EL FINAL DE LA LEGISLATURA

JxCat y ERC alejan el aplazamiento electoral

A pesar de las declaraciones de Budó y Sàmper, los partidos se conjuran para no “especular”

N. Orriols / Q.bertomeu / A.moldes
3 min
Imatge d’un col·legi electoral a les primeres eleccions espanyoles del 2019, que es van celebrar el 28 d’abril.

BarcelonaEl viernes la consellera de Presidencia, Meritxell Budó, abrió la puerta a aplazar las elecciones en función de la pandemia en una entrevista en el Cafè d’idees de TVE. El domingo era el conseller de Interior, Miquel Sàmper, quien decía que los comicios se tenían que celebrar pero no en “cualquier precio” en El suplement de Catalunya Ràdio. Pero ayer fueron la portavoz de JxCat, Elsa Artadi, y la secretaria general adjunta de ERC, Marta Vilalta, las que quisieron acabar con la sombra de duda que sobrevuela las elecciones del 14 de febrero y aseguraron que se celebrarán.

En las ruedas de prensa posteriores a las reuniones de dirección de JxCat y ERC, las portavoces afirmaron que los socios de gobierno trabajan para que haya comicios y alejaron la posibilidad de aplazar la cita electoral por el efecto de la pandemia. Artadi, después de las declaraciones de los consellers de Junts, dijo que el compromiso del partido es celebrar las elecciones y hacerlo con “garantías”. Pidió evitar “especulaciones” y se mostró partidaria de convocar a todos los grupos parlamentarios para responder “inquietudes” y compartir el plan del Govern con la oposición. Un posicionamiento, afirmó, que comparten con los republicanos. Paralelamente, desde la calle Calàbria de Barcelona, Marta Vilalta escenificaba la misma voluntad: defendió que a pesar de la crisis sanitaria se puede votar en “condiciones seguras” y pidió no “especular” con la cuestión.

La declaración de intenciones de los socios de gobierno llegaba después de que el Síndic de Greuges, Rafael Ribó, presentara un nuevo informe sobre las elecciones y la pandemia. En una rueda de prensa ayer en el Parlament, aconsejaba explorar la posibilidad de votar durante dos días para que lo hicieran personas contagiadas o aisladas, urnas “móviles” o ampliar el plazo del voto por correo. También defendió que los grupos elijan una comisión independiente para que decida antes del 15 de enero si se tienen que aplazar los comicios: “Si llegada la fecha hubiera unas condiciones que dificultaran el derecho de voto, habría que tomar medidas como el aplazamiento de las elecciones”.

Los precedentes más recientes son lo del País Vasco y Galicia, donde los gobiernos aplazaron las elecciones del 5 de abril a raíz de la primera oleada de la pandemia. Los dos gobiernos citaron a la ciudadanía el 12 de julio, pero no todo el mundo pudo votar: vetaron la participación a los comicios a medio millar de personas contagiadas. En Catalunya, fuentes de la conselleria de Exteriores, que es la responsable del área de procesos electorales, aseguran que están “cien por cien focalizados” para que los comicios sean el 14 de febrero y que ahora mismo no se plantean “ningún aplazamiento”. “Tenemos una fecha fijada y es nuestra única prioridad”, sostienen desde el departamento del republicano Bernat Solé. La conselleria ya ha elaborado un informe con medidas para garantizar el derecho a voto, como han hecho otros entes de la Generalitat. Exterior se ha mostrado receptivo con todos los informes -ha evitado abrir ninguna polémica a pesar de que plantean diferentes fórmulas- y recuerda que, al final, será el Procicat quien tendrá la última palabra sobre cómo tendrán que ser los comicios.

La oposición pide claridad

Las garantías que dieron ayer los partidos de gobierno, sin embargo, no convencieron a la oposición. Eva Granados, portavoz del PSC, pidió claridad al ejecutivo y que el vicepresidente, Pere Aragonès, que tiene que firmar la convocatoria automática de los comicios el 22 de diciembre, reúna a los grupos para aclarar el posicionamiento de la Generalitat. Además, consideró que poner en entredicho las elecciones por el covid al inicio de la desescalada cuestiona la reapertura de los sectores económicos hasta ahora afectados por las restricciones. El PDECat también se sumó a las críticas y alertó de que es un “error” hablar ahora de un aplazamiento.

Según el Govern, las elecciones se celebrarán, pero con el covid marcando la pauta nadie se atreve a ser del todo tajante.

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