El análisis de Antoni Bassas: 'Illa y el PSC «desacomplejadamente españolista»'

El PSOE ha mandado en el PSC y ha decidido que un ministro que sale mucho por la tele es lo mejor para captar el voto de los que se informan a través de los medios españoles y que hace cuatro años dieron la victoria a Ciudadanos

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El eterno e incombustible Miquel Iceta ha decidido dar un paso al lado y ceder la candidatura a la presidencia de la Generalitat a Salvador Illa.

No sufran por Iceta, que intentó ser presidente del Senado hasta que los votos de la mayoría del Parlament de Catalunya se lo impidieron, y ahora casi con toda probabilidad será ministro, como lo fueron Joan Clos cuando se fue de la alcaldía de Barcelona o José Montilla, justo antes de convertirse en presidente de la Generalitat. Iceta ha auscultado las encuestas, y también las han visto en la Moncloa, que querían empezar el año con una victoria en Catalunya que no sale en las cifras. Antes de resistirse y acabar perdiendo, el propio Iceta ha facilitado su salida.

Y he aquí que Salvador Illa será el presidenciable: "Estoy preparado para presidir Catalunya. Acepto la candidatura y me lo tomo como un acto de servicio. Estoy a punto para ayudar desde donde pueda ser más útil".

Illa es un hombre de partido, más todavía, de aparato de partido, y de un partido donde el aparato siempre ha sido tan poderoso como el PSC. Su carrera política ante las cámaras empezó los lunes, en las ruedas de prensa que los partidos convocan en lunes para empezar la semana saliendo en los medios. Ese Illa era gris, funcionarial, casi invisible, e interpretaba con profesionalidad el papel de secretario de organización en un tono previsible y plano. Y entonces vino Pedro Sánchez, que lo hizo ministro de Sanidad, otro cargo de cuota catalana del PSOE donde Illa habría podido continuar haciendo su trabajo de ministro y continuar llevando, desde Madrid, la dirección interna del PSC. Pero entonces vino la pandemia, y a Illa le cambió la vida. Con todo, hay que ser justos y reconocer que Illa ha sabido convertir un desastre en una oportunidad. En España han muerto más de 50.000 personas por la pandemia, pero Illa ha sabido imprimir a sus comparecencias un inusual sentido común, serenidad, nula voluntad de pelearse con nadie, ni siquiera con la presidenta madrileña Ayuso, y menos públicamente, y ha defendido la dignidad del cargo con aires de perfecto servidor público. Esto es lo que le hemos visto. Entre lo que no le hemos visto está la disposición a hablar con todo el mundo que sabía más que él.

Marc Toro explica en esta página todo lo que hay que saber sobre cómo se fraguó el relevo entre Iceta e Illa en los últimos meses. Y en esta página, David Miró hace un análisis sin tapujos: “El nuevo PSC será más desacomplejadamente españolista”, y añade que estará “capitaneado por cuadros desacomplejadamente españolistas y que, además, han incubado durante los últimos años un fuerte resentimiento hacia el independentismo, al cual acusan de haber llevado el país al precipicio. Este nuevo PSC considera que en el post-Procés ellos tienen que ser el eje del españolismo y alternativa al independentismo".

Y asegura Miró: "Salvador Illa sabe que, incluso en caso de ganar, lo tiene muy difícil para ser el próximo presidente porque difícilmente hay una suma practicable sin los independentistas. Lo que viene, pues, es un PSC más alineado con el PSOE que nunca y menos izquierdoso que el de Iceta".

Se lo dije ayer: cuando Pedro Sánchez defendía los indultos para los presos independentistas dijo que “esto es por lo que apostará la ciudadanía catalana el 14 de febrero", que es una manera de querer fortalecer la posición socialista en toda España. Sánchez sabe que, en Catalunya, Ciutadans cavará su fosa y el PP es un partido menor, muy menor. Por eso saca a Illa de la dirección de la lucha contra la pandemia (nos tenemos que preguntar si esto es lo que correspondería) y lo manda a Catalunya. El PSOE ha mandado en el PSC y ha decidido que un ministro que sale mucho por la tele (y que, insisto, lo hace bien cuando sale), es lo mejor para captar el voto de los que se informan a través de los medios españoles y que hace cuatro años dieron la victoria a Ciudadanos. El 14 de febrero saldremos de dudas.

Este es el último análisis del 2020. El resumen del año nos lo sabemos de memoria, de forma que deseémonos un buen 2021 y trabajemos todos para hacerlo posible.

Nuestro reconocimiento a los que trabajan en primera línea, un recuerdo para los que sufren, para los presos políticos, para los exiliados, y que tengamos un buen día.

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