20, ni hay un presupuesto para el curso actual, el 2020-21, validado por la asamblea”, añadió. Además, el expresidente asegura: “Aplazar las elecciones, en el momento en el que está el club, tendría unas consecuencias irreversibles. Este desgobierno no se puede permitir más. No hay razones objetivas de ningún tipo que no aconsejen celebrar las elecciones. Estoy convencido de que los poderes públicos se decidirán a celebrarlas. Con las medidas de seguridad, con diez sedes diferentes de votación, repartidas por varias ciudades, para facilitar la participación. Y, si hiciera falta, incluso se podría votar durante dos o tres días diferentes”.

Víctor Font, su gran rival, con casi 5.000 firmas de apoyo, pidió encontrar soluciones para poder organizar las mejores elecciones posibles y recordó que él fue el único precandidato que ya había pedido por carta el 10 de noviembre apostar por el voto electrónico para evitar problemas como los actuales. Font es partidario de garantizar el máximo de participación y de seguridad y, por lo tanto, aceptaría aplazar las elecciones si no hay más remedio. “El club tendría que aportar soluciones para poder garantizar el voto de los socios dentro de dos semanas. Muchos socios no pueden votar. Hablamos de las elecciones más importantes por la grave situación del club y, tal como las tenemos ahora, podrían votar pocos socios. Esto no puede ser”, explicó. Font recordó que su equipo, “sabiendo que estábamos en pandemia”, ya había estado pidiendo “que se hicieran los deberes antes”. “No se ha hecho nada y, por encima de tener una nueva junta directiva, está el hecho de que todos los socios y socias que quieran votar lo puedan hacer de forma segura”.

A su vez, Rousaud, que cuenta con el prestigioso doctor Miquel Llobet en su candidatura, justificaba su postura de suspender los comicios. “En unas elecciones convencionales votamos al lado de casa. Aquí, un señor de Puigcerdà se tiene que ir a Girona. Estamos obligando a hacer desplazamientos masivos que producirán contactos innecesarios entre los socios, muchos de los cuales son mayores, puesto que la media es de 58 años”.

Denuncia de irregularidades

De hecho, Font se quejó de todo el sistema electoral del club y denunció que después del primer día de validación de firmas de precandidatos, en concreto con las de Laporta, “la Junta Electoral no está cumpliendo el protocolo de validación establecido". "Mientras que los estatutos obligan a hacer constar de manera imprescindible el número de socio en cada boletín para ser considerado válido, hemos constatado que un número considerable de las papeletas dadas por válidas hoy [por ayer] o no tenían el número de socio o tenían uno muy antiguo”.

La candidatura de Sí al Futur ha elevado esta reclamación a la junta electoral, “pero no ha sido atendida, porque ha considerado que el número de socio no era imprescindible y que lo que hace falta, por encima de todo, es fomentar la participación”. Además, tampoco se habría atendido la petición de la precandidatura de Font de mandar un mensaje electrónico a cada socio para validar que, en efecto, había dado el apoyo que constaba en el boletín.

Toni Freixa, por su parte, defendió que “la reputación del club tiene que estar por encima de cualquier batalla electoralista que perjudique la imagen nacional e internacional del club”, mientras que Rousaud criticó el “ruido” de las redes sociales.

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