INFRAESTRUCTURAS

La ‘Cambra’ quiere un cambio de pistas para que El Prat no colapse

La entidad propone adaptar la operación para que pueda llegar a los 90 millones de pasajeros en 2030

Paula Solanas
3 min
Imatge d’arxiu des de la terminal 1  de l’aeroport del Prat.

Barcelona¿Cómo será el aeropuerto de Barcelona en 2030? ¿Y, sobre todo, habrá suficiente capacidad para operar con normalidad? Esta es la pregunta que se plantea el estudio que presentó este jueves la ‘Cambra de Comerç’, el último con Miquel Valls como presidente, en el que se ofrecen soluciones para evitar que el crecimiento colapse El Prat. Estos últimos años se han superado las previsiones más optimistas. En 2018 el aeropuerto alcanzó por primera vez los 50 millones de pasajeros anuales y ya está a sólo cinco millones de su capacidad máxima. A pesar de las nuevas inversiones y de la llegada de la terminal satélite en 2026, la ‘Cambra’ cree que esto no será suficiente.

El informe elaborado por el organismo considera que El Prat podría acoger a 90 millones de pasajeros en 2030 —en el escenario más extremo superaría los 100 millones—, pero hace una serie de recomendaciones para que este despegue se produzca de forma sostenible. De todos modos, condiciona estas propuestas a que se aceleren las inversiones previstas por Aena. Igualmente, la ‘Cambra’ pide un estudio sobre cuál es el impacto económico del aeropuerto en los municipios de la zona para asegurar que los beneficios se repartan adecuadamente.

Adaptar las pistas

La entidad recomienda alargar la más corta para llegar a 90 operaciones

Si El Prat fuera una autopista habría atascos casi cada día. El problema que lo explica es que las pistas se construyeron esquivando el impacto ambiental sobre los pantanales de la zona, pero también evitando el acústico para los vecinos. Actualmente, los aviones aterrizan en la pista larga y despegan por la corta. Aun así, cada vez hay aeronaves más grandes por el incremento de los vuelos de largo recorrido, hecho que dispara las “retenciones” en tierra. El estudio de la ‘Cambra’ plantea nuevos escenarios, como alargar la pista corta para facilitar que se eleven los aviones de mayores dimensiones o utilizar la larga también para despegues. El objetivo sería que se pudieran hacer 90 operaciones por hora. Con este cambio se triplicaría el número de personas expuestas al ruido, pero el documento de la ‘Cambra’ asegura que el impacto seguiría siendo inferior al de otros aeropuertos comparables a este. A pesar de todo, hay que destacar que el informe no menciona una alternativa que se ha planteado a menudo sobre el futuro de El Prat: construir una nueva pista sobre el mar.

Aviones más seguidos

Defiende reducir la distancia entre aparatos en los despegues

Según la ‘Cambra’, la única solución para esponjar la operativa de El Prat no está en las pistas. El estudio analiza varias maneras de conseguir que puedan pasar más aviones sin generar colas. Por ejemplo, reducir la distancia de seguridad entre aparatos o separarlos con una medida de tiempo y no de metros. Además, añade que se podrían incrementar los vuelos nocturnos.

Menos vuelos estacionales

Plantea reducir las rutas en hora punta y en periodos de vacaciones

Entre las 10 y las 12 de la mañana y las 7 y las 9 de la noche se concentran gran parte de los vuelos que se operan en el aeropuerto. Son los slots más codiciados por las aerolíneas y también donde se acumulan más retrasos cuando a la ecuación se le suman factores externos como las huelgas y el mal tiempo. Es por ello que la ‘Cambra’ quiere promover una desestacionalización progresiva de El Prat. La medida implicaría que los vuelos de las horas punta se desplazaran hacia franjas en las que no hay tanta congestión en el aeropuerto, pero también impulsaría que los pasajeros viajaran más allá de las vacaciones durante el verano y el invierno. No obstante, se reconoce que es un “objetivo complejo” y que requiere un esfuerzo de coordinación entre las administraciones públicas, Aena y las aerolíneas.

Restricción urbanística

El estudio opta por evitar construir en las zonas próximas al aeropuerto

Una de las diferencias entre Barajas y El Prat es que el aeropuerto madrileño está en unos terrenos con bastante distancia respecto a municipios próximos. En cambio, el de Barcelona está limitado por el mar, por espacios naturales y por zonas urbanizadas como Gavà, lo que complica las ampliaciones. En este sentido, el informe de la ‘Cambra’ propone restringir el crecimiento urbanístico en las zonas de influencia de la infraestructura. El nuevo plan director aprobado por Aena prevé que los terrenos próximos a El Prat sirvan para resucitar el proyecto de la ciudad aeroportuaria, con hoteles, oficinas y centros logísticos.

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