Ningún contagio de covid en el concierto experimental en la Sala Apolo

El estudio concluye que "es seguro" hacer una actividad con las mismas medidas

Pau Esparch
3 min
Diversos dels assistents al concert del 12 de desembre a la Sala Apolo de Barcelona

BarcelonaNi los autores del estudio se esperaban este resultado. Ninguno de los 463 asistentes al concierto de hace tres semanas a Sala Apolo de Barcelona se contagió de covid-19. Este concierto experimental quería comprobar si el público contraía el virus y la respuesta es que no, si se cumplen las medidas de seguridad que se aplicaron aquel día: llevar mascarillas FPP2 que solo se podían quitar para beber en el bar -situado en una sala diferente- o para fumar en el exterior, controles para evitar aglomeraciones en las colas para entrar y salir o para ir al lavabo y dispensadores de gel hidroalcohólico. "Es seguro hacer este tipo de actividad si se repite con las mismas condiciones", ha asegurado el doctor Josep Maria Llibre, investigador del estudio junto con el doctor Boris Revollo.

Fueron unas 1.000 personas las que asistieron como público al concierto experimental del 12 de diciembre: 463 entraron en la Sala Apolo y 496 más que integraron el grupo de control. Les hicieron un test de antígenos, que al cabo de pocos minutos tenía que dar negativo para poder continuar formando parte de la investigación, y una PCR. Las personas del grupo de control no accedieron al concierto, pero todos los participantes pudieron hacer vida normal los ocho días siguientes, siguiendo las restricciones por el covid-19 que se aplican al resto de la población. Una vez pasado este periodo, les hicieron una segunda PCR. El resultado fue que ninguno de los 463 asistentes al concierto se había contagiado y que dos de las 496 personas del grupo de control se habían contagiado del virus: una ya se había diagnosticado tres días después del concierto y la otra lo supo por la PCR.

La única diferencia entre los asistentes al concierto y el grupo de control es que los primeros habían ido a "un acontecimiento masivo". "El de control es un grupo idéntico no expuesto a la actividad que evaluamos", ha explicado Llibre. Esto les ha permitido concluir que a pesar de que el público pudo bailar sin distancia, cantar y consumir en el bar, no hubo contagios. Sobre si el estudio es extrapolable a los espacios cerrados donde las personas están sentadas con distancia o al aire libre, el doctor ha considerado que el riesgo sería "menor" pero ha añadido que "se tiene que ser prudente". De hecho, ha avisado que la gente no puede salir de fiesta sin control porque el estudio ha analizado una actividad concreta con un aforo limitado, por debajo de la capacidad de Sala Apolo. También ha recordado que se excluyeron niños, adolescentes, gente mayor y personas con patologías o en contacto con gente de riesgo.

Mejor test de antígenos que PCR

El estudio también ha servido para valorar que fue mejor el test de antígenos que la PCR para filtrar el público. El motivo es que, fuera de que el resultado de la PCR no se obtuvo hasta el día siguiente, tres personas con un test de antígenos negativo dieron positivo en la PCR. Llibre ha atribuido el positivo a "una carga viral muy baja, sin riesgo de transmisión", pero que causó este resultado. Los tres casos fueron un asistente al concierto, un integrante del grupo de control y un trabajador de Sala Apolo -el test y la PCR también se hicieron a todo el personal del local-. En cuanto a la diferencia del número de personas entre el público -463- y el grupo de control -496-, el doctor ha explicado que una treintena de los que tenían que entrar en concierto al final no quisieron. También ha reconocido que siete de los asistentes no se hicieron la segunda PCR pero no presentaban síntomas.

Llibre, que ha precisado que el público estuvo en el interior de Sala Apolo una media de 2 horas y 40 minutos, ha cuestionado que se hayan calificado los conciertos de actividades "de alto riesgo" por el covid-19, cosa que ha obligado a reducir los aforos o a cancelar los acontecimientos. El doctor Revollo ha añadido que los asistentes estuvieron "al nivel máximo de estrés de exposición al coronavirus". Los investigadores han animado a estar pendientes de experimentos similares que se hagan en otros países para poder incidir en las restricciones que se aplican. El estudio lo ha organizado la Fundación Lucha contra el Sida, el Hospital Universitario Germans Trias i Pujol y el Primavera Sound, que lo ha financiado.

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