Bérgamo, de 'zona cero' a ciudad inmune al coronavirus

La ciudad italiana fue de las más afectadas del mundo durante la primera oleada

Soraya Melguizo
3 min
Foto de Bèrgam

MilàNadie en Bérgamo ha podido olvidar todavía los camiones del Ejército cargados de ataúdes que atravesaron la ciudad una noche de marzo, después de que los hornos crematorios locales colapsaran. Es la imagen de la pandemia en Italia y está grabada a fuego en el recuerdo de los habitantes de esta ciudad, zona cero del coronavirus en Europa.

Más de ocho meses después, mientras la segunda ola devora el sur de Italia, Bérgamo, con 242 casos positivos en las últimas 24 horas, registra menor número de infecciones respecto a otras regiones, pero también en comparación con otras provincias de Lombardía, que ha vuelto a ser una de las zonas más castigadas, con más de un tercio del total de fallecidos del país. Una cifra dramática que no desciende y que este jueves batió un nuevo récord con 993 muertos, el número más alto desde el inicio de la pandemia.

“Durante la primera ola, Bérgamo fue el territorio más golpeado por el virus y esa circunstancia, desde el punto de vista epidemiológico, ha comportado una cierta inmunidad colectiva”, explica a este periódico el doctor Alberto Zucchi, jefe del servicio de Epidemiología del Servicio Sanitario de de la ciudad. “Técnicamente”, aclara, “no se puede hablar de inmunidad de rebaño, porque eso significa que el contagio ha alcanzado al 80-90% de la población, pero estamos en niveles muy elevados”.

Un estudio del Instituto Mario Negri de Bérgamo señala que la ciudad lombarda ha sido una de las más afectadas por el coronavirus en el mundo, con una prevalencia de casos positivos mayor que la de Nueva York (19,9%), Londres (17,5%) o Madrid (11,3%). Y eso a pesar de que los investigadores calculan que cerca del 90% de las infecciones no fueron diagnosticadas por el sistema sanitario italiano. Según la investigación, el 38,5% de los 423 voluntarios que se sometieron en mayo a una PCR o un test para detectar anticuerpos resultó positivo. Y en algunas pequeñas localidades del Valle Seriana, como Nembro y Alzano, donde en primavera morían medio centenar de personas al día, uno de cada dos ciudadanos resulta haber estado en contacto con el virus.

Pietro Brambillasca, anestesista en el hospital Juan XXIII de Bérgamo, recuerda el tsunami de la primera ola: El 29 de marzo llegaron a registrar 499 ingresos por Covid19 y tres días más tarde, 94 personas entraron en la UCI. Todo eso en un centro sanitario con 900 camas. “En el mes de marzo, los pacientes que llegaban a nuestro hospital lo hacían muy graves. Actualmente la situación es un poco mejor, quizá porque la población ha sufrido personalmente, y por tanto sabe cómo tiene que comportarse, o quizá porque existe una inmunidad parcial hacia el virus, que no somos capaces de medir y que no ha sido demostrada, porque los anticuerpos pueden durar poco tiempo”, apunta.

Brambillasca reconoce que el virus en Bérgamo “circula mucho menos respecto a la parte occidental de la región y alrededor de dos tercios de las camas están ocupadas por pacientes de otras provincias”. En primavera, cerca de 5.000 bergamascos fueron ingresados en hospitales fuera de la provincia e incluso de Lombardía. Ahora, las ambulancias con pacientes Covid de Milán trasladan a los enfermos directamente a Lodi, Cremona o Bérgamo.

La posible inmunidad de los pueblos y ciudades que registraron más víctimas en primavera, les ha permitido mantener a raya la curva en otoño, pero los expertos no subestiman el factor psicológico de quienes vivieron en primera persona los meses más duros de la pandemia.

“En verano, mi mujer y yo fuimos una semana de vacaciones a una ciudad del centro de Italia y nos sorprendió que casi nadie llevaba mascarilla y todos iban al restaurante tranquilamente. Era como estar en un país que no había vivido una pandemia”, cuenta el doctor Zucchi. “Cuando contaba a otras personas que en Bérgamo el Ejército tuvo que sacar los ataúdes porque no había sitio en los cementerios, me miraban como si estuviera relatando una película”.

El experto, que superó la Covid19 en primavera, defiende que la ciudad ha mantenido el “respeto riguroso” de las medidas anti contagio porque prácticamente todos han perdido a alguien cercano o conocen a alguien que ha estado gravemente contagiado. “El miedo y las experiencias de vida dramáticas comportan una mayor atención, y esto ha contribuido a que la difusión del virus durante esta segunda ola haya sido mucho más contenida”.

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