HORIZONTE ELECTORAL

Sánchez evitará abordar los indultos antes del 30-M

La anulación del 14-F modifica los planes de la Moncloa, que quiere alejar de los comicios el debate sobre la medida

Mariona Ferrer / Marc Toro
4 min
Quim Forn, Jordi Cuixart, Oriol Junqueras i Raül Romeva davant de Lledoners en una imatge d’arxiu.

Madrid / BarcelonaEl 2020 se acababa con un Pedro Sánchez abriendo la puerta al indulto de los presos políticos y aplazando la reforma del delito de sedición. “Hay que superar tiempos nefastos”, señaló desde la Moncloa durante el balance del primer año de legislatura. Pero la tercera oleada del coronavirus y la decisión del Govern de aplazar las elecciones catalanas hasta el 30 de mayo han trastocado del todo los planes de la Moncloa respecto a Catalunya. Con el informe de la Fiscalía justo encima la mesa y sin que el Tribunal Supremo haya movido pieza todavía para pedir el de la Abogacía del Estado, el consejo de ministros confiaba no tener que abrir la carpeta de los indultos hasta después del 14 de febrero.

Pero con unas elecciones a cinco meses vista, si no hay ningún cambio de última hora -Vox y el PSC no han descartado impugnar el decreto de suspensión de los comicios del 14 de febrero-, Sánchez lo tendrá más complicado para no abordar el tema antes de los comicios. Sea como fuere, desde la Moncloa el PSOE y el PSC creen que lo más importante es desviar el Procés de la precampaña electoral y que por eso se tiene que dilatar al máximo la carpeta catalana en relación con este. En esta dirección se expresaba el jueves el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, que en una entrevista en Radio 4 y La 2 veía “difícil” resolver el indulto a los presos políticos antes de que los catalanes voten, aunque sea en mayo.

La clave de la Abogacía del Estado

La prensa editada en Madrid ha especulado los últimos días con la idea de que el aplazamiento electoral pudiera permitir a los líder independentistas encarcelados presentarse a las elecciones de mayo. Pero desde el gobierno español creen que los plazos son imposibles de cumplir y recuerdan que todavía hay informes por resolver. De manera parecida se expresan en ERC. Fuentes republicanas aseguran que no tienen ninguna pista de cómo se moverá el PSOE, pero no prevén ni mucho menos que haya un indulto antes de las elecciones, sean cuando sean. Además, están convencidos de que si llegara sería parcial, es decir, que les permitiría salir de la prisión pero en ningún caso ejercer de candidatos, informa Quim Bertomeu.

La clave para dilatar la situación y evitar que el Supremo se pronuncie la podría tener la Abogacía del Estado, a las órdenes del gobierno de Pedro Sánchez. Justo antes de Navidad la Fiscalía ya se posicionó en contra, después de que las prisiones se mostraran a favor. Pero una vez el Supremo le pida su parecer, la Abogacía no tendrá plazos tampoco para emitir el informe, señalan fuentes del tribunal al ARA, tal como ya pasó con la Fiscalía (tardó tres semanas en responder). Después de que la Abogacía del Estado se pronuncie -en este caso podría ser a favor-, el Supremo ya podrá elevar las conclusiones a la mesa del consejo de ministros, que el gobierno español puede tener en cuenta o no. De hecho, la Moncloa cerró el año pasado con una campaña mediática para restar importancia al hecho de oponerse a los informes preceptivos, como el del ministerio público, que han criticado diferentes miembros del ejecutivo.

Pero el aplazamiento de los comicios obligará a Sánchez a no calentar el debate. Fuentes de la dirección del PSC auguran que “no se tocará ningún papel sobre Catalunya hasta después de las elecciones”. Es más, desde la dirección del grupo socialista en el Congreso apuntan, visiblemente indignados, que del mismo modo que “el Govern no tiene prisa por votar” tampoco Sánchez la tiene por resolver los indultos.

Los socialistas creen que conceder los indultos antes de las elecciones les “perjudicaría” porque los comicios girarían justamente alrededor de esto. La última campaña, la del 21 de diciembre del 2017, en plena aplicación del artículo 155 del gobierno español, supuso precisamente una clara polarización que situó a Ciudadanos como primera fuerza. Ahora, con la elección del ministro de Sanidad, Salvador Isla, como candidato, se quiere poner todo el énfasis en la gestión y no en el Procés. “Si provocamos un cambio de tema tendremos que responder por los indultos y tampoco ganaremos nada por el flanco independentista”, argumentan.

El independentismo presiona

Ante la demora de los plazos, los presos de JxCat presionaron el viernes al Tribunal Supremo para que acelerara su informe en relación con los indultos. En un escrito al alto tribunal, la defensa de Jordi Sànchez, Josep Rull y Jordi Turull le pedía que emitiera su valoración “de manera inmediata”. Aparte de presionar a las instituciones del Estado para que resuelvan sobre su liberación, el movimiento de los líderes independentistas podría ser interpretado como un intento de forzar a la Moncloa a posicionarse antes de los comicios. Pero, ante todo, evidencia la culminación del giro discursivo de los presos respecto a la vía de los indultos. La gran mayoría de los presos políticos los rechazaban después de la sentencia del Procés (octubre de 2019), alegando que supondría admitir el delito.

“El indulto se lo pueden meter por donde les quepa”, llegó a decir pocos días después el ex vicepresidente y líder de ERC, Oriol Junqueras. Pero a finales de este último verano el republicano ya se refería a esta vía como una solución “parcial” respecto a la amnistía. A su vez, el expresidente Carles Puigdemont certificaba también hace una semana en Tv3 el cambio de criterio en el caso de JxCat, que sitúa los indultos como el primer paso en el camino de la próxima legislatura.

De momento el ejecutivo de coalición español no ve pasos más allá de un indulto más tarde o más temprano; una vía a que ha llegado después de un giro discursivo también del PSOE. Más allá de los pasos del ministro de Justicia, el mismo Sánchez aseguraba a finales de año que “es importante superar episodios que nos sacan los colores a todos”. Un nuevo vaivén del presidente español, que hace poco más de un año llamaba a acatar la sentencia del Procés de manera “íntegra”.

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