Catalunya hace menos pruebas pero también reduce el porcentaje de positivos

Todos los indicadores apuntan a que hay menos contagios

G.g.g.
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Cap Gran Sol de Badalona

Santa Coloma de GramenetCatalunya todavía no ha salido de la zona de peligro epidemiológico, puesto que inició la desescalada con unos indicadores bastante elevados, como por ejemplo los de las camas de críticos ocupados por enfermos de coronavirus. Con todo, sí ha conseguido doblar la curva de contagios. A pesar de que cada semana se hacen menos pruebas que la anterior, su tasa de positividad –la cifra de tests que dan positivo respecto al total de pruebas hechas– también se reduce con buen ritmo. "El hecho de que bajen los dos indicadores es una señal de tranquilidad", asegura la física e investigadora del Grupo de Biología Computacional y Sistemas Complejos de la UPC, Clara Prats.

Desde el mes de julio, en Catalunya se han hecho más de 2,5 millones de pruebas para diagnosticar nuevas infecciones. La mitad, entre octubre y noviembre, en pleno auge de la segunda oleada. Aún así, desde hace un mes la cifra se ha ido reduciendo progresivamente, y si la semana del 21 de octubre se estaban haciendo casi 280.000 tests a la semana, actualmente se hacen 176.500 - un 36% menos. El secretario de Salut Pública, Josep Maria Argimon, lo atribuye a la desaceleración de la pandemia. "¿Cuándo hemos hecho más pruebas? Lógicamente durante la segunda oleada, puesto que había muchos casos y muchas infecciones que se tenían que detectar, que acababan llegando a los centros de atención primaria o a las urgencias hospitalarias", explica.

Entre el 17 y el 23 de noviembre, los datos actualizados que esquivan el retraso de las notificaciones, se han hecho 176.500 pruebas. La semana anterior (del 10 al 16 de noviembre) se hicieron 207.500, mientras que catorce días antes (del 3 al 9 de noviembre) se estaban haciendo 257.000. Según el departamento de Salut, esta reducción responde únicamente al hecho que la propagación del virus se ha retardado y hay menos contagios para detectar. De hecho, la cifra de nuevas infecciones ha ido cayendo de media un 35% cada semana, a pesar de tener los tests de antígenos a disposición de los centros sanitarios y, a la vez, más capacidad liberada en los laboratorios.

¿Se han dejado de hacer pruebas a los contactos estrechos, como se especulaba sobre la Comunidad de Madrid, para lograr esta mejora en los datos? Según la física Clara Prats, todos los indicadores epidemiológicos apuntan que la disminución de casos en Catalunya es real y no debido a que se hagan menos pruebas expresamente. "Si diagnosticas, es porque en los CAPs te llegan personas con síntomas. Si la propagación baja, también baja la demanda", explica. Y si no llegan tantos casos sintomáticos, añade Prats, se exploran menos contactos –según Salut, cada persona tiene entre cuatro o cinco de media– y, por lo tanto, se hacen menos pruebas.

Solo el 6% de los tests son positivos

El indicador clave para saber si se han dejado de hacer pruebas o si la evolución epidemiológica es realmente favorable es la tasa de positividad. "Cuando baja la cifra de tests, pero también baja la positividad, se constata que no se ha reducido el esfuerzo diagnóstico. En cambio, si la cifra de pruebas positivas respecto al total aumenta, sí que sería porque se han dejado de hacer pruebas cuando no tocaba", explica Prados. Catalunya cumple el primer criterio, y la tasa de positividad continúa disminuyendo a buen ritmo desde hace semanas.

Actualmente un 6,4% de los tests que se hacen están dando positivo, una cifra que se acerca al umbral (5%) que fija la Organización Mundial de la Salud (OMS) para considerar que un país tiene la pandemia bajo control. La semana pasada era del 8% y hace catorce días, del 10%. "Que la positividad baje es clave", afirma Argimon.

Ahora bien, cuanto más PCRs se hacen –y, por lo tanto, más elevado es el número absoluto de PCRs realizadas– más casos se están buscando, sobre todo asintomáticos, y mejor se controla la curva. Por eso, Salut ha retomado esta semana la estrategia de busca proactiva de positivos de coronavirus a través de una nueva horneada de cribajes masivos, que lentamente se extenderán por todo el territorio catalán. Lo hace ahora que se ha conseguido doblar la curva y que se quiere asegurar la tendencia a la baja de la curva de contagios a la vez que se mantiene la actividad económica en marcha.

El otro puntal de la estrategia comunitaria es el rastreo y el seguimiento de los positivos y sus contactos. Según el coordinador de la unidad de seguimiento del covid-19, Jacobo Mendioroz, este sistema se ha reforzado profundamente desde el verano y hay 3.000 personas dedicándose a ello. Con todo, actualmente Catalunya tiene unos 38 rastreadores por cada 100.000 habitantes, cuando la cifra recomendada para esta densidad poblacional es de 18 profesionales.

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