El PSC y JxCat tumban la moción de ERC por el caso del Hospitalet a la Diputación de Barcelona

BarcelonaEl caso de presunta malversación que salpica a la alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat, Núria Marín, no le ha impedido continuar al frente del Ayuntamiento ni tampoco de la Diputación de Barcelona, que preside con el apoyo de JxCat. A pesar de las turbulencias añadidas por la proximidad de las elecciones, tanto el PSC como Junts han cerrado filas entorno a su figura al menos hasta que se aclaren los hechos. No obstante, ERC, que desde el primer momento exigió que se relevara a Marín de la diputación, continúa hurgando en la herida y presionando a JxCat. Este jueves los republicanos habían convocado un pleno extraordinario para debatir una moción contra Marín, que ha sido rechazada gracias a la mayoría absoluta del PSC y JxCat.

"Sigo sin entender el motivo para blindar un pacto que todavía nadie ha sido capaz de explicar", ha lamentado en Twitter el vicepresidente Pere Aragonès. Precisamente, el portavoz republicano en la Diputación, Dionís Guiteras, ha presentado la moción para "clarificar posiciones" en el pleno. El escrito, impulsado a raíz del caso de presunta malversación al Consejo Deportivo de L'Hospitalet, condenaba la "carencia de transparencia" de la Diputación sobre el caso y reclamaba un acuerdo para "condenar la corrupción en todas sus expresiones". Finalmente, proponía que se revisen el Código de Buen Gobierno y el Código de Conducta de los Cargos Electos y Directivos de la Diputación.

Para Guiteras, la "simple sospecha" que recae sobre Marín requiere que dé un "paso al lado" y renuncie temporalmente a la presidencia del órgano. "Señora Marín, es capaz de poner su cargo a disposición de su organización política -puso a disposición del PSC su lugar como vocal de la ejecutiva federal del partido- y en cambio ante la ciudadanía, en la Diputación y el Ayuntamiento de L'Hospitalet, no lo hace", ha lamentado.

Marín ya fue clara el pasado 10 de diciembre, el mismo día en el que pasó a ser investigada en el caso, cuando subrayó que no pensaba dimitir. Cuenta con el apoyo de su partido, que este jueves ha vuelto a desoír las peticiones de apartarla que hace ERC. La portavoz socialista Pilar Díaz ha condenado cualquier caso de corrupción, pero ha insistido que los informes emitidos los últimos días sobre el caso constatan que no tiene "ninguna relación" con la Diputación de Barcelona.

Tanto Díaz como JxCat han criticado la moción de ERC, que consideran que persigue fines electoralistas. "No es honesta sino oportunista, busca rédito electoral, no ha buscado en ningún momento el consenso ni el acuerdo", ha espetado desde JxCat Neus Munté, que aun así ha condenado la "corrupción" y ha recalcado que piden "transparencia para aclarar los hechos".

ERC solo ha recibido el apoyo de Tot Terrassa -Lluïsa Melgares ha pedido "valentía para defender la institución- y Ciudadanos, a pesar de que esto no ha impedido a Salvador Tovar, diputado naranja, de tildar la iniciativa de "evidente maniobra preelectoral de ERC". En cuanto a En Comú Guanyem, Jonatan Fornés ha anunciado la abstención de su partido. Con todo, ha insistido que presentarán una declaración institucional en el próximo pleno reclamando más transparencia. También el PP ha optado por la abstención. El conservador Daniel Gracia ha considerado "paradójico que futuros socios de un tripartito se peleen de este modo", y ha advertido que su partido no sería el "palmero del minuto de gloria de los dirigentes de ERC".

La moción no ha prosperado, pero ha habido un entendimiento entre los grupos, que se han comprometido de forma unánime a revisar los códigos internos de la Diputación para evitar la corrupción. Como presidenta de la Diputación, Marín ha moderado todo el debate, pero ha evitado pronunciarse. Después de constatar que la moción no saldría adelante, se ha limitado a destacar la "unanimidad" en cuanto a la necesidad de reforzar los controles internos. "A la espera de ser capaces de llegar a un acuerdo y hacer una declaración en contra de la corrupción", ha dicho para dar por cerrada la sesión.