Norwegian abandona el largo radio y cerrará las conexiones de Barcelona con los EE.UU.

La aerolínea escandinava se centrará en las rutas dentro de Europa para salvar la situación financiera

Paula Solanas Alfaro
3 min
Norwegian frena l’enlairament per sanejar els comptes

BarcelonaEn verano del 2017 Barcelona conseguía por primera vez un vuelo directo con la Costa Oeste de los Estados Unidos. La apuesta de Norwegian por abrir una base de rutas de largo radio en el aeropuerto del Prat significó que la capital catalana ganaba conexiones con ciudades como Nueva York, San Francisco, Los Angeles, Chicago o Fort Lauderdale (Florida). La pandemia, sin embargo, ha puesto contra las cuerdas la ya difícil situación financiera de la compañía aérea, que ha anunciado este jueves que dejará de operar vuelos intercontinentales para centrarse en mantener su red europea.

"Nuestra red de vuelos de corto radio siempre ha sido la columna vertebral y formará la base de un resistente modelo de negocio en el futuro. Nuestro foco de atención es reconstruir una Norwegian fuerte y rentable para que podamos salvar tantos puestos de trabajo como sea posible", ha dicho Jacob Schram, consejero delegado de la aerolínea. Aún así, los trabajadores de la compañía en España dan por hecho que la decisión se traducirá en una "importante reducción de la plantilla" y critican que la empresa todavía no les ha informado de los procesos de regulación de ocupación que implicará.

En la base de Norwegian del aeropuerto del Prat trabajan poco más de un millar de personas, de las cuales 485 son tripulantes de las rutas de largo radio de la compañía. Por lo tanto, estos empleados se verán afectados por el cambio de rumbo de la empresa, que a nivel global sufrirán 2.160 tripulantes de las bases en Italia, Francia, el Reino Unido y los EE.UU. Antes de que estallara la emergencia sanitaria del coronavirus, desde Barcelona se operaban cinco rutas a los EE.UU. con varias frecuencias semanales. Con la retirada de Norwegian, Level (la aerolínea del holding IAG) se quedará sola en los vuelos low cost entre Catalunya y el continente norteamericano.

Como en el caso del Prat, la compañía también cerrará las bases para vuelos transatlánticos de París-Charles de Gaulle, Roma Fiumicino, Londres Gatwick, Fort Lauderdale (Florida), Los Angeles y JFK en Nueva York. En esta línea, su flota cambiará de medida de manera considerable. Para el largo radio directamente ya no se usarán los Boeing 787 Dreamliner que la pandemia dejó parados en tierra. Por otro lado, al corto radio se destinarán de momento 50 aviones, que en 2022 la empresa quiere ampliar a 70.

Situación económica delicada

El anuncio de Norwegian es la consecuencia de una situación financiera delicada que se ha agravado durante los últimos años. La compañía sufrió la suspensión temporal de vuelo para los Boeing 737 Max, los problemas con los motores Rolls Royce y ahora las restricciones a la movilidad (especialmente en los vuelos intercontinentales) provocadas por la pandemia. Esta suma de complicaciones y la negativa del gobierno noruego a contribuir con más ayudas obligó a la empresa en diciembre a pedir la suspensión de pagos en su país de origen.

Uno de los obstáculos que tendrá que superar Norwegian para sobrevivir con esta nueva estrategia será la deuda. La compañía quiere reducir el pasivo hasta alrededor de los 20.000 millones de coronas noruegas (1.934 millones de euros) y conseguir entre 386 y 483 millones de euros de capital nuevo. "Me complace presentar hoy un sólido plan de negocio, que propiciará el renacimiento de la empresa. Al centrar nuestra operativa en una red de corto radio, nuestro objetivo es atraer a inversores nuevos y existentes", ha asegurado Schram.

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