La segunda oleada del coronavirus tiñe el Estado de restricciones

El ministerio de Sanidad apunta que los datos muestran una "fase de estabilización"

Núria Rius Montaner
4 min
Catalunya és una de les comunitats que manté bars i restaurants tancats.

MadridLa segunda oleada de la pandemia y el crecimiento de los contagios han vuelto a dibujar un mapa del Estado marcado por las restricciones, tanto en cuanto a la movilidad como a la apertura o no de actividades como la hostelería, pero también las culturales y deportivas. Si bien los rebrotes de principios de verano se pudieron controlar de manera más o menos generalizada, excepto en algunos puntos como Aragón o Catalunya, que tuvieron que aprobar medidas más contundentes en julio cuando acumulaban el 65% de los contagios, desde finales de agosto y principios de septiembre el número de contagios por coronavirus no ha hecho más que crecer en todo el Estado.

Catalunya és una de les comunitats que manté bars i restaurants tancats.

España entró oficialmente en plena segunda oleada en septiembre, con una transmisión comunitaria descontrolada. Bajo un nuevo estado de alarma desde el 25 de octubre –esta vez con más protagonismo para las comunidades autónomas–, el color que predomina en todo el territorio es el rojo, como la mayoría de países de Europa, con una incidencia de más de 600 casos por cada 100.000 habitantes en más de la mitad de las regiones.

Ceuta y Melilla son dos de los puntos que ahora más preocupan. De hecho, en las dos ciudades autónomas se ha disparado la incidencia acumulada hasta superar los más de 1.000 casos por cada 100.000 habitantes los últimos 14 días. También lo ha hecho la presión hospitalaria, de las más elevadas del Estado, con el 20% y el 26% de las camas de los hospitales ocupadas por casos de covid-19 respectivamente, según los últimos datos oficiales del ministerio de Sanidad. De hecho, el Sindicato de Médicos melillenses avisaba hace unos días de que la ciudad llegaría "al colapso". Las cifras, sin embargo, también son elevadas porque tienen una densidad de población muy menor.

Aun así, estas no son las únicas regiones que registran unas cifras por encima de los umbrales que el ministerio de Sanidad estableció como "máximos", entre los cuales una incidencia acumulada de 500. En Aragón, Navarra y la Rioja la incidencia continúa siendo elevada. Aun así, las medidas aprobadas hace dos semanas están dando resultados, apuntan desde el ministerio de Sanidad, y el propio director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha hablado este martes de una "fase de estabilización" de la segunda oleada, a pesar de que la palabra "prudencia" continúa reinando en su discurso. Además, las cifras de incidencia acumulada se leen de la mano de la tasa de positividad, es decir, el porcentaje de positivos por cada 100.000 pruebas realizadas, y 12 comunidades se sitúan por encima del 15%. La media de España es del 13%, cuando a principios de julio era del 3%.

Cuanto más casos de coronavirus, más hospitalizados y más defunciones, ha mantenido Simón este martes. El epidemiólogo ha reconocido que el impacto de las medidas en los hospitales y en la lista de defunciones todavía "tardará en llegar". A la presión hospitalaria de las camas normales (4 comunidades están por encima del 20%) se añade la ocupación en las camas de UCI, con algunas comunidades con cifras "preocupantes", ha reconocido Simón. Aragón, Catalunya, Melilla y la Rioja tienen más del 40% de las camas UCI ocupadas.

En cambio, donde algunas voces apuntan que la situación se ha estabilizado es en Madrid. La comunidad vivió sus peores semanas antes que otras regiones que ahora se observan con lupa. En estos momentos, la incidencia acumulada en la comunidad los últimos catorce días es de 339, mientras que la tasa de positividad es del 6% y la presión hospitalaria ha caído hasta un 16%. El oasis, sin embargo, está fuera de la Península. Canarias es la comunidad con una incidencia más baja, de 82 casos por cada 100.000 habitantes los últimos 14 días, y es también la comunidad que menos restricciones ha adoptado para afrontar este escenario.

Cierre autonómico generalizado

Muchas comunidades miran con preocupación el adelanto de la pandemia, hasta el punto de que regiones como Asturias pidieron al gobierno español la aprobación de un confinamiento domiciliario, una medida que hoy por hoy está en stand by a la espera de que las restricciones hasta ahora aprobadas permitan aplanar la curva de contagios los próximos días. En todo el Estado hay un toque de queda generalizado y recogido en el estado de alarma; lo único que cambia entre regiones es la franja horaria de su aplicación. También hay un confinamiento perimetral autonómico, a excepción de Canarias, Madrid (que solo lo hace por días y coincidiendo con los puentes festivos), y Galicia y Extremadura (que tienen confinadas de manera perimetral solo algunas localidades concretas; en el caso gallego las principales ciudades). Además, dentro de cada comunidad hay ciudades o zonas confinadas.

Algunas zonas –las que tienen una situación epidemiológica más complicada– han optado, además, por establecer restricciones propias todavía más severas. Más allá de los casos diagnosticados, sin embargo, las restricciones, y por lo tanto el nivel de alerta de cada región, dependen de otros muchos factores, como por ejemplo la población afectada o la situación en los hospitales. Encabezan la lista Asturias y Catalunya (que fue la primera), que han cerrado todos los servicios no esenciales, desde la restauración hasta los grandes centros comerciales, así como los teatros y los cines. Otras comunidades, como Castilla y León, Galicia (en las ciudades confinadas perimetralmente) o el País Vasco han decidido, por ahora, cerrar solo bares y restaurantes. Algunas regiones, en cambio, mantienen los establecimientos abiertos, pero están aplicando medidas que limitan los horarios o el aforo. Este es el caso de Andalucía, que cierra los establecimientos a partir de las seis de la tarde, o Aragón, que lo hace a partir de las ocho del anochecer, también de todo lo que no se considera esencial. Murcia ya ha avanzado que a partir de este sábado se pondrá al nivel de regiones como el País Vasco.

En casi todas las comunidades, las medidas se alargarán hasta la segunda semana de noviembre, cuando las autoridades regionales las revisarán y ampliarán, o no, en función de la situación epidemiológica.

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