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Tres agresiones sexuales a la semana durante el confinamiento

El Hospital Clínic alerta de que la pareja o la ex pareja es el autor de uno de cada cinco ataques entre los meses de marzo y junio

Gemma Garrido Granger
6 min
Imatge d'arxiu d'un dels box d'urgències on s'atenen les víctimes d'agressions sexuals a l'Hospital Clínic de Barcelona.

Santa Coloma de GramenetDurante las catorce semanas que se alargó el confinamiento, la violencia sexual se concentró en el ámbito domiciliario y causó decenas de víctimas solo en Barcelona. Entre el 15 de marzo y el 21 de junio, un total de 42 mujeres y tres hombres fueron víctimas de una violación o de tocamientos contra su voluntad. En el 62% de los casos, el agresor -que siempre ha sido un hombre- era alguien conocido: personas con quienes convivían -fueran pareja o no, tanto voluntariamente como forzadas por dificultades económicas- que agredían como método de maltrato para volver a ejercer el control o, incluso, que aprovechaban los encuentros del régimen de visitas a los hijos para atacar a la ex pareja.

La violencia que se esconde detrás de la puerta de casa, también la sexual, se intensificó durante los cerca de cien días de confinamiento más estricto. Un 60% de las agresiones sexuales en la capital catalana se produjeron dentro de un domicilio -propio o ajeno-, un 10% más que el año pasado. En los meses de primavera, con el toque de alarma vigente, dos tercios de las víctimas decían conocer a su agresor, a menudo de su núcleo de amistades más íntimo y familiares, que las habían atacado en un piso o un local, a menudo durante una fiesta que se saltaba las restricciones pandémicas. En este sentido, Lluïsa García Esteve, jefa del programa de Atención Integral a las Agresiones Sexuales del Clínic, ha alertado de los riesgos de lo que ha denominado "ocio clandestino".

Pero una de las cosas que más han sorprendido a las investigadoras del centro es el aumento de las agresiones de parejas y ex parejas, unas circunstancias derivadas del confinamiento. Si entre los meses de enero y octubre un 11% de las agresiones sexuales que llevaron a las víctimas a las urgencias del Hospital Clínico fueron cometidas por la pareja o la ex pareja, durante el estado de alarma este porcentaje se incrementó hasta el 18%, frente al 12% del año anterior. "Los domicilios pueden ser un lugar de riesgo para algunas mujeres que conviven con agresores, las que lo hacen forzadas por la crisis económica o las que tienen que contactar con ellos para el intercambio de los hijos", ha manifestado la doctora García Esteve.

Por su parte, Teresa Echevarría, coordinadora de urgencias por la noche del centro, ha explicado en rueda de prensa que en estos casos se observa que la agresión sexual va acompañada de violencia física, que se traduce en golpes y hematomas, y también de una violencia psicológica.

El Hospital Clínic, el centro sanitario de referencia en Catalunya en la atención a víctimas de agresiones sexuales, atendió 260 casos, 172 de los cuales violaciones, entre el 1 de enero y el 31 de octubre. Esto supone un 34% menos respecto al mismo periodo del año pasado, cuando se hicieron 396 atenciones. El efecto de la pandemia es evidente: antes, entre enero y febrero, la cifra de visitas urgentes por agresión sexual iba al alza, en la línea de la tendencia de 2019, que fue el año con más consultas (503).

Es a partir del estado de alarma que se observa un descenso (45 víctimas), coincidiendo con la limitación de la movilidad pero también con un cierto miedo a acudir a los centros médicos para no contagiarse de coronavirus. Por eso, las dos doctoras han subrayado que el hospital tiene un "circuido diferenciado" para atender a las víctimas de agresiones sexuales con plenas garantías sanitarias y de confidencialidad. Pero el terror sexual no desapareció ni en los domicilios ni en las calles. Tres de las víctimas atendidas por el centro barcelonés durante el confinamiento eran mujeres sin techo que fueron atacadas en la vía pública.

El distanciamiento y la pérdida de la red social, explican, aumentan el aislamiento y la vulnerabilidad de las víctimas. "Al mismo tiempo, las posibilidades de recibir ayuda de la comunidad disminuyen y el acceso a los centros sanitarios se dificulta", alertan. Con el desconfinamiento progresivo, a partir de junio, la curva vuelve a crecer hasta las 112 agresiones.

