Leer bien para escribir mejor

El origen de muchos problemas de aprendizaje radica en la comprensión lectora

Coloma Mateu
3 min
Llegir bé per escriure millor

Desde mi experiencia profesional con alumnos de Primaria, Secundaria y personas adultas, he podido constatar que una parte de las dificultades de aprendizaje no responden a un trastorno específico, como pueden ser la dislexia, la discalculia o el déficit de atención. El origen de muchos de los problemas de aprendizaje radica en la comprensión lectora. Si falla, también se ve afectada la capacidad de redacción. Trabajando estos dos aspectos ya desde el primer ciclo de Primaria se pueden prevenir importantes dificultades en la etapa de Secundaria.

Parece que las escuelas cada vez más deciden dar un paso adelante y transformar totalmente su metodología educativa cambiando las aulas tradicionales por espacios abiertos de aprendizaje; los libros, por materiales educativos de experimentación, y los exámenes, por proyectos. Esta quizás será la clave para que los niños entiendan lo que leen y lo sepan explicar, correcta y coherentemente, de manera escrita. Solo así serán capaces de estudiar por proyectos.

Las dificultades lectoescritoras que se detectan en el último ciclo de Primaria se acentúan en Secundaria si no se trabaja para solucionarlas. Las dificultades más habituales asociadas a la lectura tienen que ver con la fluidez verbal, la velocidad lectora, el tono, el ritmo y la vocalización. Así, hay alumnos que leen demasiado deprisa, sin respetar las pausas y los signos de puntuación, o –contrariamente– los hay que leen excesivamente despacio debido a las dificultades para descifrar palabras nuevas, largas o complejas. A los unos y a los otros les cuesta contestar preguntas relacionadas con el texto que han leído o hacer un resumen, porque no han interiorizado cognitivamente el mensaje. Lo han leído automáticamente, pero no lo comprenden. Además, en general tienen muy poco vocabulario y no entienden muchas de las palabras que aparecen en la lectura.

Este bajo nivel de comprensión lectora repercute en la capacidad de redacción. Si no se lee habitualmente, no se integran nuevas estructuras gramaticales y, por lo tanto, no se pueden poner por escrito, de forma que los textos que escriben suelen ser pobres en vocabulario, léxico y sintaxis. En cuanto a la redacción, hay alumnos con muy poca creatividad e imaginación en la escritura libre. Poseen un repertorio lingüístico pobre y un vocabulario escaso. Por eso suelen escribir frases breves, repetitivas y casi siempre siguiendo la misma estructura: sujeto, verbo y predicado. Tienen muchas dificultades para enlazar frases e ideas y, por lo tanto, sus escritos o redacciones son muy breves. Son básicamente una serie de frases simples sin ningún conector que las relacione.

Por otro lado, podemos tener alumnos con el problema contrario. Se extienden demasiado para explicar una idea clara y concreta, con párrafos larguísimos en los que a menudo los signos de puntuación brillan por su ausencia. Así, escriben extensos fragmentos que, a veces, no dicen nada. En este caso, la dificultad se explica porque les cuesta concretar, sintetizar y acotar. Tanto en el aula como casa se pueden aplicar, ya desde Primaria, algunas pautas y estrategias de lectura y de redacción.

Mejorar la comprensión

  1. Leer textos en voz alta y comentarlos oralmente. Contestar preguntas sobre lo que se ha leído y comentar la información más importante.
  2. Leer como mínimo dos veces el texto. La primera vez, para coger el mensaje principal y entenderlo globalmente, y la segunda, subrayando las frases más relevantes.
  3. Hacer lecturas conjuntas. Explicar cuentos. Escuchar historias intentando no perder el hilo y después explicar qué han entendido.
  4. Las lecturas tienen que estar adaptadas a la edad y nivel educativo del niño, y tienen que ser graduales tanto en extensión como en dificultad.

Mejorar la redacción

  1. Ordenar los fragmentos de un texto desordenado, identificando el inicio, el nudo y el desenlace.
  2. Inventar y escribir diálogos breves en situaciones diversas, que pueden venir dadas por una imagen: una tienda, la consulta del médico, etc.
  3. Jugar a crear textos a partir de imágenes diferentes que, ordenadas, pueden formar una historia.
  4. Escribir cuentos compartidos en los cuales cada cual escribe un fragmento para continuarlo.
  5. Aprender a utilizar los conectores más habituales para escribir de manera ordenada y dotar el texto de la coherencia y la concreción necesarias para entenderlo.

Aplicando estas y otras estrategias no solo se mejora el área de las lenguas sino también todas las áreas de conocimiento, porque aprenderán a entender aquello que estudian y serán capaces de expresarlo correctamente tanto de manera oral como por escrito. Es decir, mejorarán su competencia comunicativa.

Recomendaciones

  • Fomentar el hábito lector desde los primeros cursos de Primaria, siempre partiendo de los intereses de los niños.
  • Utilitzar juegos de mesa que potencian la adquisición de vocabulario, como por ejemplo el Storycubes, que es un juego de dados para inventar historias.
  • Leer no solo textos literarios sino también escritos de la vida cotidiana, como por ejemplo una noticia de diario, una receta de cocina, las instrucciones de algún juego, etc.

Coloma Mateu es pedagoga de Creix

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