Barcelona se pone deberes en la lucha contra las desigualdades agravadas por el covid

BarcelonaLa crisis del covid ha hecho crecer las desigualdades sociales, y por eso este jueves Barcelona ha redefinido su plan de acción para hacerles frente con el horizonte al 2030. Como las medidas no pueden ser las mismas ahora que antes del confinamiento que lo ha hecho cambiar todo, este jueves se ha reunido el consejo de gobierno del Acord Ciutadà per una Ciutat Inclusiva, que engloba 700 entidades sociales y todos los grupos políticos del consistorio, para enderezar el plan marcado en 2017 y adaptarlo a las nuevas heridas. Y fijar objetivos cuantificables.

Antes del 2030, por ejemplo, la ciudad tendrá que haber conseguido que la diferencia de renta familiar disponible entre los cinco barrios más ricos y los cinco más pobres no supere los 30.000 euros, cuando ahora la diferencia se acerca a los 36.000 euros. O tendrá que garantizar que las familias que necesitan destinar más del 40% de sus ingresos a pagar la vivienda no representen ni un 15% de todas las de la ciudad, con la idea de ir tendiendo a cero.

La comisionada de Acción Social del Ayuntamiento barcelonés, Sònia Fuertes, explica que el actual contexto de "gran precariedad" está relacionado con las dificultades para acceder a la vivienda, los trabajos precarios y los bajos salarios, y las trabas legales para la regularización de su situación en el caso de las personas migradas, factores que se agravan en una pandemia que ha paralizado la actividad económica y ha impuesto restricciones de movimiento.

También se fijan objetivos para ámbitos como el educativo, donde se quiere conseguir que la diferencia entre la tasa más alta de éxito escolar y la más baja no supere el 10% (actualmente la distancia es del 16,1%), o para avanzar hacia una ciudad más feminista, con hitos como que la brecha salarial entre hombres y mujeres desaparezca. En total, se fijan 32 objetivos concretos que se tienen que lograr durante la próxima década. Sobre todo, teniendo en cuenta que el consejo de gobierno alerta que la crisis social que estamos viviendo será la peor que ha conocido la ciudad en los últimos 80 años y que la pobreza está creciendo de manera "extensiva".

La ciudad también se ha marcado nuevas estrategias más inmediatas: un plan para desplegar hasta 2022 con 15 proyectos impulsores y 52 acciones para orientar los cerca de 500 millones de euros del conjunto de las inversiones de la iniciativa social en la ciudad. Este jueves se ha acordado, además, añadir 28 millones más para los próximos dos años. Entre estas acciones se prevé la creación de un fondo alimentario que permita extender la tarjeta monedero, la recaudación de fondo para la distribución de material informático y conexiones a internet o el mantenimiento de los equipamientos de emergencia que se han habilitado durante la pandemia para atender a personas vulnerables, como el espacio específico para mujeres sin hogar o el de personas con adicciones.

Este plan está encarado a frenar la extensión y la feminización de la pobreza y a reducir las desigualdades. Las entidades también piden que se repiense el sistema de protección social para que garantice el acceso a la renta mínima garantizada y al ingreso mínimo vital, que pueden ser colchones que den un impulso cuando se reactive la actividad económica, señala Fuertes.