De 9 víctimas semanales a 3

Antes de la crisis, el Clínic calcula que, de media, llegaban al hospital unas 9 víctimas de agresión sexual a la semana, es decir, que había días que atendían más de un caso. La cifra da pavor. Con el estado de alarma, las llegadas a urgencias se redujeron (3 por semana), pero volvieron a repuntar a finales de junio (6), a pesar de que sin llegar al umbral de principios de años. Actualmente, con las restricciones a la movilidad y el toque de queda, el centro está atendiendo a dos víctimas a la semana.

La mayoría de las mujeres (43,5%) llegan al hospital por iniciativa propia o derivadas de una comisaría (31%). En el caso de los hombres, el 34,6% lo hacen derivados por la policía y el 7% se dirigen al centro sin querer informar en un primer momento de la causa. La tendencia al alza de las personas atendidas en urgencias demuestra que cada vez más víctimas se conciencian de la necesidad de dirigirse al hospital después de un episodio de violencia sexual. Además, hasta un 55% de las víctimas atendidas este año en el Clínic se han vinculado al programa de seguimiento de prevención e intervención de las secuelas psíquicas. En 2019 solo lo hicieron un 32%.

El 60% dicen que quieren denunciar

Los registros del Hospital Clínic, que puede atender a víctimas las 24 horas los 365 días al año, con equipos profesionales especializados en la atención y recuperación de la salud después de sufrir violencia sexual, se completan con el testigo de la paciente (el 90% son mujeres). Ahora bien, hay que tener muy claro que no hay un perfil de víctima de agresión sexual: ni la edad, ni el lugar donde suceden los hechos o si era en fin de semana o por la noche aportan información relevante para establecer un patrón.

Una de cada dos víctimas atendidas en el servicio tenía menos de 25 años y, de hecho, el 10% eran adolescentes de entre 16 y 18 años. Todas eran chicas. El año pasado, por primera vez, el hospital registró 16 violaciones a menores de edad, un 5% del total de las atenciones. Este año han sido 25. Según detalla el informe del Clínic, la mayoría de agresiones a adolescentes se cometieron cuando no había estado de alarma, pero la mitad de las víctimas conocían a su o sus agresores. Porque si el 11,5% de todas las agresiones fueron violaciones en grupo, solo en el caso de las menores esta cifra ya se sitúa entorno al 8%, que se producen en este "ocio clandestino".

En conjunto, un 60% de las afectadas este año han afirmado que querían poner su agresión en conocimiento de un juzgado, un 8% más que el año pasado. El 70% de las mujeres agredidas durante el estado de alarma, por ejemplo, verbalizaron que querían denunciar los hechos, igual que tres de cada cuatro menores de edad (76%). En el caso de las mujeres que sufrieron abusos o fueron violadas por su pareja o ex pareja, el 82% manifestaron su intención de denunciar, un porcentaje altísimo para los porcentajes residuales que lo habían hecho en años anteriores. En el caso de los hombres, en cambio, este porcentaje bajó hasta el 50%.

Cuando los profesionales de la salud ofrecen a la víctima la posibilidad de interponer una denuncia, la cifra de víctimas que manifiesta su intención de hacerlo varía en función del género, la edad y el momento por el cual están pasando. Sobre todo entre las adolescentes y más jóvenes hay recelo a ir a comisaría porque temen que se las acuse de haber "participado en una fiesta ilegal", ha apuntado García Esteve.

Las hay que tienen que reflexionar antes de dar el paso o no son del todo conscientes de haber sido violadas, y otras que temen un cuestionamiento social y judicial y tienen miedo de que no las crean. Además, el Clínic solo puede saber si la paciente quiere denunciar hasta el momento en el que recibe el alta.

Por otro lado, el 22,3% de las víctimas atendidas en el Clínic sospechan que el agresor las drogó para anular su voluntad e impedir que recordaran qué les había pasado. El año 2019 suponían el 30% de las pacientes. Estas dudas entorno a la sumisión química son más comunes entre hombres -un 38,46% lo han sospechado, un 5% más respecto al año pasado- que entre mujeres, los indicadores de las cuales han disminuido respecto al 2019 y han pasado del 28% al 15,8%.

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