Budó abre la puerta a la movilidad dentro de la comarca durante el puente de diciembre pero Vergés pide prudencia

El plan de reapertura no prevé levantar el confinamiento municipal hasta mediados de diciembre

Ara
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Als carrers de l'Eixample és on hi ha una concentració més alta de partícules i diòxid de nitrògen de Barcelona.

BarcelonaLa decisión de cambiar de etapa de la desescalada dependerá exclusivamente de los criterios sanitarios, pero el Govern abre la puerta a flexibilizar puntualmente algunas restricciones ahora que se acercan algunas fechas señaladas como Navidad. La consellera de la Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, no descarta que el ejecutivo avance al inicio del puente de diciembre, a partir del día 5, algunas medidas del segundo tramo de la desescalada, que empezaría el día 7 y entre las cuales se encuentran el levantamiento del confinamiento municipal y la autorización de la movilidad dentro de la comarca. "[Si los datos epidemiológicos acompañan] Lo podemos ajustar. Es importante hablar con los sectores y ver si es mejor aplicar el segundo tramo de medidas a partir del 5 para ocupar todo el puente o el día 7. Ya lo veremos", ha dicho este viernes en una entrevista a Radio 4.

Aún así, la consellera de Salut, Alba Vergés, ha hecho un llamamiento a la prudencia durante todo el proceso de reactivación social y económica, y ha evitado pronunciarse sobre la posibilidad de permitir la movilidad dentro de la comarca durante el puente de diciembre: "Empezamos lunes con la reapertura progresiva de las actividades. No nos avancemos". El secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, sí ha advertido que la reapertura de la segunda oleada se iniciará con unos indicadores mucho más elevados que los registrados durante la desescalada en mayo. Entonces, ha recordado, había unos 30 casos por 100.000 habitantes, mientras que ahora la incidencia es muy superior, con unos 200 casos semanales por cada 100.000 habitantes.

De hecho, ahora mismo se declaran unos 2.000 casos diarios y hay más de 500 pacientes ingresados en las UCI, una situación bastante más grave que la que se daba a principios de junio. "Partimos de una situación de base mucho peor", ha alertado Argimon. Con todo, ha admitido que la emergencia, además de sanitaria, también es "social y económica", y Vergés ha destacado que el ejecutivo estaba intentando buscar "el equilibrio entre la vitalidad y la seguridad" y que esto "trae implícito un riesgo epidemiológico".

Aunque la reapertura empezará en todo Cataluña sin distinciones a partir de este lunes, y la voluntad es avanzar de manera "simultánea y simétrica" en el conjunto del país, la consellera ha reconocido que era "factible" una flexibilización asimétrica de las restricciones por territorios. Esto ya lo había comentado Budó en la presentación del plan de desescalada: si hay zonas con una incidencia más elevada, el ejecutivo podría frenar el adelanto de la desescalada de estos territorios o, incluso, hacerlos retroceder de etapa para contener la propagación.

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