ANÁLISIS

El nuevo rompecabezas municipal

La victoria de ERC es sólida, al igual que la recuperación del PSC

Jordi Muñoz
3 min
El nou trencadís municipal

PolitólogoEl tópico dice que en las elecciones municipales predominan las lógicas locales, y que deben mirarse pueblo por pueblo, ciudad por ciudad. Pero esto es cierto solo en parte, porque una y otra vez vemos que las dinámicas generales repercuten en gran parte de los municipios. Cuando un partido está en fase ascendente a nivel nacional, esto tiende a reflejarse en los ayuntamientos, y cuando está en declive el efecto acarrea muchas candidaturas locales. Desde el punto de vista democrático, lo ideal sería que los ayuntamientos fueran valorados estrictamente por su gestión y sus políticas locales, pero, desgraciadamente, sabemos que no es así. Y alcaldes y alcaldesas a menudo pagan los platos rotos de sus referentes nacionales o candidaturas poco trabajadas son propulsadas por las dinámicas generales. Y estas elecciones no han sido una excepción en este sentido. El mapa municipal se ha redibujado de forma sustancial, siguiendo corrientes nacionales y estatales.

Datos hay muchos, y podría hacerse el análisis desde muchos ángulos diferentes. Pero en este caso hay dos especialmente importantes. El primero es la victoria de Esquerra Republicana. Por primera vez desde los tiempos de la Segunda República, ERC gana unas elecciones municipales en Cataluña. Lo hace de forma clara, y tanto en número de votos como en número de regidores. Acabado el cortejo y el festival de pactos de los próximos días, veremos cómo queda la cosa en términos de alcaldías.

Mapa fragmentado

En todo caso, la victoria de Esquerra es una victoria sólida. No tiene comparación, lógicamente, con las hegemonías municipales que tenían en su día Convergència i Unió o el PSC, por ejemplo. Ahora no estamos en esa fase: vivimos tiempos de fragmentación política y, por lo tanto, difícilmente ningún partido puede aspirar a un dominio de esta naturaleza. Pensar que esto está al alcance de alguien es, hoy por hoy, irreal. Pero sin embargo, la implantación de Esquerra es muy transversal y está bien repartida. Gana en Barcelona o Lleida y es segunda fuerza en L’Hospitalet de Llobregat y Sant Adrià de Besòs o Tarragona (donde ha quedado prácticamente empatada con el PSC).

Pero al mismo tiempo es primera o segunda en la mayoría de los municipios del interior de Cataluña. No hay ningún otro partido que sea competitivo en todo el país. La Esquerra de hoy es un artefacto político complejo, tanto en términos ideológicos y de tradiciones políticas como en términos sociológicos y geográficos. Y por eso gana. Es un equilibrio delicado, con contradicciones y equilibrios, pero de momento exitoso.

El PSC se hace fuerte en el cinturón

El segundo elemento importante es la recuperación que ha vivido el PSC. Su primer secretario, Miquel Iceta, es muy hábil haciendo lecturas optimistas de los resultados electorales, incluso cuando son desastrosos. Pero esta vez tenía razón. El PSC se acercó al abismo de la desintegración, y ya ponía cara de PASOK o de PSF. La crisis económica y política y el procés independentista han sometido este espacio a mucha tensión.

Pero ahora la crisis queda atrás, han conseguido sobrevivir y mantener las estructuras y han vuelto con fuerza en los municipios. Especialmente en buena parte de sus feudos metropolitanos tradicionales, no tanto en el resto del país, donde habían sido también una fuerza municipal muy importante tanto en los años 80, como en los 90 y en los primeros 2000. El declive del entorno Podem/Comuns y la derechización de Ciudadanos han dejado un amplio espacio al PSC para reponerse y para recuperar poder institucional y músculo organizativo a resguardo, en buena parte, del gobierno de Pedro Sánchez en la Moncloa. Irónicamente, fueron los independentistas los que le abrieron la puerta.

Se podría hablar, también, del declive del espacio que ahora representa Junts per Catalunya, de la incapacidad de Ciudadanos para penetrar en el mundo municipal o de la derrota de la CUP en gran parte de los municipios más grandes, donde tenía presencia. Pero en todo caso, probablemente la victoria de Esquerra y la recuperación del PSC serán los dos puntos de referencia sobre los que se irá reconfigurando el mapa político catalán, y por eso hay que tenerlos muy en cuenta.

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