Urdangarin obtiene el tercer grado penitenciario

El cuñado de Felipe VI solo tendrá que ir a dormir de lunes a jueves a un centro de reinserción

Ara
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Iñaki Urdangarin gaudint del 100.2.

MadridEl juez de vigilancia penitenciaria ha concedido a Iñaki Urdangarin el tercer grado y solo tendrá que ir a dormir de lunes a jueves a un centro de reinserción de Alcalá de Henares, a las afueras de Madrid. Así lo ha decidido el juez de Castilla y León que ha estimado su recurso contra la decisión de Instituciones Penitenciarias, que el 30 de diciembre pasado negó al cuñado de Felipe VI la semilibertad y lo mantuvo con el 100.2, un régimen que le permitía salir a trabajar y pasar algunos fines de semana en casa.

La Fiscalía se había mostrado favorable a la petición de Urdangarin, con tal de que siguiera yendo a trabajar y se sometiera a un programa de reinserción para delincuentes económicos. En febrero de 2017 fue condenado por la Audiencia de Palma a seis años y tres meses de prisión por malversación de fondos públicos por el caso Nóos, y el Supremo le rebajó la pena a cinco años y diez meses, cosa que no evitó su ingreso en la prisión de Brieva (Ávila) en junio de 2018.

El juez se muestra muy crítico con la resolución del director general de Ejecución Penal y Reinserción, en la que se le negaba el tercer grado. La considera "arbitraria" porque "no da ninguna explicación" sobre los motivos por los cuales se le impidió la progresión de régimen penitenciario. "Infringe, desconoce y se aparta abiertamente" de la jurisprudencia del Tribunal Supremo, subraya el juez en su auto.

En este sentido, destaca la "positiva evolución" del interno, que ya se acerca al cumplimiento de la mitad de la pena. Este mismo juez ya apuntó en una resolución del mes de agosto en la que concedió el 100.2 a Urdangarin que el 1 de mayo de 2022 "como muy tarde" podría obtener la libertad condicional porque habría cumplido dos terceras partes de la condena.

Intento anterior frustrado

No era la primera vez que el marido de la infanta Cristina aspiraba al tercer grado y, de hecho, este juez de vigilancia penitenciaria ya se lo había concedido hace unos meses. Aun así, esa vez el ministerio público recurrió a la Audiencia de Palma y lo tumbó. Esta vez la Fiscalía había avalado el tercer grado, de forma que la decisión judicial será firme.

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