AUTOMOCIÓN

Emergencia ecológica a décadas vista

Los Estados promueven leyes que prohíben la contaminación del coche a largo plazo

Albert Martín
3 min
Emergència a dècades vista

BarcelonaEl último Foro de Davos, celebrado en enero, quiso lanzar una advertencia planetaria: el principal riesgo para la economía mundial es el clima. El encuentro de mandatarios internacionales situó en el punto más alto de su tabla de riesgos los acontecimientos meteorológicos extremos que se producen por las altas temperaturas en el planeta. En Davos ya no se hablaba de tendencias, sino que se hacía referencia a “una catástrofe del clima” y se apuntaba a que la producción y el comercio de bienes y servicios se han visto alterados en un 29% por desastres medioambientales desde el año 2012.

Pero, a pesar de ello, el ámbito político está actuando con extrema prudencia a la hora de cambiar el paradigma de las industrias contaminantes y, en especial, de la más simbólica: la del automóvil. “Francia, como España: adiós a los coches de combustión en 2040” u “Holanda se suma al veto de los coches de combustión y quiere hacerlo 10 años antes que España: en 2030” son titulares que se han podido leer en los últimos tiempos. En todos los casos, los Parlamentos de estos países veían acreditada la huella negativa del automóvil en términos de contaminación, pero prefirieron legislar a una y dos décadas vista.

Esta legislación en diferido ha propiciado fuertes críticas de los movimientos ecologistas, y más en un momento en el que se está pasando de hablar de cambio climático a emergencia climática. “En Europa vivimos en la esquizofrenia de no negar el cambio climático, pero de no apostar por la descarbonización tocando sectores fósiles que están subvencionados”, lamenta María García, portavoz de la Plataforma por la Calidad del Aire.

“Hay falta de voluntad política”, añade esta experta, que ha negociado sobre la cuestión tanto con el Ayuntamiento de Barcelona como con la Generalitat. “En las ciudades no se está solucionando nada, se está empeorando, porque se adoptan medidas que son falsas soluciones”, afirma.

Esta experta se refiere al escándalo del Dieselgate —“el mayor fraude de la historia”, dice— y recuerda que en muchos países no se ha hecho nada para castigar a los responsables. “Cuando se quiere hacer algo que de verdad afecta al vehículo privado, aparecen el lobby de la automoción desde la derecha y los sindicatos desde la izquierda para que no se haga nada”, añade.

La portavoz de la plataforma, que agrupa una setentena de entidades, recuerda que en una ciudad como Barcelona la mitad de las emisiones son de dióxido de nitrógeno y de otras partículas provenientes del tráfico rodado. Un 40% de la contaminación viene del puerto, y el 10% restante, de la industria. Pero en lugares sin puerto, la responsabilidad de los vehículos con motor de combustión sobre la contaminación es muy mayoritaria.

Mensaje a industria y conductores

Carlos Calvo, director de tendencias y análisis de Transport & Environment, tiene una visión menos crítica. “Los Gobiernos legislan a muchos años vista, pero envían una señal clara a los fabricantes y provocan que poco a poco haya intereses creados con respecto al coche eléctrico —explica—. Si hubieran prohibido los coches de combustión a partir de 2020, la industria no estaría preparada y no se venderían coches”, prosigue.

Según explica, el impacto psicológico de esta legislación a décadas vista afecta al cliente. “Si tú te querías comprar un coche en 2022 y sabes que normalmente te duran 10 o 15 años, quizás te lo planteas porque sabes que tendrás problemas —razona—. Y otra cosa es si eso lo hubieran hecho Eslovenia y Lituania, pero es que lo han hecho Francia, Holanda, España, el Reino Unido... Eso la industria debe creérselo”.

Calvo aprovecha para criticar a la industria y se refiere en particular a Anfac, la asociación española de fabricantes. “Deben ponerse las pilas, no puede ser que se diga que en 2040 debe acabarse el motor de combustión y respondan que es imposible, que no hay tiempo de adaptarse”, dice.

La industria de los sectores implicados ha estado muy activa a la hora de pedir al Gobierno que no fuerce la llegada del coche eléctrico. Como ejemplo, el ARA explicó en diciembre de 2017 que sindicatos y patronal habían enviado una carta al entonces ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, para pedirle que la transición al coche eléctrico se hiciera “de forma gradual”. La carta, firmada por CC. OO., UGT, Anfac y Sernauto, recordaba que “España es una potencia mundial como productor de vehículos gasolina y diésel”.

LAS CLAVES

España: Un veto parcial al diésel, la gasolina y los híbridos en 2040

El Gobierno socialista de Pedro Sánchez envió en febrero el Plan Nacional de Energía y Clima 2021-2030, que evita hablar de prohibiciones de los motores de gasolina, diésel o híbridos, pero sí que indica que a partir de 2040 no se podrán vender turismos o vehículos comerciales que no sean de emisión cero. Eso sí: los vehículos con motor de combustión podrán seguir circulando.

Francia: La venta de coches contaminantes se acabará en 2040

La semana pasada la Asamblea Nacional francesa aprobó el plan del ejecutivo de Emmanuel Macron, que, entre otras medidas, imita la fórmula española de prohibir la comercialización de vehículos diésel y gasolina en 2040. Francia también creará un fondo de 350 millones de euros para triplicar el uso de la bicicleta y promover la movilidad sostenible.

Reino Unido: Pionero al fijar el fin del motor de combustión en 2040

El gobierno británico anunció en 2017 la prohibición, a partir de 2040, de nuevos vehículos de diésel o gasolina. El ejecutivo de Theresa May lo hizo forzado por los tribunales, que le exigían un plan para reducir la contaminación atmosférica. “Las señales de cambio al vehículo eléctrico son cada vez visibles”, dijo el ministro de Medio Ambiente, Michael Gove.

Holanda: El fin de los automóviles contaminantes para 2030

En 2017 el Gobierno holandés presentó un plan para prohibir la venta de vehículos diésel y gasolina a partir de 2030. En Amsterdam han profundizado en la idea del Gobierno y no dejarán que circulen coches de estas características a partir de aquel año. El proyecto incluye áreas libres de emisiones y la expansión de las zonas ambientales.

Dinamarca: Objetivo 2030 para reducir las emisiones contaminantes

El Gobierno liberal-conservador anunció en octubre que quiere prohibir la venta de coches de gasolina y diésel en 2030 y que su intención es que entonces ya haya un millón de vehículos eléctricos o híbridos en el país. Lo hicieron porque una cuarta parte de las emisiones del dióxido de carbono del país provienen del transporte.

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