Patrullas ciudadanas en el metro para expulsar a los carteristas

Grupos de personas se organizan y reclaman endurecer el Código Penal

Pau Esparch
3 min

BarcelonaLlevan unas camisetas negras con las letras ROAR en el centro y hace un par de semanas que "patrullan" en la línea verde del metro. Son grupos de ciudadanos que se han juntado para expulsar a los carteristas que actúan en el suburbano de Barcelona. ROAR son las siglas de Residents Organization Against Robbery (organización de residentes contra el robo), que ha reunido a centenares de personas en Facebook y que ha pasado a la acción a través de las patrullas ciudadanas en el metro, tal como ha anunciado 'La Vanguardia'. Los grupos han seguido el ejemplo de Eliana Guerrero, que desde hace casi una década aprovecha los trayectos que realiza en metro para echar a los carteristas de las paradas. Con su actuación, las patrullas ROAR quieren hacer visible que los hurtos en el metro quedan casi impunes y reclaman endurecer el Código Penal.

Alguns dels membres del ROAR a l'andana de l'estació de passeig de Gràcia

Guerrero y los miembros del ROAR han sumado esfuerzos y juntos han empezado a bajar a los andenes del metro para frenar a los ladrones. A través de un grupo de WhatsApp, formado por decenas de personas, "cada día y a cualquier hora" se organizan las patrullas, cuenta Guerrero en una conversación con el ARA. Guerrero, que es agente inmobiliaria, añade que actúan contra los carteristas en sus trayectos habituales, de casa al trabajo, aunque también buscan otros momentos para dedicarse exclusivamente a "patrullar". La acción se focaliza en la L3, desde Sants Estació hasta Lesseps, que incluye las paradas donde más se concentran los carteristas: Drassanes, Liceu, Catalunya, Passeig de Gràcia y Diagonal. El próximo objetivo es sumar a más gente para actuar en la línea azul, la L5, sobre todo en Sagrada Família y en Verdaguer.

Muchos miembros de las patrullas ciudadanas son residentes de hace años en Barcelona y de origen extranjero: de varios países de Europa, de Sudamérica y de Asia. "Como tienen cara de turistas, son presas fáciles para los carteristas", afirma Guerrero, que es de origen colombiano. Las patrullas van equipadas con un silbato para alertar de la presencia de los ladrones y con un espray de gas pimienta, porque los carteristas "cada vez son más violentos". "Si te resistes, ahora cuando te roban, te pegan", asegura Guerrero. Sin embargo, defiende que si "patrullan" varias personas pueden grabar la respuesta de los carteristas. Guerrero cuenta que delata a los ladrones con el silbato y que, si tiene tiempo, los lleva hasta fuera de la estación de metro. También comprueba si entre las máquinas expendedoras ve carteras que los ladrones han tirado, una vez han robado el dinero, con la documentación intacta.

Sólo multas por los hurtos

Guerrero lamenta que el Código Penal sólo imponga multas por los hurtos de menos de 400 euros. "Los carteristas pagan la multa y vuelven a la calle. Los Mossos y los vigilantes de seguridad no dan abasto", asegura. Por eso las patrullas ciudadanas del metro hacen un llamamiento al Congreso de Diputados para cambiar el Código Penal y quieren recoger firmas porque no descartan presentar a la cámara una iniciativa legislativa popular (ILP). De las casi 56.000 denuncias del primer trimestre del año en Barcelona por todo tipo de delitos, un 58% han sido por hurtos. Fuentes de los Mossos apuntan que un 28% de los hurtos tienen lugar en el metro.

La policía subraya que si se detectan ladrones se debe avisar al 112 y no se debe poner en riesgo la seguridad de nadie. La vigilancia del metro la gestionan los Mossos, la Guardia Urbana y los trabajadores de seguridad privada. TMB recuerda que también alerta de la presencia de los carteristas con mensajes a través de la megafonía y las pantallas de vídeo.

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