Abre Calais pero el caos se alarga

Francia pide un test de antígenos a los camioneros antes de poder cruzar el canal de la Mancha

Quim Aranda
4 min
Obre Calais però el caos s’allarga

LondresFrancia ha reabierto de manera condicionada la frontera de Calais esta pasada media noche, hecho que ha llevado un poco de esperanza a los más de 3.000 transportistas de mercancías que han esperado cerca del puerto de Dover, en el condado de Kent, en el sudeste de Inglaterra, el final del bloqueo que han vivido en las últimas 48 horas a la espera de atravesar el canal de la Mancha. Con todo, para muchos de los profesionales del volante el mal ya está hecho.

El acuerdo para retomar las comunicaciones se alargó mucho más de lo previsto por la discusión entre París y Londres sobre qué tipo de test tendrían que presentar los camioneros, si una PCR o un test de antígenos. Finalmente, se pide este último.

El premier británico, Boris Johnson, había asegurado el lunes, después de hablar con el presidente francés, Emmanuel Macron, que la solución era cuestión “de pocas horas”. Como es habitual, mostró un optimismo excesivo.

París también anunció ayer al atardecer que permitirá volver a los nacionales y residentes, así como a los ciudadanos de la Unión Europea (UE), si presentan una PCR negativo hecha tres días antes de atravesar el Canal o un test de antígenos negativo que detecte la nueva cepa del SARS-Cov-2.

Aun así, aviones, ferris y el Eurostar han retomado las conexiones a primera hora de esta mañana. También se permite la entrada a Francia a las personas que hagan viajes esenciales, incluidos el personal sanitario que luche contra el covid-19, tripulaciones pesqueras y conductores de autobuses o maquinistas de trenes, además de los mencionados camioneros.

Un aspecte d'un grup de tràilers aparcats a les rodalies de Folkestone, al comtat de Kent, a prop de Dover, mentre esperen poder creuar el Canal de la Mànega, aquest dimarts al vespre

Fiabilidad

Además de la diferencia de fiabilidad, la diferencia entre una PCR y un test de antígenos es fundamental para los transportistas. En el primer caso, habría supuesto esperar en algún punto de territorio británico las 24 o 48 horas que se tarda en tener el resultado. En el otro, 15 o 20 minutos. Un tiempo, sin embargo, igualmente precioso, especialmente cuando se cargan mercancías frescas, puesto que cada día atraviesan el Canal unos 10.000 tráileres. Un pequeño retraso en un vehículo puede acabar suponiendo horas de espera y larguísimas colas. Otro aspecto es resolver qué pasa con los potenciales positivos: cómo y dónde se aíslan.

Pero lo que ya es seguro es que el caos continuará en Dover más allá del día de Navidad y que muchas mercancías de camino hacia el continente, que habrían tenido que llegar a los mercados franceses, españoles o alemanes el 24 de diciembre, probablemente ya se hayan estropeado.

A lo largo del día de ayer la impaciencia de los conductores atrapados en Kent se hizo evidente a través de las redes sociales, que recogieron tanto las protestas por el bloqueo como por la falta de comida caliente y de servicios sanitarios: lavabos y duchas. Una prueba más de la falta de previsión ante un posible Brexit duro y de los problemas que puede ocasionar a partir del 31 de diciembre.

Profesionales del volante de toda Europa, especialmente del Este pero también españoles -el ministerio de Exteriores ha calculado que se han podido ver afectados unos 10.000 entre los que están en tránsito desde el Reino Unido y los que se dirigían hacia ahí-, temen que ya no podrán pasar la Navidad en familia. Por no hablar de las pérdidas económicas, puesto que cobran en función de la carga entregada. Una carga que, en muchos casos, se habrá perdido y que no cubrirá ninguna compañía de seguros.

La medida de Francia, en medio de una cascada de prohibiciones totales al transporte desde el Reino Unido, o restricciones menos duras, que hasta ayer ya habían impuesto 55 países, fue decidida por París para protegerse de la nueva cepa de covid-19 que está detrás del aumento exponencial de contagios en Londres y el sur Inglaterra. Una nueva cepa que, según informó el sábado Boris Johnson, podría ser un 70% más contagiosa que las anteriores.

Por otro lado, resulta imposible no pensar que la crisis sanitaria del coronavirus se ha juntado con el Brexit. Una coincidencia desafortunada para unos o una lección para el Reino Unido para otros, en el momento final también del periodo de transición de la pertenencia británica a la Unión Europea (UE), que concluye con el año. Así lo expresó ayer, en un envenenado tuit contra Boris Johnson, Guy Verhofstadt, el europarlamentario belga que del 2016 al 31 de enero de este año fue el presidente del grupo de la cámara comunitaria para analizar el Brexit.

Reproduciendo las imágenes de los miles de tráileres parados en Dover, Verhofstadt dijo: “Olvidamos cómo eran las fronteras. Algunos pensaron que continuarían abiertas con la UE o sin ella. Ahora empezarán a entender qué significa realmente salir de la UE”. El comentario no fue bien recibido en el Reino Unido, inmerso con la UE en unas horas “cruciales” para tratar de cerrar el post-Brexit, según dijo, también ayer desde Bruselas, el negociador jefe comunitario, Michel Barnier.

stats