Sánchez avisa que nunca se producirá la independencia si gobierna

El presidente español reacciona a la derecha y replica con dureza el clamor soberanista de Cibeles

Ot Serra
3 min
Pedro Sánchez entre Cristina Narbona i Adriana Lastra, presidenta i vicepresidenta del PSOE, ahir al comitè general del partit a Madrid.

MadridPedro Sánchez ha encontrado la receta para frenar las embestidas del tripartito de derecha, que busca relevarlo de la Moncloa: cargar contra el independentismo. Ya sea para responder a la concentración de Colón de principios de febrero, tirando la toalla del diálogo con el Gobierno; o bien para replicar el clamor soberanista del sábado en el paseo del Prado de Madrid, cargando duramente contra el movimiento y dejando claro que bajo su gobierno "nunca se producirá la independencia de Cataluña".

El domingo, el presidente español volvió a reducir la distancia que a priori mantiene con los postulados del PP y Cs, y subió un grado más el rechazo a la gestión de JxCat y ERC al frente de la Generalitat. Si bien el argumento central hasta ahora era que la ruptura con el Estado dejaba de lado la mitad de los catalanes, ayer Sánchez consideró que el independentismo "gobierna contra cada uno de los catalanes". En un ejercicio de equilibrios, el secretario general socialista quiso remarcar que siempre estaría "dispuesto al diálogo para resolver la crisis catalana, pero dentro de la Constitución". Su contundencia satisfizo a los miembros del comité federal del PSOE -también los andaluces- reunidos este domingo en un hotel de Madrid. Le dedicaron un larga ovación. "Convivencia siempre, independencia nunca", repitió.

El intento de acercamiento al Gobierno para remediar la cuestión catalana queda atrás e incluso este domingo el líder socialista encontró el lado positivo al rechazo a los presupuestos, que conllevó a la convocatoria anticipada de elecciones: "Revela la verdad", comentó Sánchez, quien subrayó que los "supuestos pactos" para sacar adelante las cuentas a cambio de negociar la autodeterminación eran "mentira". En este contexto, el presidente español volvió a acusar a Pablo Casado y Albert Rivera de "deslealtad, pero no al gobierno sino al Estado", porque el "agravio territorial como instrumento de oposición debilita el Estado ante el independentismo". Sánchez añadió que el movimiento catalán "vivía mejor con un gobierno del PP" y atribuyó este posicionamiento a los "elementos más ultras" que pretenden "enquistar el conflicto y dividir".

Ante una derecha que amenaza con el 155, Sánchez busca situarse en el centro del espectro electoral y dejar a sus rivales en los polos opuestos. Así, rechazó "la confrontación y la crispación" del PP y Cs, y advirtió que España "no es un país extremista". "Los españoles saben que los problemas no se resolverán desde posiciones ultras", aseguró, en referencia a los adversarios a la derecha. El líder socialista rechazó "lecciones de constitucionalismo" y criticó a los conservadores y los liberales que sólo quieran andar "con quien ve la Constitución como ellos". "Una Constitución donde quepamos todos o sólo los tres partidos de Colón, esto es lo que se dirime el 28 de abril", resumió el candidato del PSOE, quien también dedicó unos minutos de su intervención a reivindicar la obra de gobierno y dejó clara su intención de centrar la campaña en las cuestiones sociales.

Sánchez se impone a Susana Díaz

De la cita de ayer con los cargos del partido, Sánchez salió con un liderazgo robusto, después de haberse impuesto allí donde le han surgido pequeñas batallas para configurar las listas para el 28 de abril y el 26 de mayo. La última que se cerró fue la de Andalucía, y se saldó sin acuerdo a pocas horas del comité federal: se rechazó la propuesta de la dirección de Susana Díaz y se optó por la que presentaba Ferraz. Esto implicó relegar los susanistes a posiciones que no aseguran obtener representación en el Congreso o en el Senado e, incluso, no otorgarles ningún sitio, como es el caso de Antonio Pradas, persona de confianza de Díaz hasta ahora en el cuarto baja.

La ex de la Junta señaló que los últimos días había tenido la "mano tendida" para hacer compatible la voluntad de la militancia andaluza y el acuerdo de la dirección, "pero no ha sido posible", lamentó. Díaz soltó un mensaje amenazador de cara al futuro - "tomo nota", dijo en declaraciones a los medios-, y en la votación en el comité federal no se opuso a la aprobación del dictamen de las listas, pero sí se abstuvo de participar en la votación. Antes, en la comisión que aprobaba el documento que se trasladaría al comité federal, uno de sus afines sí expresó un voto particular. Sin embargo, Díaz quiso dejar claro que a pesar del tropiezo trabajará para que el PSOE obtenga los "mejores resultados posibles". La elaboración final de las listas conllevó el anuncio destacado del sociólogo francés Sami Naïr, asesor de Sánchez en campañas anteriores, para ocupar la tercera plaza de la candidatura a Europa, que encabezará el ministro de Exteriores, Josep Borrell.

stats