El PP ya no está en contra de los lazos en la calle (si son naranjas)

Los populares se hacen suyo este símbolo para combatir la ley Celaá en la calle y en los tribunales

Mireia Esteve
3 min
El president del PP, Pablo Casado, en un esmorzar informatiu a Madrid

BarcelonaSi hay una cosa que ha conseguido la nueva ley de educación, la llamada ley Celaá, además de enervar a la derecha española, es que el PP se reconcilie con los lazos. Los amarillos todavía no, los suyos son los naranjas. En los últimos días, varias asociaciones de centros concertados y privados han lanzado una ofensiva, que han acabado aglutinando en la plataforma Más Plurales, que va en contra de la nueva ley educativa que esta semana tiene que aprobar el Congreso. La iniciativa tiene un símbolo: el lazo naranja. Y la campaña consiste, precisamente, en poner lazos de color naranja en fachadas de centros educativos y también de exhibirlos en la ropa o en los perfiles de las redes sociales. Varios centros concertados y privados ya han llenado de naranja sus fachadas y también se han manifestado ante el Congreso de los Diputados.

La imagen recuerda a la hace poco más de dos años en Catalunya, cuando el independentismo empezaba a llenar los espacios públicos de lazos amarillos para pedir la libertad de los presos políticos, se pegaba este símbolo en las prendas de ropa y también lo difundía a través de las redes sociales. Entonces, colocar lazos amarillos en el espacio público era un ataque a su supuesta neutralidad, según el PP y también Ciudadanos. De hecho, los entonces líderes del partido naranja, Albert Rivera e Inés Arrimadas, se habían encargado de arrancarlos con sus propias manos. Colocar lazos amarillos en las fachadas de las escuelas era también, para el PP y Cs, un adoctrinamiento a los alumnos. Ahora no. Al contrario, este lunes el líder popular, Pablo Casado, ha bendecido la iniciativa de los lazos naranjas y algunas agrupaciones locales del PP, como la del distrito de Salamanca, en Madrid, o también de municipios del País Valenciano como Orihuela, lo han avalado sin matices haciendo difusión a través de sus redes sociales y páginas web.

Pero no solo lo han hecho agrupaciones locales del PP, sino que también se han adherido a ello sin complejos las juventudes del PP. Se ha encargado de visibilizar su propio lazo naranja colgado en la camisa el presidente de Nuevas Generaciones, Diego Gago, este lunes durante su discurso ante la junta directiva de la organización, a la que también ha asistido Pablo Casado. "Me parece muy bien el lazo que lleváis porque las familias tenemos el derecho de decidir dónde van nuestros hijos para ser formados", ha afirmado Casado. Él, sin embargo, no llevaba ninguno.

El líder popular seguramente se siente más cómodo liderando la recogida de firmas que ha iniciado el PP desde hace unos días para "frenar" la normativa, o prometiendo derogarla si llega al poder. Pero no solo eso. Casado también ha anunciado este lunes que cuando la ley sea aprobada, la recurrirán ante el Tribunal Constitucional, y que también acudirán a las instituciones europeas para que intervengan. "Iremos a las instituciones europeas para que se garantice la libertad de elección educativa y la libertad para que se pueda educar en la lengua común de todos los españoles", ha apuntado.

La ley Celaá no solo ha puesto en pie de guerra al PP, sino también a Ciudadanos y Vox. El partido naranja ha advertido de que la aprobación de esta normativa hace peligrar su apoyo a las cuentas y Vox ha censurado su contenido de arriba abajo. Este martes, el partido de extrema derecha presentará una proposición no de ley en el Congreso que insta al gobierno español a garantizar el derecho de todos los ciudadanos del Estado a estudiar "exclusivamente" en castellano.

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