LAS CONSECUENCIAS DEL 28-A

Iceta, pendiente de JxCat y ERC para presidir el Senado

Pedro Sánchez quiere al líder del PSC en la cámara alta, pero no tiene aval necesario del Parlamento

Marc Toro
4 min
Iceta, pendent de JxCat i ERC per presidir el Senat

BarcelonaPedro Sánchez no consiguió el 28-A una mayoría suficiente para no tener que recurrir al incómodo apoyo de los partidos independentistas y, antes de que lo tenga que constatar en el Congreso, la dependencia de los votos de JxCat y ERC le llegó por un flanco inesperado. El presidente español en funciones hizo público que quiere hacer valer su mayoría absoluta en el Senado para convertir a Miquel Iceta, abanderado del federalismo y apuesta por el diálogo, en presidente del Senado. Pero el sorprendente movimiento, que se debería completar el 21 de mayo —momento en el que se constituirá la cámara alta—, requiere un incierto aval del Parlament: ERC anunció ayer que no apoyará la designación del líder socialista como senador autonómico, mientras que JxCat dejó en el aire el sentido de su voto. Al cierre de esta edición, Iceta no tenía garantizada la mayoría en la cámara.

Horas después de que trascendiera que el líder del PSC había aceptado la oferta de Sánchez y que el expresidente de la Generalitat José Montilla le cedería el escaño al Senado, los republicanos dejaron claro que están dispuestos a bloquear la operación. “No podemos supeditar las instituciones catalanas a las decisiones que toma el PSOE respecto a sus sillas”, argumentó el presidente del grupo parlamentario de ERC, Sergi Sabrià, en una declaración de intenciones de lo que puede ser el papel del partido en Madrid. Los republicanos no aclararon si se abstendrán o votarán en contra, como previsiblemente hará la CUP, y Sabrià —que posteriormente se reunió con la portavoz del PSC en el Parlamento, Eva Granados— explicó que antes de tomar una decisión como esta necesitan saber qué votará el PSOE en caso de que el Tribunal Supremo se vea forzado a enviar un suplicatorio a las Cortes para seguir con el juicio abierto contra los líderes independentistas. "Si votan en contra supondría la libertad inmediata y el final del juicio", destacó.

JxCat decidió aplazar su decisión, si bien fuentes del grupo apuntaban ayer que estaría negociando la abstención a cambio de tener un grupo propio en el Congreso, y los diputados de Cs y el PP tampoco se pronunciaron. A pesar de todo, los comunes son los únicos que de momento apoyan a Iceta, que si fuera escogido compaginaría el nuevo cargo con el escaño en el Parlament y la primera secretaría del PSC. Los socialistas, que querían que su jefe de filas fuera designado senador hoy mismo, tendrán finalmente una semana para conseguir los apoyos necesarios, después de que ayer la junta de portavoces convocara el pleno específico sobre la elección para el próximo miércoles. Pero antes de que la propuesta se vote en el hemiciclo, en plena campaña de las municipales y europeas del 26 de mayo, el líder de los socialistas catalanes se deberá someter a la valoración de los grupos en la comisión del estatuto de los diputados.

Ayer, de momento, lo único que se confirmó fue la renuncia de Montilla a su escaño en el Senado. Un paso atrás que dio reivindicando la posibilidad que Iceta sea su sustituto como un gesto de “compromiso” de los socialistas con Cataluña y la “vía de diálogo y entendimiento”. La intención de Sánchez, de hecho, es convertir a Iceta en cuarta autoridad del Estado en un mensaje para reivindicar la apuesta por la plurinacionalidad que el PSOE difuminó durante la campaña del 28-A, así como reforzar la castigada imagen del Senado como verdadera cámara de representación territorial. El nuevo cargo, además, convertiría a Iceta en el primer presidente catalán del Senado y lo situaría al frente de la institución que tiene la clave del 155, desde donde el PSOE avaló la intervención de la autonomía catalana después de octubre de 2017. El escenario es ahora muy diferente, y tanto el PSOE como el PSC se oponen a la idea del 155 permanente que defienden con insistencia el PP y Cs. Es por ello que la noticia de ayer no gustó al jefe de filas de los populares, Pablo Casado, que volvió a blandir la polémica entrevista a Iceta —previa a la campaña del 28-A— en la que abría la puerta a la convocatoria de un referéndum si el independentismo llega al 65%. “Si el presidente del Senado que debe aplicar el 155 es el mismo que dice que habrá una consulta de independencia en 10 años, la propuesta de Sánchez me deja muy preocupado”, dijo.

Sorpresa en el PSC

La noticia cogió ayer por sorpresa a casi todo el mundo, y los diputados del PSC, que se encontraban en el descanso del mediodía del pleno del Parlament, se enteraron de la decisión justo antes que los medios de comunicación, en un encuentro en el despacho del presidente del grupo parlamentario. El líder socialista reunió posteriormente y con carácter de urgencia a la ejecutiva del partido y los primeros secretarios territoriales en la sede del PSC. Y aunque no hizo declaraciones ni antes ni después, fuentes socialistas confirmaron que, si finalmente consigue dar el salto al Senado, seguirá siendo el líder del partido y diputado en el Parlament. Su intención, al menos a corto plazo, sería compaginar estos dos cargos con la intensa actividad al frente del Senado. Son las dos premisas para acceder a la petición de Sánchez después de haber descartado convertirse en ministro del Gobierno. Eso, y el hecho de que el PSC haya abanderado la reclamación de un Senado verdaderamente federal y que sea trasladado a Barcelona.

Las consecuencias internas

Pero al margen del mensaje de puertas afuera, fuentes del PSC veían ayer en el movimiento de Sánchez un intento de “sacudir” el partido en Cataluña y, aprovechando el auge de los socialistas, forzar una “renovación” en el liderazgo a medio plazo. El proceso de regeneración interna quedó estancado desde que la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Núria Parlon, perdió en octubre de 2016 las primarias contra Iceta, y el PSC no preveía abrir este melón hasta el congreso del partido previsto para finales de este año.

Varios dirigentes daban ayer por hecho que, pase lo que pase con la primera secretaría, si Iceta es presidente del Senado no repetirá como candidato a las próximas elecciones catalanas, que podrían ser a finales de año. El partido se podría ver obligado a tomar decisiones antes de lo que quería, con el añadido de que actualmente no hay un relevo natural de Iceta, pero nada de esto pasará si el Parlament, y especialmente los grupos independentistas, no da luz verde a la operación de Pedro Sánchez para el Senado.

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