El dolor de cabeza, el síntoma “escudo” contra el coronavirus

El paciente atendido en urgencias mejora siete días antes si sufre cefaleas

G.g.g.
3 min
El mal de cap intens és un símptoma que s’ha de valorar com un bon senyal de pronòstic de covid, segons un estudi de la Vall d’Hebron.

Santa Coloma de GramenetEl dolor de cabeza no es un síntoma banal cuando se trata del coronavirus. Las cefaleas fuertes funcionan como un escudo protector que debilita la agresividad del virus y que ayuda a los enfermos a recuperarse antes. Los pacientes de covid que llegan a un hospital y necesitan ingresar tardan de media 31 días en recuperarse, pero los que presentan dolor de cabeza de forma temprana tardan hasta siete días menos. Así lo constata un análisis de los servicios de neurología e inmunología del Hospital Vall d'Hebron y los grupos de investigación en cefalea y dolor neurológico y en inmunología diagnóstica del Vall d'Hebron Institut de Recerca (VHIR) después de estudiar 130 casos atendidos en urgencias entre marzo y abril. “Creemos que es un factor de buen pronóstico que podría servir para predecir la evolución del paciente”, resume la neuróloga y autora principal del estudio, Patricia Pozo.

El dolor de cabeza, la pérdida del olfato (anosmia) y del gusto (ageusia) son síntomas neurológicos frecuentes en caso de contagio por coronavirus. La primera oleada obligó a facultativos de todas las especialidades a atender a estos enfermos, entre los cuales la doctora Pozo, y después de encontrarse con un gran número de pacientes que reportaban un dolor de cabeza terrible se decidió estudiar el impacto del virus en el sistema nervioso. “Durante tres semanas atendimos a enfermos que llegaban a urgencias y a los cuales les pedíamos que describieran sus síntomas. Hicimos seguimiento de 130 pacientes -relata Pozo- y un 75% declararon tener dolor de cabeza de diferentes intensidades”.

Los pacientes incluidos tenían una media de edad de 55 años y solo 35 habían sufrido migrañas previas al virus. Unos cincuenta tenían cefalea leve o moderada y unos veinte -sobre todo mujeres jóvenes- sufrían dolores severos. Los neurólogos demostraron que los que habían sufrido cefaleas, sobre todo si eran fuertes, pasaban un covid más benigno. Ese 75% que tenía un dolor de cabeza terrible al inicio de la infección evolucionó mejor. El equipo también descubrió que la pérdida del olfato o el gusto era común comuna si se sufrían cefaleas.

Respuesta inmunitaria exagerada

Pero, ¿por qué el virus tiene una relación tan estrecha con el dolor de cabeza? ¿Y por qué la cefalea actúa como barrera a la agresividad del virus? En el Vall d'Hebron trabajan con una hipótesis: la neuroinflamación que se da en las fosas nasales, la puerta de entrada del virus, es la causa más probable.

“Cuando nos duele la cabeza es porque el sistema trigeminovascular, las terminaciones nerviosas de las cavidades nasales, se inflaman”, explica Pozo. Probablemente tener un escudo inflamatorio local -apunta- protege un poco de sufrir días o semanas más tarde una respuesta inmunitaria exagerada (una tormenta de citoquinas) que agrave el pronóstico y aumente el riesgo de muerto.

En este sentido, los investigadores estudiaron los niveles de IL-6, una molécula muy implicada en la tormenta de citoquinas. En el caso de los pacientes con cefalea, los niveles de IL-6 eran más bajos y se mantenían estables a lo largo de la infección. Ahora hay que confirmar la hipótesis, pero Pozo defiende que el estudio, estadísticamente, es muy sólido.

“Ampliar la perspectiva nos permitirá conocer y comprender mejor cómo lucha el cuerpo contra el coronavirus ”, asegura la neuróloga, que hace un llamamiento a “cambiar la idea de la irrelevancia entorno al dolor de cabeza” y a valorar este síntoma como una buena señal de pronóstico. “Las personas que no sufren cefaleas no necesariamente tienen que morirse, pero los que tengan seguro que se recuperarán antes”, concluye Pozo.

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