Jordi Sànchez, al fiscal: "Su actitud no es la misma que la del escrito de acusación"

En el escrito de acusación se cuestionan movilizaciones que fueron "absolutamente pacíficas"

Anna Mascaró
3 min

"No le preguntaré por todas las manifestaciones, concentraciones, que ustedes hacen entre 2015 y 2017, porque forma parte del ejercicio de un derecho, por eso me centraré en el 20-S". Con estas palabras el fiscal Javier Zaragoza ha arrancado la parte del interrogatorio a Jordi Sánchez sobre la manifestación que, a su entender, fundamenta la pretendida violencia del movimiento independentista. A continuación, el ex presidente de la ANC ha respondido a Zaragoza agradeciéndole estas palabras que, ha denunciado, no casan con el escrito de acusación del propio Ministerio Fiscal. "Esta no es la actitud del Ministerio Fiscal en el escrito de acusación, donde hay varias referencias o apartados donde parece cuestionarse de una manera muy evidente lo que han sido movilizaciones absolutamente pacíficas en el estricto ejercicio del derecho a la manifestación y a la protesta", ha asegurado. "Estoy en este tribunal por haber sido presidente de la ANC", ha lamentado.

En las conclusiones provisionales del escrito de acusación que la fiscalía presentó al Tribunal Supremo, se citan tres frentes en el movimiento independentista: el parlamentario, el ejecutivo y el social. Respecto al social, se afirma que "ANC y Òmnium desarrollaban un papel crucial mediante la movilización popular como instrumento de presión para obligar al Estado a capitular ante el nacimiento de esta nueva república". El escrito considera que tanto Jordi Sànchez como el presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, "contemplaban la utilización de todos los medios que fueran necesarios para llegar al objetivo, incluida la violencia", y afirma que lo pretendían hacer "valiéndose de la fuerza intimidatoria que representaban, por un lado, la actuación tumultuaria desplegada con las grandes movilizaciones ciudadanas instigadas y promovidas por ellos".

Aunque es cierto que el escrito de Fiscalía se centra especialmente en las movilizaciones del 20-S para fundamentar su acusación, también es verdad que el ministerio habla de múltiples manifestaciones en un relato cronológico con el que argumenta la voluntad de la ANC y Òmnium de llegar a la "violencia" para conseguir la independencia en un último extremo.

Así, el escrito habla de las movilizaciones de la Diada de 2014, 2015 y 2016. En esta última, cita a Jordi Sànchez y le acusa de haber animado a la presidenta del Parlamento, Carme Forcadell, a desobedecer al TC si la sancionaba por permitir la votación parlamentaria que abría la puerta a un referéndum. En el mismo sentido, cita otra manifestación, del 13 de noviembre de 2016, y afirma que Jordi Sànchez mostró un "nulo reconocimiento del poder judicial" i avisó que "Cataluña no permanecería indiferente ante las órdenes de detención o ante los juicios a cargos electos". En el mismo sentido, cita la manifestación del 6 de febrero de 2017 contra la celebración del juicio oral por la consulta del 9N y afirma que "se expresó" en estas movilizaciones que "los ciudadanos tenían la ocasión de demostrar que estaban dispuestos a hacer sacrificios personales", así como que" se habían acabado las manifestaciones festivas".

A continuación, el escrito se refiere a la manifestación del 11 de junio de 2017, y cita a Jordi Sànchez por haber "lanzado una advertencia al gobierno de España al declarar que la única manera de impedir el referéndum era llevando a cabo actos impropios", porque "la voluntad de la gente era seguir adelante y no dar marcha atrás". También habla de la Diada de 2017, en la que Jordi Sànchez proclamó "que sólo debían obediencia al Parlamento".

En este relato cronológico, y antes de hablar de las manifestaciones del 20 de septiembre, el escrito de acusación de la fiscalía afirma que, con la proximidad de la celebración del referéndum, ya no bastaba con la "desobediencia y la legislación paralela: era preciso oponerse -con todos los medios a su alcance, incluida la violencia en caso extremo- al cumplimiento de las órdenes judiciales encaminadas a imposibilitar la celebración de un referéndum". En la misma línea, habla de la aparición "estelar" de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, que "empezaron a jugar un papel tan relevante en el plan rebelde que casi desplazaron con su dominio de las movilizaciones la actuación de los mossos".

No es hasta este punto en el que introduce las movilizaciones del 20 de septiembre, que tacha de "sucesos violentos", y afirma que tanto Sànchez como Cuixart "aceptaron la deriva violenta que se pudiera producir en las movilizaciones cuando incitaron a los partidos de la secesión a movilizarse en la calle y oponerse a las fuerzas y cuerpos de seguridad".

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