Guardias civiles bailando al ritmo de 'Jerusalema': este es el vídeo de TikTok que ha desatado la polémica en el cuerpo armado

Varias asociaciones de 'la Benemérita' se quejan de que la publicación es "vergonzosa" y perjudica la imagen del cuerpo

L.s.m. / M.r.c.
3 min
Un moment del vídeo de TikTok on apareixen tres guàrdies civils ballant amb un gos

BarcelonaEl vídeo musical que ha triunfado en la red y que ha desatado la polémica en la Guardia Civil empieza con un miembro del instituto armado haciendo guardia en la puerta de la Jefatura de Vizcaya. Durante unos segundos, el hombre solo mueve el pie derecho al ritmo de una canción que empieza a sonar, pero el vídeo enseguida se anima. A continuación, empiezan a aparecer grupos de guardias civiles que bailan coordinados al ritmo de Jerusalema, el éxito en zulú de Master KG y Nomcebo que se ha convertido en un himno de esperanza en tiempo de pandemia en todo el mundo. En YouTube ya suma 230 millones de visitas y es número 1 en Alemania y en la lista de Los 40.

Los protagonistas aparecen todo el rato uniformados y ejecutan la coreografía en diferentes escenarios: ahora arriba de un barco en alta mar, ahora en la terminal de un aeropuerto, ahora en un helipuerto. En total, el vídeo dura menos de un minuto y aparentemente no tiene ninguna malicia. De hecho, lo ha colgado la propia Guardia Civil en su cuenta oficial de la red social TikTok –la última moda juvenil–, como han hecho miles de usuarios que últimamente también se han grabado bailando esta misma melodía. Ahora bien, la publicación no ha caído nada bien en ciertos sectores del instituto armado.

La asociación profesional que más ha cargado contra este montaje musical ha sido la llamada Unión de Oficiales: "Asistimos últimamente a un espectáculo vergonzoso en la red social TikTok", ha dicho en referencia a la publicación de sus compañeros. En un comunicado ha añadido que "no vale todo para estar en el candelero", y menos si es "a costa de la imagen de la Benemérita que se han ganado a pulso todos los guardias civiles". La agrupación critica especialmente que los impulsores del vídeo aparezcan con el uniforme reglamentario: "Queremos trasladar la vergüenza que nos están haciendo llegar muchos miembros de la Guardia Civil ante los acontecimientos que están teniendo lugar en la red social TikTok. Nos referimos al uso del uniforme que están haciendo algunas personas para subir vídeos que no tienen nada que ver con la difusión del trabajo de la Guardia Civil". Vídeos musicales que, se quejan, no persiguen en ningún caso "la buena imagen del cuerpo".

Un mandamiento de 1844

La asociación, sin embargo, va más allá y cita a su fundador para justificar su rechazo ante publicaciones como esta. El Duque de Ahumada dijo, en la cartilla fundacional del cuerpo, que nació el 28 de marzo de 1844, lo siguiente: "Nunca se entregará por los caminos a cantos, ni distracciones impropias del carácter y posición que ocupa. Su silencio y seriedad deben imponer más que sus armas".

Pero la Unión de Oficiales no ha sido la única asociación profesional que se ha pronunciado en contra de este vídeo de TikTok. La propia Asociación Española de Guardias Civiles también ha alertado de que la imagen del cuerpo armado puede quedar "tocada" por el uso del uniforme que han hecho "algunos guardias en determinadas redes sociales". El AEGC señala a la propia dirección general del cuerpo, que, dicen, ha dado vía libre a lo que han tildado de "abuso" en su ánimo de "modernizar digitalmente" la institución.

También se ha pronunciado en términos parecidos la Asociación Pro Guardia Civil, la APROGC, que asegura que expresiones como esta "faltan al respeto" a su uniforme y los hace "más vulnerables" cuando están de servicio. "Las calles no se patrullan con bailecitos de TikTok", han sentenciado vía Twitter.

El éxito de Jerusalema se ha esparcido desde Suráfrica, donde Master KG y Nomcebo la escribieron a finales del año pasado como un himno religioso. Pero, durante el duro confinamiento de la primavera –invierno austral–, la canción se convirtió en un grito de esperanza y unidad del país. Enseguida cruzó fronteras a otros países africanos y al Reino Unido, sobre todo aplaudida por la numerosa diáspora africana. El ritmo y sobre todo la coreografía que acompaña la canción la han hecho muy popular, hasta el punto de que el propio presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, animó a la ciudadanía y a sus propios ministros a añadirse al reto de bailar al sonido de la música siguiendo la iniciativa de las redes #JerusalemaChallange. Al llamamiento se han apuntado también policías, bomberos, profesores y sus alumnos, médicos y sanitarios o investigadores, que aprovechaban el protagonismo para concienciar sobre mantener la distancia y la higiene contra el coronavirus.

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