Muere a los 94 años el expresidente de Francia Valéry Giscard de Estaing

Figura clave de la construcción europea, ha muerto debido al covid-19

Albert Castellví Roca
4 min
L'expresident francès Valéry Giscard d'Estaing

SabadellValéry Giscard de Estaing, que fue presidente de Francia entre el 1974 y el 1981, ha muerto este miércoles a los 94 años debido al covid-19, según ha informado su familia. El veterano político, que hasta su muerte ha sido una de las voces más influyentes de la política francesa, fue también uno de los arquitectos de la integración europea y contribuyó a poner las bases para la creación del euro.

Giscard nació el 2 de febrero del 1926 en la ciudad alemana de Coblenza, donde su padre, inspector de finanzas, había sido destinado como parte del contingente del ejército francés que ocupaba la región de Renania en concepto de reparación por los daños económicos que Alemania había infligido a Francia durante la Primera Guerra Mundial, tal como establecía el Tratado de Versalles. Después de haberse alistado como voluntario en la Segunda Guerra Mundial, donde fue distinguido por su actuación en el frente, se formó en el ámbito de la administración y de las finanzas, y en 1956, con 30 años, se estrenó en el mundo de la política, al ser escogido diputado por el departamento de Puy-de-Dôme.

Tres años más tarde fue nombrado secretario de estado de Finanzas y en enero del 1962 el presidente Charles de Gaulle lo escogió como nuevo ministro de Economía y Finanzas, un cargo que mantuvo hasta el 1966. Tres años más tarde, el nuevo presidente, Georges Pompidou, le volvió a otorgar el mismo ministerio, donde se mantuvo hasta que en 1974 ganó las elecciones a la presidencia, que lo enfrentaron a François Mitterrand. Con 48 años, se convirtió en la persona más joven que accedía a la presidencia de Francia, un hito que mantuvo hasta la llegada al poder de Emmanuel Macron, hace tres años, cuando tenía 39.

Un nuevo estilo

Su presidencia estuvo marcada por un carácter queridamente moderno y claramente europeísta. A pesar de haber formado parte de los gobiernos de De Gaulle, Giscard se había ido distanciando de ello, y su elección como presidente, después de dejar fuera en la primera vuelta al candidato gaullista Jacques Chaban-Delmas, supuso una rotura con el periodo anterior. De talante liberal, Giscard quiso imprimir a la presidencia un carácter más cercano a la ciudadanía y lo dejó claro desde el primer momento: después de tomar posesión del cargo, renunció a hacer el trayecto hasta el Elíseo en el tradicional coche descapotable, y optó por ir a pie.

Entre las reformas que impulsó durante su mandato están la rebaja de la mayoría de edad a los 18 años (en vez de los 21), la despenalización del aborto, la legalización del divorcio de mutuo acuerdo o la desvinculación de la televisión pública del gobierno. También dio luz verde al proyecto de creación de la red del TGV, el tren de gran velocidad francés. En el ámbito de la política internacional, hizo gestos para intentar suavizar la Guerra Fría, reuniéndose con el líder soviético Leonid Bréjnev o rechazando unirse al boicot occidental a los Juegos Olímpicos de Moscú del 1980.

Fue a propuesta suya que se creó, en 1975, el Consejo Europeo, y también fue uno de los principales defensores de la elección por sufragio universal de los miembros del Parlamento Europeo. Junto al canciller alemán Helmut Schmidt puso las bases del eje francoalemán, clave en la construcción de la Unión Europea actual. Los dos impulsaron también la creación del sistema monetario europeo, origen del euro.

Escándalo de corrupción

En 1979, Giscard fue acusado por el semanario satírico Le Canard Enchaîné de haber recibido diamantes por valor de un millón de francos (unos 150.000 euros) de parte del dictador centroafricano Jean-Bédel Bokassa. Este escándalo, unido a los problemas económicos derivados de la crisis del petróleo del 1979, contribuyó en buena medida a su derrota en las elecciones de 1981, ante Mitterrand. Influyó, también, la negativa de su ex primero ministro Jacques Chirac, derrotado en la primera vuelta, de apoyarlo de cara a la segunda votación, lo cual dividió al voto conservador y enemistó definitivamente a los dos líderes. Con todo, una de las últimas apariciones públicas de Giscard fue en septiembre del año pasado, en el funeral de Chirac.

Su carrera política, sin embargo, no se había acabado: en 1986 ganó las elecciones a la presidencia de la región de Auvernia, un cargo que mantuvo hasta el 2004, y entre el 1989 y el 1993 fue eurodiputado.

Su destacada trayectoria europeísta le valió ser nombrado, en 2002, presidente de la comisión encargada de redactar el proyecto de Constitución Europea. El trabajo acabó en un sonoro fracaso debido al rechazo del texto en referéndum, precisamente, en Francia.

Los últimos años de su vida los ha dedicado a la literatura, hecho que le permitió convertirse en el único presidente de la República escogido miembro de la Academia Francesa. Además de unas memorias en tres volúmenes, publicó ensayos y obras de ficción, entre las cuales destaca la novela La princesa y el presidente (2009), una historia de amor entre dos personajes inspirados en él mismo y la princesa Diana de Gales.

Recientemente había tenido varias complicaciones de salud. En septiembre fue hospitalizado por un problema respiratorio y el 15 de noviembre por una insuficiencia cardíaca, pero en los dos casos recibió el alta pocos días más tarde. Según ha informado su familia, Giscard de Estaing ha muerto en una propiedad suya en la localidad de Authon, en el centro de Francia.

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