JxCat critica el acuerdo presupuestario entre ERC y el PSOE: "Una lluvia de millones que es una sequía"

ERC defiende que el pacto es bueno si lo critican la derecha española y "otras derechas"

Quim Bertomeu
3 min
La diputada de JxCat Laura Borràs des de l'atri del Congrés.

BarcelonaLa aprobación de los presupuestos generales del Estado es ya un nuevo motivo de distanciamiento entre los dos socios de Govern en Catalunya, JxCat y ERC. Si el miércoles Esquerra hacía una comparecencia para defender las virtudes del pacto presupuestario con el gobierno español, este jueves lo ha hecho JxCat para atacarlo. "Una lluvia de millones que sabemos que es una sequía", ha dicho la vicepresidenta de Junts, Elsa Artadi, a modo de resumen.

Artadi ha usado la expresión en castellano lluvia de millones porque es un clásico en una negociación presupuestaria -a veces se usa como una promesa real y, a veces, de forma irónica-, pero JxCat ni siquiera cree que haya un aumento significativo de las inversiones. Para el partido de Carles Puigdemont, los 2.339 millones en inversiones y transferencias que reivindica ERC son 100 millones más de lo que ya preveía el proyecto inicial de las cuentas que presentó el PSOE. Además, augura que no se cumplirá.

El acuerdo entre ERC y el PSOE tiene una decena de puntos y JxCat los ha repasado uno por uno para intentar desautorizarlos. La líder de JxCat en el Congreso, Laura Borràs, también ha tomado la palabra. Borràs ha lamentado que ERC reivindique como un hito haber conseguido que el ministerio de Hacienda levante el control financiero que mantenía sobre la Generalitat desde el 2015. "Cuando te devuelven lo que ya tenías, en realidad no te están dando nada", ha argumentado. También ha considerado que la llegada de fondos europeos para luchar contra la pandemia seguirá "tutelada" por el Estado a pesar de que ERC luzca como victoria que la Generalitat podrá gestionar casi 600 millones este 2021 de forma directa.

Entre otras muchas críticas, Borràs también ha considerado "un paso atrás" que, en virtud del acuerdo, la Generalitat pase a gestionar el ingreso mínimo vital porque, como será el Estado quien mantendrá la capacidad normativa sobre esta prestación, en realidad lo que se producirá es "no una gestión sino una cogestión". Finalmente JxCat también ve con recelo que el acuerdo busque fijar unos mínimos fiscales para todas las autonomías, como por ejemplo en el impuesto de patrimonio, para evitar la competencia a la baja -el dumping fiscal- que hacen comunidades como la de Madrid. Para Artadi, este movimiento es "recentralizador", puesto que abre la puerta a que el Estado haga una "armonización fiscal" que mengüe algo más la capacidad tributaria de la Generalitat.

ERC es consciente de que en las próximas semanas se sucederán las críticas contra su pacto tanto desde el flanco independentista como desde la derecha española. Este miércoles, su jefe de filas en Madrid, Gabriel Rufián, ha alabado de nuevo el acuerdo y ha enviado un dardo a JxCat: "Que te critiquen la derecha madrileña y otras derechas con otras banderas es que el acuerdo es bueno", ha dicho en declaraciones a la Cadena SER.

Mismo objetivo, estrategia diferente

Si la negociación presupuestaria ha evidenciado algo es, de nuevo, que ERC y JxCat comparten objetivo, pero difieren en la estrategia. En las dos comparecencias -la de Pere Aragonès el miércoles y la de Borràs y Artadi este jueves- ha resonado la misma tesis: "Los únicos presupuestos verdaderamente justos que tendrá Catalunya serán los de una Catalunya independiente", dijo el miércoles Aragonès. "Los mejores presupuestos para Catalunya son los de una Catalunya independiente", ha convenido este jueves Borràs.

Pero si el punto de partida es el mismo, la conclusión es muy diferente. Para los republicanos es importante aprobar las cuentas estatales para gestionar "un mientras tanto" difícil y complicado, mientras que para Junts aprobar estos presupuestos es abonar una teoría del "mal menor" que no beneficia a los catalanes. Las cuentas estatales, pues, son una muestra más del choque de estrategias que los dos partidos pondrán a escrutinio de los ciudadanos en las elecciones del 14-F. A pesar de todo, insisten en que después de los comicios volverán a gobernar juntos.

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