La última provocación de Stanley Johnson, padre del 'premier' británico

El ex europarlamentario confirma que ha solicitado el pasaporte francés horas antes del Brexit

Quim Aranda
3 min
Stanley Johnson, pare del primer ministre britànic Boris Johnson, en una imatge d'arxiu a Westminster, Londres, el 24 de setembre de 2019.

LondresA pocas horas de que se haga efectiva la salida del Reino Unido de la Unión Europea, sus detractores has sufrido una nueva afrenta del primer ministro británico, Boris Johnson. En este caso, la afrenta y el desprecio de Boris Johnson ha tenido lugar por vía indirecta, a través su padre. Sin embargo, pone igualmente de manifiesto la doble vara de medir de la que disfrutan las clases privilegiadas de las islas británicas en relación con el resto de ciudadanos del país.

Stanley Johnson, de 80 años, ex funcionario de la Comisión Europea y ex europarlamentario, ha confirmado a la cadena de radio francesa RTL que ha solicitado la nacionalidad de la república, y que quiere seguir manteniendo de manera administrativa y oficial los fuertes vínculos emocionales que tiene con el país donde nació su madre.

Igual que el hermano pequeño del premier, Jo, que dimitió como parlamentario y secretario de estado en septiembre de 2019 por discrepancias con el Brexit y la política que seguía su hermano al frente del gobierno, Stanley Johnson votó a favor de quedarse en la Unión en el referéndum de junio del 2016.

“Si lo entiendo bien, soy francés –ha declarado Stanley Johnson a la emisora de radio–. Mi madre nació en Francia, su madre era totalmente francesa, como su abuelo. Por lo tanto, para mí se trata de recuperar lo que ya tengo. Y esto me hace muy feliz", ha dicho, en un francés teñido de acento británico. “Siempre seré europeo, esto seguro. No se le puede decir al pueblo británico: «No sois europeos». Es importante tener un vínculo con la Unión Europea", ha añadido. Tanto la noticia de la solicitud del pasaporte como sus declaraciones han desatado todo tipo de comentarios en las redes sociales, y han resultado bastante destacables todos los que señalan que uno de los efectos más perjudiciales del Brexit es que a partir de ahora los británicos no podrán moverse, trabajar y vivir libremente en cualquier país de la UE.

Con el pasaporte francés, sin embargo, Stanley Johnson, que tiene casa de verano en Grecia y que es visitante habitual de las islas helénicas, se ahorrará cualquier solicitud de visado si quisiera quedarse en un territorio de la Unión más de noventa días seguidos.

El anuncio de Johnson padre ha provocado un nuevo motivo para el sonrojo de su hijo, que ya vio como en el mes de julio pasado su padre desobedecía los consejos del Foreign Office sobre viajar fuera del país y voló a Atenas para poner en orden la mansión que tiene en Grecia y que tenía que alquilar a un grupo de personas durante el verano.

Boris Johnson consiguió el día antes de Navidad llegar a un pacto comercial con la Unión Europea por el cual se regirán a partir de este 1 de enero las relaciones entre Bruselas y Londres. Este miércoles el Parlamento de Westminster aprobó la entrada en vigor del pacto.

En el debate que precedió la votación, Johnson, en un tono conciliador y victorioso, aseguró: "Este no es el final del Reino Unido como país europeo. Somos, en muchos sentidos, la civilización europea por excelencia, y lo continuaremos siendo", una afirmación tan arbitraria como discutible y que políticos como el mismo premier se han ocupado de socavar.

Cuatro años y medio después del referéndum, el Brexit se convierte en realidad. Algunos privilegiados, sin embargo, quieren continuar jugando a dos bandas.

stats