Un bosque y un canal de agua: Barcelona dibuja el gran parque de Can Batlló

Las obras para ganar verde en la antigua fábrica de La Bordeta empezarán a finales del 2021

M.o.
3 min
El recinte industrial de Can Batlló, aquest dilluns al matí

BarcelonaEl 11 de junio del 2011 marcará para siempre jamás el futuro del recinto fabril de Can Batlló, en el barrio de La Bordeta de Barcelona. Aquel día los vecinos, que hacía 35 años que esperaban la transformación de este macroespacio para abrirlo al barrio, dijeron basta y culminaron su cuenta atrás con una entrada festiva a Can Batlló y con la gestión popular de la primera nave que la propiedad cedió al consistorio, y que el Ayuntamiento traspasó a los vecinos. Empezaba así la nueva vida del recinto, que ocupa más de 14 hectáreas y que después de un intenso proceso participativo que empezó en 2017 hoy ya tiene un dibujo claro de lo que será.

El projecte de parc

El Ayuntamiento ha presentado este miércoles el futuro Parque de Can Batlló, que convivirá con algunas de las naves rehabilitadas –los usos vecinales actuales se mantendrán–, 1.500 nuevas viviendas y los equipamientos previstos, como el futuro Instituto Escuela Can Maiol. "Ahora empieza el tic-tac para conseguir el verde en Can Batlló", ha enfatizado el regidor de Sants-Montjuic, Marc Serra, en referencia a la lucha vecinal que aceleró la adquisición de todo el suelo por parte del consistorio.

Cuando todo el espacio verde, que se ejecutará en dos fases, esté desplegado ocupará 47.000 metros cuadrados y tendrá como particularidades un bosque a lo largo de las fachadas que dan al parque de los edificios de las calles de Parcerisa y de la Constitución, y un camino de agua que recorrerá todo el ámbito. En la primera fase de obras, que se prevé que empiece a finales del 2021, se llevará a cabo en un espacio de 26.000 metros cuadrados. Se invertirán 12,3 millones de euros, de los cuales 5,2 aportados por cuotas de propietarios privados. Incluyendo las dos fases de ejecución del parque, la inversión será de 24,8 millones de euros.

La primera transformación se hará en el ámbito donde están las naves 9 y 12, que se están derribando. Se mantendrán, eso sí, las fachadas para conservar la memoria industrial de la zona. "Can Batlló siempre será un símbolo de barrio trabajador y obrero y un referente de la lucha vecinal y la vida comunitaria", ha remarcado la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, en la presentación del proyecto a la hora de explicar que se mantendrá parte de la esencia industrial.

Detrás de las fachadas que se conservarán se prevén pistas deportivas y juegos infantiles. De hecho, una de las ideas que ha salido del proceso participativo y se ha incorporado al proyecto es que haya dos zonas de juego y no una, y también un área de recreo de perros. En las paredes de estas antiguas naves se instalarán sistemas para el crecimiento de plantas trepadoras en los espacios interiores, en pilares y en paredes con el objetivo de generar espacios de sombra.

En el entorno de la masía de Can Bruixa se ubicará la zona de huertos urbanos. Y la misma masía se condicionará como equipamiento de servicio a los huertos.

En la segunda fase del proyecto se prevé la instalación de 3.520 metros cuadrados de placas fotovoltaicas encima de los antiguos bloques 9, 11 y 12. Un punto que ha elogiado el regidor de Emergencia Climática, Eloi Badia, que ha puesto en valor que proyectos como este nuevo parque y los que se han hecho en la plaza de Glòries y a la finca Ravetllat-Pla, en Horta-Guinardó, permiten lograr el 30% del objetivo marcado en la declaración de emergencia climática de generar 40 nuevas hectáreas de verde.

stats